El presidente Gustavo Petro viajó a París (Francia) para la inauguración de los Juegos Olímpicos 2024, llevada a cabo el viernes 26 de julio. Su visita generó críticas por ser su viaje número 45, según detalló la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal, lo cual ha implicado millones de pesos en gastos. Luego, el primer mandatario compartió una fotografía que simbolizaría otro de sus privilegios.
La foto en cuestión corresponde a una celebración familiar en la capital francesa. De acuerdo con el jefe de Estado, la posibilidad de festejar en la ciudad junto con sus allegados es, en efecto, un “privilegio”, aunque surgió como consecuencia de persecuciones de las que fue víctima.
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“Un privilegio, sí, lo admito. Hoy festejo el cumpleaños de mi nieta marsellesa, Luna, en París. Por la persecución que sufrí, mis primeras nietas nacieron en Marsella. Tengo a mis hijas e hijos a mi lado, solo falta uno”, señaló el primer mandatario en X.
El hijo del presidente que no estuvo en la celebración es Nicolás Petro Burgos, que está siendo investigado por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Como acusado, goza de libertad condicional y no puede salir de Barranquilla (Atlántico), su sitio de arraigo. Pues, en agosto de 2023, el juez 74 Penal con Función de Control de Garantías, Omar Leonardo Beltrán Castillo, decidió con cobijarlo con medida de aseguramiento privativa de la libertad.
“El despacho accederá, en el caso suyo, a esas medidas no restrictivas de la libertad que durarán durante todo el proceso, previa suscripción de la audiencia del compromiso (...). Así también se recava en la cancelación de las órdenes de captura del Juzgado 16 de Garantías”, detalló en su momento el juez.
Petro Burgos está obligado a presentarse ante la justicia cada que sea requerido y, justamente, su colaboración con las autoridades le permitieron tener la posibilidad de permanecer libre mientras se adelantan las investigaciones en su contra y se define su situación jurídica.
La persecución que habría sufrido el presidente
En 2013, el hoy primer mandatario fungía como alcalde de Bogotá, y fue destituido e inhabilitado para ejercer cargos políticos por orden del entonces procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez. El exalcalde denunció haber sufrido una persecución política por parte del organismo de control. Luego, el Consejo de Estado declaró nula la sanción impuesta por la Procuraduría, al considerar que no se configuraron las faltas sobre las cuales se fundamentó la decisión.
Después, en 2014, denunció estar siendo víctima de amenazas de muerte. Así lo confirmó en una entrevista que dio en el programa El Primer Café, de Canal Capital. El panfleto que recibió el hoy presidente indicaba que no se le permitiría culminar su periodo en la Alcaldía de Bogotá.
“El alcalde bandido que nos dirige no terminará su mandato, eso se lo aseguramos, así tengamos que volar ese nido de ratas en el que se convirtió la Alcaldía y resulten afectados cientos de empleados contratados por su asquerosa administración”, leyó Gustavo Petro en durante la entrevista.
Uno de sus hijos, Andrés Petro, ha vivido alejado de su familia desde los nueve años por amenazas. En 2011, cuando su padre ganó las elecciones para la alcaldía, fue informado sobre un posible plan para asesinarlo.
“En ese momento Andrés se movilizaba en bus, en TransMilenio, (...) el día después de que Gustavo Petro gana la alcaldía, llegó a la estación Las Aguas y un hombre lo abordó a la salida y le dijo ‘Me mandaron a matarlo’”, relató a Kienyke Mary Luz Herrán, la primera esposa del presidente de la República.