La Policía Nacional reveló detalles de la captura de un delincuente conocido como alias Lizarazo, que era considerado uno de los principales cabecillas de la estructura criminal conocida como Adán Izquierdo, que pertenece a las disidencias de las Farc.
De acuerdo con lo informado por el general William Salamanca, director de la Policía Nacional, el criminal se dedicaba a reclutar menores de edad para incrementar la presencia del personal en las filas del grupo armado que se encarga de atemorizar a las poblaciones para demostrar su presencia.
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A su vez, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, anunció en su momento que estos criminales han incrementado su presencia en el sector, generando afectaciones notables entre la comunidad local que habita “Desde la zona rural alta del municipio de Palmira hasta Buga, Tuluá y la zona rural de Sevilla”, según explicó la mandataria.
En cuanto a la caída de “Lizarazo”, la Policía Nacional y el Ejército de Colombia dieron a conocer que se dio en medio de un operativo en zona rural de Buga, donde se ubicaba la casa en la que se ocultaba el criminal y en la que contaba con varios explosivos, armas, municiones y celulares.
“En desarrollo de la ofensiva contra el reclutamiento de menores de edad dispuesta durante el encuentro de comandantes y en coordinación con el Ejército de Colombia, capturamos a alias Lizarazo, del frente Adán Izquierdo”, explicó el general Salamanca.
Entre los objetos que tenía al interior de la casa en la que se escondía, se destacan un arma tipo escopeta, algunos cartuchos, un revólver, tres celulares, y varios explosivos para generar los ataques en contra de la población y de las autoridades.
Y es que no solo se dedicaba a reclutar los menores de edad para instrumentalizarlos con fines de guerra, sino que se encargaba de adelantar acciones terroristas y amenazar a los comerciantes y ciudadanos para extorsionarlos y así financiar su actuar delictivo.
“El detenido, quien resultó herido tras enfrentarse a las autoridades, desde hace tres años hacía parte de esta estructura dinamizadora de homicidios, extorsiones, constreñimiento y acciones terroristas en el Valle del Cauca. Se incautaron 2 armas de fuego, munición y 3 radios”, explicó Salamanca.
Cabe mencionar que, el criminal vivía en una casa tradicional del sector, pero que contaba con el espacio disponible para guardar todas las armas y herramientas para el actuar delictivo del sujeto que, incluso, fue lesionado en un brazo, pues recibió a las autoridades a disparos y el equipo desplegado para el operativo respondió de la misma manera.
Este ha sido uno de los golpes más significativos del 2024 en contra de los criminales que se han tomado el Valle del Cauca, cuyos habitantes han vivido, a lo largo de su historia, la violencia en carne propia. La región está atravesando un difícil momento por causa de la presencia de estos y otros grupos criminales.
Violencia contra la fuerza pública
Los criminales no dejan de atentar en contra de los uniformados que trabajan por mantener la seguridad ciudadana en el Valle del Cauca. Precisamente, en el corregimiento de Potrerito, ubicado en el municipio de Jamundí, integrantes de las disidencias de las FARC atacaron a miembros de la Policía Nacional.
El incidente ocurrió el 20 de julio, cuando los agresores se posicionaron en un cerro cercano a la subestación de Policía y efectuaron múltiples disparos con fusiles. Las autoridades informaron que al menos dos policías resultaron heridos en el ataque, por lo que fueron transportados de inmediato a centros hospitalarios para recibir atención de emergencia debido a la gravedad de sus heridas.
Este hecho violento resalta la persistente situación de inseguridad en esta zona del país, donde grupos armados aún ejercen influencia.