En Colombia, la atención pública y mediática sobre los atuendos y accesorios de los políticos es una tendencia en auge. Esta vez, la controversia giró en torno a la senadora Martha Peralta, del Pacto Histórico, que es señalada por supuestamente portar unos aretes de esmeralda de altísimo valor durante la instalación del nuevo periodo legislativo el 20 de julio.
Las críticas hacia Peralta surgen en un contexto en el que otros políticos también fueron objeto de escrutinio por sus elecciones de vestimenta y accesorios. Un ejemplo es el presidente Gustavo Petro, que fue duramente criticado por usar unos zapatos de la prestigiosa marca Ferragamo, valorados en tres millones de pesos.
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Asimismo, la senadora Esmeralda Hernández, también del Pacto Histórico, fue cuestionada por llevar accesorios de lujo, como una visera, un reloj y unas gafas que sumaban aproximadamente tres millones de pesos. La polémica se intensificó cuando la congresista posó con estos artículos frente a la imagen de Ernesto Che Guevara en la Plaza de la Revolución, en Cuba.
El representante a la Cámara, Jota Pe Hernández, no escapó a este tipo de controversias, ya que fue objeto de críticas por usar unas zapatillas Speed de tejido de punto reciclado, cuyo precio en tiendas en línea oscilaba entre los 4.207.728 y los 5.050.000 de pesos. Estas elecciones de moda, consideradas por muchos como extravagantes, suscitaron debates sobre la coherencia entre el discurso político y el estilo de vida de los funcionarios públicos.
En el actual caso de Martha Peralta, los comentarios giraron en torno a unos supuestos aretes de esmeralda de la marca HYT Jewelry, cuyo valor oscilaría entre los 34.867.000 y los 36.000.000 de pesos. Estos costosos accesorios fueron vistos, según las críticas, durante la instalación de la tercera legislatura el 20 de julio. Además de los aretes, también se señaló que la senadora portaba un collar que aparentemente tenía un costo elevado, lo que avivó aún más la controversia.
La situación se intensificó cuando la senadora compartió un video en el que detallaba el crecimiento en diversos sectores, como la economía y el turismo, sobre los cuales el Gobierno de Gustavo Petro estaba trabajando. Sin embargo, fue en ese momento cuando los internautas comenzaron a investigar los accesorios que llevaba la senadora.
Las reacciones no se hicieron esperar. Diversos sectores de la opinión pública expresaron su descontento, bajo el argumento de que el uso de artículos de lujo por parte de los políticos es contradictorio con los ideales de austeridad y humildad que muchas veces promueven en sus discursos.
Usuarios recordaron una ocasión en la que supuestamente fue vista con un reloj Rolex Daytona en oro de 24 quilates valorado en 140.000.000 de pesos. Este recuerdo avivó aún más la atención sobre el nuevo caso de los aretes millonarios.
La situación se tornó más controvertida cuando surgieron comentarios críticos sobre el estilo de vida de los políticos, especialmente cuando una usuaria afirmó: “No es para ayudar a los POBRES de Colombia, es para seguir viviendo la vida de millonarios gracias a los impuestos que pagan todos los colombianos.” Este tipo de acusaciones han intensificado el debate sobre la coherencia y la transparencia de los funcionarios públicos en relación con sus promesas y su conducta personal.
Otro usuario no escatimó en críticas y señaló que no conocía la procedencia de los accesorios que usó la senadora, teniendo en cuenta que en el pasado ella defendió su punto sobre la pobreza y que había que darle más oportunidad a la región de La Guajira: “Oiga @marthaperaltae de donde saco pa comprar esas joyas tan costosas de diamantes y esmeraldas?”.