El 22 de julio, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se reunió con el presidente Gustavo Petro para discutir varios temas cruciales para el futuro de la capital colombiana. A través de una rueda de prensa, el mandatario compartió los principales puntos abordados durante el encuentro, al destacar la importancia de avanzar en la generación de energía sostenible y la implementación de un esquema de aseo más eficiente en la capital colombiana.
Uno de los temas centrales de la conversación fue la posibilidad de generar energía sostenible en Bogotá. Según el alcalde Galán, se exploraron alternativas para avanzar rápidamente hacia la creación de una “comunidad energética” en la ciudad. Este proyecto busca reducir la dependencia de otras regiones para el suministro energético, una necesidad que el presidente Petro enfatizó durante el encuentro. La propuesta de una comunidad energética en Bogotá representa un paso significativo hacia la autosuficiencia energética y la sostenibilidad ambiental.
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Galán destacó la importancia de agilizar estos procesos para garantizar que se resuelvan pronto las discusiones sobre las redes de transmisión. “Hablamos de la posibilidad de avanzar y lo vamos a hacer en cómo generar energía sostenible en Bogotá, inclusive planteamos la posibilidad de avanzar rápidamente en una comunidad energética en Bogotá que permita buscar alternativas, porque el presidente nos planteó la necesidad de que este territorio también genere energía y reduzca la presión que hay sobre otras regiones,” afirmó Galán.
Este compromiso entre el Gobierno local y el nacional busca no solo mejorar la capacidad de generación de energía en Bogotá, sino también promover la utilización de fuentes renovables.
Otro tema crucial discutido durante la reunión fue el manejo del esquema de aseo en Bogotá. El actual esquema de aseo tiene vigencia hasta el primer semestre de 2026, y la administración de Galán trabaja con la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) para diseñar un nuevo modelo que favorezca la “economía circular”
“El segundo tema que hablamos con el presidente tiene que ver con el manejo del esquema de aseo en Bogotá. Ustedes saben que Bogotá tiene un esquema de aseo que termina en el primer semestre de 2026, estamos trabajando desde el principio con la CRA para avanzar en un nuevo esquema de aseo que garantice un paso real hacia un manejo circular para Bogotá y no lineal como el que tenemos hoy en día, y en ese sentido dependemos en parte de la regulación nacional”, explicó Galán.
La transición hacia una economía circular en la gestión de residuos implica un cambio profundo en cómo se manejan los desechos en la ciudad. El objetivo es reducir, reutilizar y reciclar la mayor cantidad posible de residuos, minimizando el uso de rellenos sanitarios y promoviendo prácticas más sostenibles. Esta iniciativa requiere no solo cambios a nivel local, sino también ajustes en la regulación nacional para facilitar la implementación de nuevas tecnologías y métodos de gestión de residuos.
¿Qué es la economía circular de la que habla el alcalde de Bogotá?
En los últimos años, la economía global sigue un modelo lineal caracterizado por la producción, el uso y el desecho de bienes y recursos naturales. Este enfoque, conocido como economía lineal, resultó en un consumo desmedido y la explotación intensiva de los recursos naturales, lo que llevó a la acumulación de desechos en rellenos sanitarios.
En Bogotá, este modelo se ejemplifica con el relleno sanitario de Doña Juana, donde una gran cantidad de residuos termina su ciclo de vida, de acuerdo con la misma Alcaldía de Bogotá.
El modelo de economía lineal se manifiesta en casos como el de la industria de productos electrónicos. Por ejemplo, las empresas extraen materias primas vírgenes, fabrican productos como televisores, los consumidores los adquieren y, una vez que estos dispositivos se dañan, son desechados y enviados a rellenos sanitarios, contribuyendo a la creciente problemática de residuos.
En contraste con la economía lineal, la economía circular propone un enfoque más sostenible y amigable con el medio ambiente. Este modelo busca reducir, reutilizar y reciclar los recursos, inspirándose en los ciclos naturales donde los elementos se reintegran continuamente en el sistema. En una economía circular, los productos están diseñados para durar más y ser reparados, renovados o reciclados al final de su vida útil.
Aplicando este enfoque a la misma industria de productos electrónicos, un televisor que se daña no se convierte automáticamente en desecho. En lugar de ello, el consumidor podría optar por repararlo, venderlo como parte de pago para adquirir un nuevo dispositivo, o devolverlo a la empresa fabricante. Esta, a su vez, se encargaría de desmantelar el televisor y reutilizar sus componentes en la producción de nuevos productos, cerrando así el ciclo y minimizando la generación de residuos.