Un hallazgo alarmante generó preocupación en Cali, Valle del Cauca, tras la denuncia presentada el viernes 26 de julio por la Personería Distrital. Durante un recorrido de vigilancia en las orillas del Río Cauca, se descubrieron restos óseos de varios caballos, evidenciando un problema que no solo afecta al medioambiente, también pone en riesgo la salud pública de la ciudad.
“En marco de un operativo de control, vigilancia y verificación sobre la ribera del río Cauca, la Personería de Santiago de Cali, en compañía de sus similares de Yumbo y Palmira, hallaron dos lugares en los que había osamenta equina”, afirmó Gerardo Mendoza Castrillón, personero de Cali. Mendoza hizo un llamado urgente a las autoridades caleñas para tomar medidas inmediatas y frenar estos sacrificios de caballos.
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El operativo reveló que los restos de los animales se encontraban en el margen izquierdo del Río Cauca, pasando por las comunas 6 y 7 de la capital vallecaucana. Esta situación no solo genera preocupación por el medio ambiente sino también por las implicaciones sanitarias que puede tener para la comunidad. “Pudimos establecer que en el margen izquierdo del afluente más importante de la región, a su paso por las comunas 6 y 7 de la capital vallecaucana, se encontraron estos sitios de sacrificio animal, situación que causa escozor”, agregó Mendoza.
Los funcionarios durante el recorrido también observaron un aumento preocupante en la acumulación de escombros y las descargas de aguas residuales industriales, factores que están deteriorando las condiciones fisicoquímicas del río. Esta combinación de problemas está contribuyendo a que el cauce del río se tiña de un oscuro color a la altura de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Cañaveralejo, además de la presencia de espuma en la estación de bombeo Paso del Comercio, indicando la posible presencia de coliformes en la descarga.
“Es importante que las autoridades realicen una inspección a estos lugares para verificar este hecho, a fin de encontrar los autores que hay detrás del repudiable acto que compromete la vida y la integridad física de los animales. Esta situación es inaceptable desde cualquier punto de vista, porque atenta contra la salubridad pública y exige inmediata intervención de las autoridades judiciales, policivas y ambientales”, declaró Mendoza. El personero hizo hincapié en que esta situación requiere una acción rápida y decidida por parte de las autoridades responsables.
La gravedad de esta denuncia sobresale especialmente porque ocurre poco antes de la realización de la COP16, la conferencia de las partes sobre cambio climático, que tendrá lugar en la capital vallecaucana. La exposición de estos problemas medioambientales y de salud pública exige una respuesta eficaz y pronta por parte de las autoridades pertinentes para evitar mayores consecuencias y asegurar la preparación adecuada para este importante evento internacional.
Los riesgos de la comercialización
Las autoridades en Cali manifestaron preocupación ante la posibilidad de que se esté comercializando carne de caballo en la ciudad, derivada de estos recientes hallazgos en las orillas del Río Cauca. La comercialización de carne de caballo sin la regulación y controles sanitarios adecuados representa graves riesgos para la salud pública.
En primer lugar, la carne de caballo comercializada ilegalmente puede haber sido procesada en condiciones insalubres, aumentando el riesgo de contaminación bacteriana como E. coli y salmonella, que pueden causar enfermedades graves en los consumidores. Además, los caballos sacrificados pueden haber sido tratados con medicamentos veterinarios no aptos para el consumo humano, como antiinflamatorios o antiparasitarios, cuyas sustancias pueden ser tóxicas y causar reacciones adversas.
Otro aspecto preocupante es la falta de trazabilidad. Sin un control riguroso, es imposible conocer el origen de la carne y las condiciones en las que fue manejada, lo que imposibilita la identificación de brotes de enfermedades de transmisión alimentaria y la implementación de medidas correctivas oportunas. Esto pone en riesgo no solo a quienes consumen la carne de caballo, sino también al resto de la población debido a la posible propagación de enfermedades.
La ingesta de carne contaminada también puede derivar en enfermedades parasitarias, como la triquinosis, transmitida por el parásito trichinella, que afecta los músculos y puede causar síntomas graves e incluso ser fatal si no se trata adecuadamente.