En los últimos años, la venta de ropa de segunda mano ganó importancia en el mercado global. Este cambio se vio impulsado por una creciente conciencia sobre la sostenibilidad y el impacto ambiental de la industria de la moda.
Los consumidores, cada vez más informados sobre los efectos negativos de la producción masiva de ropa, están optando por alternativas más ecológicas y responsables. Comprar prendas de segunda mano no solo reduce el desperdicio textil, también disminuye la demanda de nuevos recursos, contribuyendo a un ciclo de moda más sostenible y consciente.
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Además de los beneficios ambientales, la venta de ropa de segunda mano también ofrece ventajas económicas tanto para compradores como para vendedores. Los consumidores pueden adquirir piezas únicas y de alta calidad a precios accesibles, mientras que los vendedores tienen la oportunidad de dar una segunda vida a sus prendas y ganar dinero extra. Así mismo, el mercado global de ropa de segunda mano experimentó un impresionante crecimiento del 18% en 2023, alcanzando un valor de 197.000 millones de dólares, según un informe anual de la empresa ThredUp.
Esa tendencia también cobró fuerza en Colombia. Las ciudades de Bogotá, Medellín y Cali se destacan como los principales centros de consumo de prendas usadas en el país. Según el informe ‘De primera mano sobre la segunda mano’, elaborado por la plataforma GoTrendier, estas ciudades lideran el mercado de ropa de segunda mano, reflejando un cambio significativo en los hábitos de compra de los colombianos.
El estudio reveló que, en 2023, las colombianas generaron ingresos significativos, alcanzando los más de 28.000 millones de pesos, a través de la venta de ropa que ya no utilizaban. Este informe también indicó que la reventa en línea es el sector de más rápido crecimiento dentro del mercado de segunda mano. Con proyecciones que sugieren que este sector podría alcanzar los 48.000 millones de pesos para 2027, la reventa en línea está creciendo a un ritmo dos veces más rápido que el mercado de segunda mano en general.
De igual forma, el estudio afirmó que los millennials lideran el mercado de ropa de segunda mano, representando un significativo 33% de los consumidores en este sector. Siguiéndolos de cerca, la generación z y la generación x también muestran un fuerte interés en las prendas de segunda mano, con cada grupo alcanzando un 26% de participación.
Bogotá y Medellín, donde más se compra de segunda mano
El estudio también destacó que Antioquia se posicionó como la segunda región de Colombia con mayor concentración de consumidores de ropa de segunda mano, representando el 13% del mercado. Esta cifra se sitúa por debajo de Cundinamarca, que lidera con un 42%, y por encima del Valle del Cauca, que ocupa el tercer lugar con un 8%.
Además, el informe señala que Medellín es la segunda ciudad del país en términos de consumo de prendas de segunda mano, capturando el 9% del mercado. Solo Bogotá supera esta cifra, abarcando el 39%. De igual forma, las prendas más apetecidas son las chaquetas, vestidos, blusas, pantalones, tenis, sweaters y jeans.
El informe concluye que, entre los compradores de ropa de segunda mano en Colombia, las marcas más populares para mujeres son Zara, H&M, Studio F, Shein y Stradivarius. Para la moda infantil, las marcas que dominan las preferencias de los compradores incluyen Carter’s, Offcorss, H&M, Zara Kids y EPK.
Ana Jiménez, Country Manager de la plataforma, afirma que cada vez existen más oportunidades en el país y el reto en el presente año es “seguir creciendo al mismo ritmo para que la segunda mano se convierta en un hábito en el consumo de moda y más ahora que abrimos la vertical para hombres”.