Dos menores de edad fueron liberados por la Segunda Marquetalia en Cauca

En la mañana del sábado 27 de julio, la Defensoría del Pueblo anunció que, en un trabajo conjunto con una misión de la Organización de las Naciones Unidades (ONU) y miembros de la iglesia católica, se logró la liberación de dos menores de edad que habían sido reclutados de manera forzosa por la Segunda Marquetalia.

De acuerdo con la entidad garante de los derechos humanos en Colombia, los dos menores de edad fueron instrumentalizados por el grupo guerrilleros para participar en combates con otros grupos armados. “Una misión humanitaria conformada por la @DefensoriaCol, @MisionONUCol e Iglesia Católica permitió el retorno, en área rural del suroccidente del #Cauca, de dos menores de edad que estaban en poder de un grupo armado ilegal. Habían sido reclutados y fungían como combatientes (sic)”, informó la Defensoría, vía X.

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Los jóvenes permanecen en zona rural del municipio de Argelia (Cauca) mientras logran ser evacuados a sus lugares de retorno. Estas labores se desarrollan en acompañamiento con la regional Cauca de la entidad con el propósito de garantizarles sus derechos. “Mantenemos toda nuestra disposición institucional, capacidad y experiencia de mediación, para que esta clase de actos humanitarios continúen siendo realizados, con la finalidad de que recobren su libertad los menores de edad que permanecen en poder de grupos armados ilegales”, puntualizó la entidad.

El departamento, ubicado en el suroccidente de Colombia, enfrenta una grave situación de orden público e inseguridad por parte de grupos armados al margen de la ley, que tiene algunas regiones en completo confinamiento y miedo.

Los más afectados, sin duda, han sido las poblaciones vulnerables que incluyen adultos mayores, mujeres, y niños, niñas y adolescentes; a estos últimos, se les ha visto restringido su derecho a la educación y, por el contrario, terminan siendo reclutados e instrumentalizados para la guerra.

A propósito, de acuerdo con cifras de la Defensoría del Pueblo, durante el primer semestre de 2024 se registraron 159 casos de reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes (NNA), de los cuales el Cauca encabeza la lista con 125 de estos episodios. En su informe, la Defensoría determinó que el 51% de los afectados son comunidades indígenas. Al Cauca le sigue Arauca, con ocho casos; Nariño y Putumayo, con siete casos cada uno; Norte de Santander, con cinco; Cundinamarca, con tres; Amazonas, Guaviare, Huila y Vaupés, con un caso cada uno.

El reclutamiento forzoso afecta a los menores de manera variable según factores sociodemográficos y étnicos, haciendo más vulnerables a ciertos grupos. De los casos registrados, el 67% involucra a niños y adolescentes varones, y el 33% a niñas y adolescentes mujeres. El 31% de los menores no pertenece a ningún grupo étnico, un 5% forman parte de comunidades afrocolombianas y un 13% carece de información específica.

Los principales responsables del mayor número de reportes de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes son las facciones disidentes de las Farc y el EPL, concentrando el 78% de los casos. Les sigue un grupo no determinado con un 16%, el ELN con un 4% y los grupos posdesmovilización de las antiguas AUC con un 2%.

“La Defensoría del Pueblo, por consiguiente, les hace un llamado a las estructuras armadas al margen de la ley: no continúen, bajo ningún pretexto, reclutando niñas, niños y adolescentes y dejen por fuera de sus prácticas de guerra a toda la población civil. Es necesario, igualmente, que las instituciones del Estado tomen medidas efectivas de protección para NNA, afectados por tan aberrante práctica, la cual no solo es violatoria de los DD. HH., también infringe el derecho internacional humanitario (DIH) consuetudinario”, sostuvo el informe emitido por la entidad.

Según la Defensoría, este panorama podría ser más desolador debido a que algunas familias o víctimas no deciden denunciar los hechos por temor a represalias por parte de los reclutadores armados, quienes de manera recurrente los amenazan, desplazan o, incluso, atacan de muerte.