En un giro inesperado que ha reavivado controversias y recuerdos amargos, Hébert Veloza García, conocido como alias HH, fue puesto en libertad el jueves 25 de julio por orden judicial de la Ley Justicia y Paz. Este excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) estaba cumpliendo una pena privativa de la libertad por su participación en el asesinato de Vicente Castaño Gil, alias el Profe, uno de los líderes más prominentes de las AUC.
Alias HH había sido recluido en la cárcel de Itagüí, Antioquia, desde el 26 de diciembre de 2017, tras su extradición desde Estados Unidos, donde había cumplido condena por narcotráfico luego de la desmovilización del Bloque Bananero en 2004. Su liberación, ordenada por la Ley Justicia y Paz en una decisión judicial el 19 de julio, marca un nuevo capítulo en la compleja historia de este personaje polémico.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
El camino hacia la libertad para Veloza García no ha sido sencillo. En marzo de 2024, fue sentenciado a 18 años, 9 meses y 10 días de prisión por el crimen de Vicente Castaño, perpetrado en 2007 por orden suya. Este hecho subraya su rol clave dentro de las estructuras paramilitares que ‘desangraron’ a Colombia durante décadas.
Desde su entrada en las AUC bajo la tutela de alias Móvil 5, alias HH ascendió rápidamente y se destacó en el escenario del narcotráfico, trabajando estrechamente con Carlos Castaño, el fundador de las AUC. Su influencia se extendió más allá de los conflictos armados, participando en masacres y siendo señalado incluso en la muerte de Carlos Castaño, en un contexto de traiciones y disputas internas dentro del grupo paramilitar.
Tras su desmovilización y posterior extradición a Estados Unidos, Veloza García pagó una pena considerable por narcotráfico, de 13 años, pero no escapó del legado de violencia que lo persiguió. Regresó a Colombia en 2017 y desde entonces ha enfrentado múltiples acusaciones y procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad y narcotráfico, a pesar de sus intentos fallidos por obtener asilo en Estados Unidos.
La historia detrás de ‘HH’: Ascenso, poder y el misterio de su extradición
Hernán Darío Velázquez ingresó a las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu) como un paramilitar raso. Su carrera en este grupo armado fue meteórica; con el tiempo, ganó la confianza de los hermanos Castaño Gil, especialmente de Vicente. Ascendió hasta comandar los bloques Bananero en Urabá y el Calima en Valle del Cauca. Para el momento de las negociaciones de paz con el gobierno, en julio de 2003 en Santa Fe de Ralito, Córdoba, Velázquez ya era miembro del Estado Mayor de las AUC.
La historia de Velázquez se entrelaza con la violencia de las décadas de 1990 y 2000. Se unió a las Accu después de que las Farc le robaran un camión con mercancía en su ruta al Urabá. Aunque recuperó el camión, se vio obligado a trasladarse a Meta por temor a represalias. A finales de 1994, los hermanos Castaño fundaron el Bloque Bananero enviando un grupo de 20 hombres, entre ellos Velázquez, al municipio de Turbo.
A mediados de 2000, Velázquez fue enviado a Valle del Cauca para liderar un nuevo grupo de autodefensas en Buenaventura. Esta decisión se tomó después de que algunos empresarios se quejaran del anterior comandante, David Hernández, alias ‘39′, quien tenía a las autodefensas al servicio de ciertos narcotraficantes del Cartel del Norte del Valle. Una vez al mando del Bloque Calima, Velázquez inició una expansión agresiva desde el centro hacia el Pacífico, el sur y el departamento vecino de Cauca. Con el tiempo, el Bloque Calima extendió sus tentáculos a Huila, Quindío y Antioquia.
La figura de ‘HH’ sigue siendo tenebrosa, marcada por la violencia y el poder en las sombras. Su historia, compleja y enigmática, refleja el difícil proceso de reconciliación y justicia en un país que aún lucha por desentrañar todos los secretos de su pasado violento.