Margarita Cabello ha gastado 40.000 millones en remodelaciones de la Procuraduría: y aún falta más

A menos de seis meses de que la procuradora Margarita Cabello entregue su cargo, nuevamente vuelve a entrar al ojo de la opinión pública después de que se dieran a conocer la exorbitante suma que autorizó para modernizar las instalaciones del ministerio público a nivel Nacional.

Según reveló un informe de la revista Cambio, el ente de control destinó entre 2021 y 2024 unos 40.000 millones de pesos a este rubro, incluido el proceso que actualmente está en curso por 10.000 millones para mantener al día las instalaciones.

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Esta millonaria contratación estaría ad portas de adjudicarse el próximo 9 de septiembre y tiene como finalidad realizar mantenimientos y arreglos locativos en las 139 sedes de la Procuraduría a nivel nacional, que incluye el cambio de pisos, labores de jardinería y revisión de aires acondicionados, cambio de baños y arreglos adicionales que se tendrán que terminar antes del 31 de diciembre, quince días antes de que Cabello termine funciones.

Previamente, la entidad firmó tres contratos por un valor total de 24.000 millones de pesos para el mantenimiento de sus sedes. En julio de 2021, se firmó uno por 6.111 millones, seguido de otro en septiembre de 2022 por 6.499 millones y otro en marzo de 2023 por 11.000 millones.

Aparte de las intervenciones en infrastructura, también se ha invertido en mobiliario para las sedes. En agosto de 2022 se firmó un contrato por 6.000 millones de pesos y el año pasado se adjudicó otro contrato por 1.500 millones con el mismo fin.

Sin embargo, la inversión en remodelaciones bajo la administración de Cabello ha llamado la atención, ya representa el triple de la inversión que ha hecho el ministerio público en los últimos diez años y, aunque la Procuraduría argumenta que los trabajos de mantenimiento son necesarios y están incluidos en su plan estratégico institucional 2021-2025, hay denuncias que afirman que en las diferentes sedes del ministerio público se han hecho remodelaciones completas al mobiliario, incluso, varias veces al año.

“El contrato contempla todas las acciones necesarias tendientes a mejorar, optimizar espacios, preservar y mantener en buen estado locativo las distintas sedes de la entidad en todo el territorio nacional, con el fin de brindar las mejores condiciones de trabajo a sus servidores para el cumplimiento de las funciones misionales”, señaló la Procuraduría al medio.

Pero algunos funcionarios han manifestado su preocupación por el aumento de la contratación en reparaciones y remodelaciones. Incluso, volvió a sonar el polémico caso del piso 15 del edificio central en Bogotá, donde se habría cambiado el mobiliario dos veces en menos de un año, sin contar con la remodelación que sufrió ese piso en 2020, cuando se cambiaron los pisos, lámparas y silletería de los funcionarios.

“Es cierto que se debe hacer un mantenimiento cada año, pero aquí lo que se han hecho son remodelaciones, que por austeridad solo deben hacerse en caso de riesgo de ruina o amenaza grave a la seguridad. Si eso pasa aquí, imagínese en las regiones”, comentó un funcionario de la Procuraduría al medio nacional.

Y es que entre 2014 y 2020, el ente de control invirtió un total de 8.700 millones de pesos en contratos que tenían como fin el mantenimiento de las instalaciones, mientras que en los últimos cuatro años el rubro de gastos cerrará en 41.000 millones.

Según se conoció, antes de la llegada de Margarita Cabello, en las 139 sedes de la Procuraduría ya se había invertido en el cambio de mobiliario y reparaciones locativas que, al parecer, solo duraron un año antes de volver a ser modificadas por la reciente administración.

Sin embargo, desde la entidad informaron en su momento que los primeros contratos que se adjudicaron porque el mobiliario adquirido ya estaba obsoleto, especialmente en la sede central de la Procuraduría, afirmaciones que fueron desmentidas por varios funcionarios que llevan años en las instalaciones.

Incluso, los trabajadores aseguraron que en el piso 15 del ministerio público en Bogotá, la administración anterior cambió sillas, mesas y poltronas justo unos días antes de que Margarita Cabello tomara posesión de su cargo, lo que desencadenó en ese momento una polémica por los gastos injustificados.