Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, respondió a especulaciones sobre una posible renuncia: “No me presto para espectáculos”

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, negó rotundamente cualquier intención de renunciar a su cargo en medio del escándalo que involucra a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).

En una entrevista con Noticias Caracol y Blu Radio, Bonilla fue enfático al afirmar que no tiene planes de abandonar su puesto. “No me presto para espectáculos”, declaró de manera tajante cuando los periodistas le preguntaron si había considerado dimitir para no afectar la ya deteriorada imagen del Gobierno de Gustavo Petro.

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Bonilla insistió en que su principal prioridad es mantener la estabilidad económica del país y no permitir que la controversia en torno a las acusaciones desvíe la atención de asuntos cruciales. “¿Usted cree que yo me tengo que prestar para el espectáculo? Cuando la mejor evidencia es que tenemos una economía estable, las relaciones internacionales con la banca multilateral funcionan adecuadamente, y estamos en un proceso de recuperación del crecimiento”, explicó Bonilla en la entrevista.

La Fiscalía reveló en la audiencia de imputación de cargos contra Olmedo López y Sneyder Pinilla detalles que han involucrado al ministro Bonilla en el caso de la Ungrd.

A pesar de estas revelaciones, Bonilla reafirmó su confianza en el sistema judicial, asegurando que será la justicia la que determine la veracidad de las acusaciones.

“Se ha entendido que aquí hay un espectáculo y que hay dos confesos delincuentes que están buscando tirar agua sucia hacia arriba del Gobierno”, añadió el ministro, refiriéndose a López y Pinilla.

Uno de los temas más delicados abordados en la entrevista fue la percepción internacional y cómo las acusaciones podrían afectar la confianza en las finanzas del país. Bonilla aseguró que, según la información de la que dispone, los mercados internacionales se han mantenido tranquilos y han catalogado la situación como un “espectáculo” perpetrado por los acusados. “Según la información que manejamos, los mercados están tranquilos y han comprendido la situación de esta manera”, mencionó.

La conversación también profundizó en la autoridad moral de Bonilla para seguir adelante con reformas clave como la tributaria en medio de la controversia.

Bonilla defendió su postura indicando que la responsabilidad última de discutir y aprobar dichas reformas recae en el Congreso, independientemente de quien esté en el cargo de ministro.

“El Congreso de la República tendrá que proponer un presupuesto para el año 2025 y si el presupuesto está desfinanciado, tenemos que proponer una ley de financiamiento”, subrayó Bonilla.

En otro momento de la entrevista, Bonilla afirmó que no ha cometido ningún acto ilegal y agradeció la oportunidad de expresar su punto de vista. “Yo no he hecho nada ilegal,” concluyó el ministro, reafirmando su compromiso con el país y su función como ministro de Hacienda. Este firme posicionamiento pretende transmitir un mensaje de estabilidad y continuidad en medio de un panorama de acusaciones y controversias.

Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, fue involucrado en el escándalo de corrupción de la Ungrd. Según las declaraciones proporcionadas por el exdirector de la entidad Olmedo López y el exsubdirector Sneyder Pinilla, Bonilla habría influido en la adjudicación de contratos significativos en distintos municipios del país.

La acusación principal señala que Bonilla intervino en la otorgación de contratos de la Ungrd en municipios específicos. Entre ellos se destacan contrataciones en Carmen de Bolívar, en el departamento de Bolívar, por 11.700 millones de pesos; en Saravena, Arauca, por 34.000 millones de pesos; y en Cotorra, Córdoba, con una inversión cercana a 46.000 millones de pesos. López y Pinilla fueron enfáticos en sus declaraciones, afirmando que Bonilla ejerció presión para la entrega de dichos contratos.

A pesar de la magnitud de las acusaciones, el ministro Bonilla ha negado cualquier acto ilegal. En sus propias palabras, mencionó: “Debido a mis funciones, tengo que tener relaciones con varios funcionarios del Gobierno, pero insisto en mi inocencia”. Bonilla sostiene su postura y asevera que sus actividades se han limitado al cumplimiento de sus deberes oficiales y no incluyen participación en actos ilícitos.

Ricardo Bonilla ha destacado que la relación con diferentes funcionarios y entidades del gobierno es un aspecto inherente a sus responsabilidades ministeriales y que dichas interacciones se encuadran dentro de la normalidad de sus funciones. “Es inevitable que mantenga relaciones con otros funcionarios por la naturaleza de mi cargo”, reiteró Bonilla en respuesta a las acusaciones.