Adolescente de la comunidad emberá denunció agresión de su pareja en el Parque Nacional

La mujer acudió a un Puesto de Mando Unificado (PMU) para denunciar la situación de la fue víctima

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Mujeres indígenas emberá habitan el parque Nacional en Bogotá - crédito EFE/Mauricio Dueñas Castañeda
Mujeres indígenas emberá habitan el parque Nacional en Bogotá - crédito EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

En la noche del miércoles 24 de julio, una menor indígena emberá, de 17 años, en estado de embarazo, denunció un episodio de violencia física por parte de su pareja en una inquietante situación que revela las crecientes preocupaciones sobre la protección y el bienestar de los jóvenes en comunidades vulnerables.

La adolescente, acompañada de su hermano menor, acudió alrededor de las nueve de la noche al Puesto de Mando Unificado (PMU), situado a las afueras del Parque Nacional, para reportar la agresión.

La víctima, quien presentaba signos claros de trauma físico, fue inicialmente dirigida a una unidad móvil de salud. Sin embargo, debido a la gravedad de sus lesiones, que incluían trauma cráneo-encefálico leve y trauma abdominal, la menor fue trasladada de urgencia a un centro hospitalario donde recibe atención médica especializada. La situación es aún más alarmante dada su condición de embarazo, que añade una dimensión adicional de riesgo y vulnerabilidad a su ya precaria situación.

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La Secretaría de Integración Social, encargada de velar por los derechos y la protección de los ciudadanos más vulnerables, tomó cartas en el asunto de manera inmediata. La denuncia fue presentada en la noche del mismo día ante la Comisaría de Familia del CAPIV (Centro de Atención Penal Integral para Víctimas), donde se adoptaron medidas de protección urgentes y provisionales para la joven mientras se avanza en el proceso judicial.

La entidad distrital ha hecho un llamado a la corresponsabilidad de la familia, la comunidad y el Estado en la protección de los derechos de los niños y adolescentes, subrayando su compromiso con la garantía de estos derechos y el rechazo a cualquier forma de violencia.

Mujeres indígenas embera mientras habitan el parque Nacional en Bogotá (Colombia) crédito EFE/Mauricio Dueñas Castañeda
Mujeres indígenas embera mientras habitan el parque Nacional en Bogotá (Colombia) crédito EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

Este incidente ocurre en un contexto de extrema vulnerabilidad para la comunidad emberá. La joven y su familia han estado viviendo en condiciones precarias en el Parque Nacional durante casi un año, una situación que ha sido motivo de preocupación para las autoridades locales.

La Lucha Diaria de la Comunidad Emberá en el Parque Nacional de Bogotá

Al ingresar al Parque Nacional en Bogotá, se perciben enseguida las condiciones adversas en las que vive la comunidad Emberá, que desde hace meses ha encontrado refugio en este emblemático pulmón verde de la ciudad. Los olores penetrantes del humo de la madera quemada invaden el aire, haciendo que los ojos ardan y la respiración se vuelva difícil. En este escenario, los niños corren descalzos y en ropa ligera, mientras las mujeres se ocupan de lavar y cocinar, y los hombres permanecen en vigilancia constante.

Mujeres indígenas embera mientras habitan el parque Nacional en Bogotá (Colombia) crédito EFE/Mauricio Dueñas Castañeda
Mujeres indígenas embera mientras habitan el parque Nacional en Bogotá (Colombia) crédito EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

La comunidad Emberá, un grupo indígena que ha enfrentado el desplazamiento forzado y la violencia, ha establecido un campamento en este parque, pero las condiciones son duras y las necesidades son evidentes. La falta de infraestructura adecuada y los recursos limitados han llevado a una vida de privaciones extremas.

En el parque, la vida para los niños, mujeres y ancianos es una lucha constante contra el hambre y el frío. María José, una joven de la comunidad que ha pasado toda su vida huyendo de la violencia, expresa la desesperación de su situación: “Es muy difícil cuando llueve, a veces entra mucha agua, no hay alimento, hay personas que no nos ayudan. Hay algunos niños que van al colegio sin alimento”.

La manifestación la realizan indígenas de la comunidad emberá que permanecen en el Parque Nacional - crédito @BogotaTransito/X
La manifestación la realizan indígenas de la comunidad emberá que permanecen en el Parque Nacional - crédito @BogotaTransito/X

La comunidad se enfrenta a condiciones de hacinamiento extremo, viviendo en cambuches improvisados que apenas ofrecen refugio. Los cambuches, a menudo improvisados con materiales precarios, no proporcionan la protección necesaria contra las lluvias y el frío.

Angélica, madre de dos pequeños de tres y cinco años, describe con dolor la dura realidad de su vida cotidiana: “Me toca mantenerlos en la carpa para que no salgan. Si los dejo salir, el frío los enferma. Eso es muy duro, no tengo dinero para comprar remedios. Tengo que llevarlos al hospital porque en casa se enferman más”, dice, mientras sus hijos se abrazan a sus piernas, todos descalzos.

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