“¿El muchacho que apuñalé se murió?”: la cruda pregunta con que una recicladora, sin querer, confesó un crimen a la Policía

La confundida mujer estaba siendo arrestada por el delito de porte ilegal de estupefacientes; sin embargo, su presunta confesión dejó al descubierto más de su prontuario criminal

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La mujer fue requerida por las autoridades en un operativo de rutina - crédito Policía de Bogotá

Los actos de intolerancia, en los que en algunos casos se mezcla el consumo de bebidas embriagantes o sustancias psicoactivas, hacen parte del panorama violento del día a día en Bogotá.

A propósito, un asesinato que conmocionó a la comunidad del barrio Concepción Norte, de la localidad de Barrios Unidos, fue esclarecido por la Policía Metropolitana mediante una ardua investigación que permitió la captura de la presunta homicida.

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“En el marco del nuevo Modelo del Servicio Orientado a las Personas y el Territorio, la Policía Nacional logró la captura por orden judicial de una mujer, presunta responsable de un homicidio perpetrado el pasado 4 de julio de 2024 en el barrio Concepción Norte, de la localidad de Barrios Unidos”, afirmaron las autoridades, el 22 de julio.

La mujer, de un momento
La mujer, de un momento a otro, atacó con un cuchillo a un hombre en la localidad de Barrios Unidos - crédito iStock

La indagación consistió en la recolección de testimonios, grabaciones de cámaras de seguridad y, por supuesto, la reconstrucción de los hechos, que condujo a una mujer que se dedica al reciclaje en el sector.

Los hechos quedaron registrados el 4 de julio de 2024, a través de una cámara de seguridad que captó el momento exacto en el que la mujer le propinó varias puñaladas a un hombre que estaba sentado junto a ella. De acuerdo con el testimonio de un habitante, que alcanzó a observar la macabra escena, escuchó lo que sería su propia confesión.

“Nosotros nos trasladamos al lugar de los hechos para buscar testigos y recolectar las cámaras y cuando llegamos al lugar pudimos ubicar una cámara en la que quedó registrado el momento exacto en el que la mujer le propina una herida con arma cortopunzante al hombre”, indicó la investigadora a cargo del caso a El Tiempo.

La mujer, presuntamente, se confesó
La mujer, presuntamente, se confesó a sí misma el crimen, por lo que un testigo la alcanzó a oír - crédito Freepik

Y agregó: “El hombre (testigo) nos dice que cuando iba caminando por la parte posterior a la ferretería, donde ocurrieron los hechos, escuchó a la mujer mientras hablaba con ella misma repetir en varias oportunidades, ‘él me dijo que lo matara y yo le pegué dos puñaladas’”.

Además de las prendas de vestir que usualmente usaba la mujer, también habría sido delatada por su propia consciencia, que sacó su confesión ante la perplejidad de los uniformados que la estaban capturando por porte ilegal de estupefacientes, un delito completamente ajeno al homicidio: “¿El muchacho que apuñalé se murió?”, fue la pregunta de la confundida mujer hacia los policías, que no tenían el contexto de lo que había hecho la mujer días atrás.

Esto fue determinante para complementar las versiones de los lugareños que afirmaban que la mujer era una habitante recurrente del sector; mientras que el testigo “estrella” que escuchó por equivocación su presunta confesión, no dudó en confirmar que se trataba de la misma mujer con la que se le había visto por última vez al hombre asesinado.

La recicladora estaba siendo capturada
La recicladora estaba siendo capturada por un delito completamente diferente, sin embargo, su consciencia la traicionó y, sin querer, confesó el crimen - crédito Colprensa

Gracias a ese error de la mujer nosotros pudimos establecer que se trataba de la misma criminal y que, incluso, llevaba puestas las mismas prendas de vestir que tenía el día que mató al hombre (...) cuando conocimos esto hicimos el reconocimiento videográfico con el testigo que nos dijo que la había visto por última vez con la víctima y ahí se confirmaron las sospechas”, explicó la investigadora al medio citado.

Pese a que en ese momento la mujer quedó en libertad porque su arresto no correspondía al delito de homicidio, dicho cruce de palabras con los uniformados fue suficiente para solicitar la respectiva orden de captura por parte de un juez de control de garantías y así legalizar su captura por el asesinato del hombre.

Según las versiones del caso, el hombre era su pareja y, luego de una conversación por varios minutos, la mujer sacó un puñal e hirió al hombre, que quedó tendido en el piso y murió en el lugar. Las autoridades, por su parte, insisten en su invitación a la comunidad a que se denuncien estos casos de presunta intolerancia.

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