El 17 de julio, un video del youtuber colombiano Juan Díaz, más conocido como Planeta Juan, se hizo viral en redes sociales por exponer los detalles de la que en su momento fue la habitación más costosa de hotel, que era la suite presidencial del Burj Al Arab de Dubai —Uno de los siete emiratos de la nación del suroeste de Asia—, que antes de ser parte de un recorrido turístico, era un espacio en el que se pagaba $40.000 dólares por una noche.
Es por ello que con la intención de mostrar un contraste de esta situación, en su último video el colombiano visitó “la cara oculta de Dubái”. Se trata de los campos de trabajo del emirato, una zona residencial exclusiva para trabajadores.
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En primer lugar, el creador de contenido destacó que estos espacios están ubicados a pocos minutos del centro de Dubái, con la intención de que los turistas no puedan observar este lugar a simple vista, puesto que allí residen principalmente migrantes de India, Pakistán y Afganistán.
Díaz ingresó a uno de los edificios de vivienda para trabajadores y tras conversar con uno de los residentes se enteró de que estos se dividen por unidades de hasta tres pisos, que tienen máximo 12 habitaciones por bloque y que en cada una deben dormir seis hombres.
Sobre las zonas comunes, el hindú le afirmó que 72 personas deben compartir la cocina y una zona de baños, lo que hace que aquellos que ingresan a trabajar a las 7:00 a. m. deban despertarse a las 4:00 a. m. o antes para tener un espacio en estos lugares para asearse y preparar su alimentación para la jornada, que para algunas labores se extiende hasta las 9:00 p. m.
Conversando con algunos migrantes, estos le explicaron al colombiano que la mayoría de trabajadores son hombres, puesto que llegan a Dubái para ejercer las labores que los ciudadanos en el emirato no desean hacer, como conducir rutas de transporte público o trabajar en construcción.
Respecto a las condiciones laborales, uno de ellos le indicó a Díaz que trabajaba como ayudante de obra, que por ello gana $350 dólares al mes (poco menos de $1,400.000 pesos) y que la mayoría de ese dinero lo enviaba a su familia en la India, ya que el hospedaje en la habitación y los servicios básicos, a excepción de la alimentación, estaban incluidos en el contrato que firmó.
Además de esto, expusieron que no son contratados de manera directa por empresas en Emiratos Árabes, sino que existen intermediarios que les ofrecen empleo en su país y se quedan con un porcentaje que desconocen, por hacer parte de la negociación.
Otro aspecto que sorprendió al colombiano es que la mayoría de ellos trabaja de lunes a sábado, ya que el domingo es usado para lavar ropa y hacer oficio en las zonas comunes, puesto que en la habitación de menos de ocho metros cuadrados solo cuenta con un locker y una nevera pequeña para ellos y deben secar la ropa dejándola en las rejas de la unidad.
Ese no es el único motivo por el que el domingo es el día de descanso, ya que indicó que en su experiencia, notó que el séptimo día de la semana es usado por las familias en Dubái para recorrer el emirato y así no se cruzan con los migrantes.
El colombiano afirmó que, desde su postura, este método era una “esclavitud moderna” a la que miles de hombres se ven obligados debido a la falta de oferta laboral en sus países o la inestabilidad económica que tienen allí.