Sujeto apuñaló a una menor cuando salía del colegio en el sur de Bogotá: padres de familia no quieren enviar a sus hijos a clases

Algunos estudiantes se encuentran confinados en el barrio La Aurora, en la localidad de Usme, luego de que en la tarde del miércoles 24 de julio, un sujeto con gafas y tapabocas atacara a una menor de tan solo 12 años a la salida de su colegio.

Los padres de familia, según información divulgada por el Ojo de la noche, temen que el agresor pueda volver a presentarse a las afueras del plantel para atacar a un menor. El agresor, sin razón aparente, apuñaló en por lo menos dos ocasiones a la menor de edad, cuando la niña estaba acompañada por su hermano.

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Así lo habría relatado su madre en entrevista para la sección: “Anoche desde el sur de la ciudad, mi hija salió del colegio en su horario habitual, pero cuando salió, salió junto con unos compañeros (...) cuando de un momento a otro se apareció una persona y apuñaló a mi hija en el brazo derecho, se fue corriendo y, realmente, estamos preocupados por ella”.

La menor, indefensa y a la espera de un amigo con el que suele caminar hacia la casa, fue trasladada de urgencia a un centro médico cercano, pero el terror permanece en el área, evitando que algunos niños asistan a clases.

El agresor huyó con dirección a la avenida Boyacá y, aunque tanto su huida como el ataque quedaron registrados en las cámaras de seguridad del sector, no ha podido ser identificado por las autoridades que, tras conocer el caso informaron:

“La Policía Metropolitana de Bogotá lamenta profundamente el hecho que se presenta en la localidad de Usme, específicamente, en el barrio La Quinta, cuando una menor de edad se desplazaba desde el centro educativo hacia su residencia y fue interceptada por un sujeto, quien, sin mediar palabra, le ocasionó una herida con arma blanca en el antebrazo derecho. Una vez se tuvo conocimiento del hecho, se desplegó un equipo de infancia y adolescencia para realizar el correspondiente acompañamiento a la menor edad y a su familia. la Policía Nacional ha dispuesto un grupo de Policía judicial y de inteligencia, con el animo de buscar y ubicar a este sujeto, a fin de ser presentado ante las autoridades competentes”.

La violencia en Colombia sigue teniendo como blanco a los menores de edad, que se enfrentan a un entorno cada vez más hostil. Durante los primeros cinco meses de 2024, 441 niños, niñas y adolescentes fueron reportados como víctimas mortales o desaparecidos, según datos de la Fiscalía General de la Nación proporcionados a Infobae Colombia.

Datos que no demuestran una mejoría en comparación con el año anterior (2023), en el que, en total, 886 menores fueron asesinados o desaparecidos forzosamente.

El caso de Celeste Morales, junto con otros trágicos incidentes como los de Dilan Santiago Castro, Sara Sofía Galván, Maximiliano Tabares y Samuel Eduardo Cárcamo, son el vivo ejemplo del riesgo persistente e inminente que enfrenta la niñez en Colombia. En la mayoría de estos incidentes, los perpetradores han sido los propios padres o individuos cercanos al círculo familiar de las víctimas.

Laura Villamil, médica especialista en psiquiatría, salud mental y toxicomanías del hospital de Vall d’Hebron en España, analizó los patrones de comportamiento de quienes tienden a cometer crímenes contra menores. “Son personas que tienen ciertos rasgos en su personalidad identificables desde la infancia o adolescencia. Muchas de estas personas comienzan haciendo daño a animales y tienen conductas manipuladoras y mentirosas con sus padres o parejas”, explicó Villamil a Infobae.

Villamil destacó el papel de los padres o tutores legales que están atentos a los síntomas de alerta en los menores que puedan estar siendo maltratados: aislamiento, cambios conductuales, llanto frecuente, bajo rendimiento académico y evitación de ciertos lugares, son algunos de los indicios.

Por otro lado, la especialista aclaró que los trastornos de personalidad graves, como los narcisistas o psicopáticos, suelen ser difíciles de tratar y cambiar incluso con medicación. “La medicación puede modular síntomas como la irritabilidad o la ansiedad, pero no cambia la estructura de la personalidad”.

Es vital que las señales de abuso sean identificadas a tiempo para prevenir hechos violentos. Villamil subrayó que algunos cambios de comportamiento en los niños, como desnudarse sin razón aparente o comportamientos atípicos, deben ser investigados cuidadosamente por los padres y maestros.