Capturado alias ‘García’: una pelea de gallos le amargó los planes de expansión al Clan del Golfo

La captura de Luis Alberto Furnieles Garcés, alias García o Granados, significó un duro golpe contra el Clan del Golfo y sus intentos de expansión en los departamentos de Magdalena, Cesar y La Guajira.

Según la Policía Nacional de Colombia, Furnieles Garcés fue aprehendido en una casa de ladrillo en el corregimiento El Tres, en zona rural del municipio de Turbo, Antioquia, donde se había escondido debajo de una cama.

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La caída de este cabecilla criminal comenzó de forma insólita: una pelea de gallos. “La muerte del gallo de pelea más preciado por alias ‘García’ permitió a la Policía frenar sus intenciones expansionistas”, informó la Dirección General de Comunicaciones Estratégicas.

Furnieles Garcés había apostado grandes cantidades de dinero, joyas y propiedades en esas peleas, y siempre ganaba, ya fuera por por la habilidad de sus gallos o porque le dejaban ganar.

Sin embargo, en esa ocasión su gallo murió en el palenque, lo que provocó la ira del capo y lo llevó a desterrar a su subalterno y sus hombres cercanos. Estos últimos proporcionaron la información clave para localizar a ‘García’.

Bajo el mando de Rodrigo Flechas, tercer cabecilla del Clan del Golfo, ‘García’ recibió la orden de trasladar personal y recursos desde el Urabá chocoano y antioqueño hacia el Magdalena. Este traslado incluía el despliegue de menores de edad víctimas de reclutamiento forzoso. Además, la organización pretendía establecer un “equipo élite” con entrenamientos especiales, según revelaron las comunicaciones interceptadas por las autoridades.

Mediante sistemas de mensajería encriptada, alias García direccionaba la consolidación del bloque Nelson Darío Hurtado Simanca con el objetivo de controlar las rutas de tráfico de estupefacientes en la Costa Caribe colombiana. “Buscaban tomar el control de rutas desde los puertos de comercio exterior, contaminando contenedores y utilizando lanchas rápidas”, explicaron los investigadores. Era parte del plan para fortalecer económicamente al Clan del Golfo y garantizar su expansión.

En los departamentos de La Guajira, Magdalena y Cesar, ‘García’ lideraba acciones armadas contra la fuerza pública para debilitarlas y facilitar el cultivo, producción, tráfico y distribución de drogas hacia mercados en Estados Unidos y Europa. Su captura fue complicada debido a que rara vez abandonaba la Sierra Nevada de Santa Marta, y cuando lo hacía, sus movimientos eran altamente cautelosos. Viajaba en horas nocturnas, utilizando una red de vehículos de bajo perfil manejados por colaboradores, lo que dificultaba su rastreo.

Finalmente, la labor de inteligencia de la Policía Nacional de Colombia permitió determinar su paradero. Movimientos recientes indicaban que García viajaría a Turbo, Antioquia, para participar en una rendición de cuentas. En ese momento, las autoridades actuaron, logrando su captura sin incidentes. “Fue una operación limpia, que hace parte de la ofensiva frontal contra la criminalidad ordenada por el señor Presidente de la República, en este caso contra el Clan del Golfo”, señaló el general William René Salamanca Ramírez, director general de la Policía Nacional.

El golpe a ‘García’ no solo frena la expansión del Clan del Golfo sino que además pone en evidencia las redes de apoyo y las tácticas de supervivencia empleadas por los líderes de estas organizaciones criminales. La valentía y eficiencia de la Policía Nacional han sido esenciales para desmantelar estos grupos que amenazan la seguridad y estabilidad del país.

Alias ‘García’ no solo se involucraba en actividades de narcotráfico, también estaba dispuesto a pagar enormes sumas de dinero para mantenerse lejos del radar de las autoridades. “Le habría pagado 50 millones de pesos a una bruja para que rezara por él y mantuviera a las autoridades alejadas”, destacaron las fuerzas de seguridad, reflejando la desesperación y superstición que acompañaba al capo en su intento de eludir la justicia.

Con su captura, se abre un nuevo capítulo en la lucha contra uno de los clanes más peligrosos y poderosos de Colombia. La operación reafirma el compromiso de las autoridades por restaurar la paz y el orden en las regiones afectadas por el narcotráfico y la violencia del Clan del Golfo.