Una nueva masacre sacudió el departamento de Antioquia, pero esta vez en el municipio de Cocorná. Según las primeras informaciones, en la madrugada de este domingo 21 de julio llegaron hombres fuertemente armados hasta el barrio La Granja, en la zona urbana del municipio, y abrieron fuego contra cuatro sujetos.
En total, fueron tres las víctimas fatales que dejó el ataque sicarial. Además, la cuarta persona fue trasladada de inmediato a un centro asistencial y se desconoce su estado de salud, aunque fue remitido hasta un hospital de mayor categoría en el municipio de Rionegro, cerca de Medellín.
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Una vez se conoció el caso, las autoridades locales llegaron hasta el lugar para adelantar las labores de levantamiento e identificación de las víctimas, quienes aparentemente son hombres de entre 17 y 31 años. Entre los fallecidos se encuentran Juan Lisandro Agudelo Agudelo y Joan Sebastián Castaño Mejía, asociados inicialmente con un expendio de drogas, según las pesquisas.
El suceso ocurrió sobre la 1:50 a. m., poco después de la celebración del Día de Independencia, en la cual se implementaron dispositivos de seguridad especiales en Cocorná y en todo el departamento. Además, esta masacre se produce menos de una semana después de otra registrada en el municipio de Titiribí, en el suroeste antioqueño.
Aunque no se han definido los autores materiales e intelectuales de la masacre, el aumento de la violencia coincide con la expansión de organizaciones criminales como el Clan del Golfo, ahora conocido como Ejército Gaitanista (EGC).
El comandante de la Región No. 6 de la Policía, brigadier general Rosemberg Novoa, ya había confirmado la estrategia del grupo armado para dominar el oriente antioqueño, impulsada en parte por el auge de la minería ilegal en ríos como el Samaná, Dormilón, Calderas y Armas.
“El Clan del Golfo se autodenomina los Pacificadores de Samaná y tienen claras intenciones de expansión en esta área”, afirmó el general Novoa. Añadió que varios cabecillas del Clan se han desplazado a la zona para ejecutar dicho objetivo, decisión que muchas autoridades habían negado para evitar estigmas y daños económicos.
“En el área de clima caliente (límites de Granada con San Carlos, Argelia y Sonsón) voceros del Clan del Golfo que supuestamente vienen desde el Magdalena Medio subiendo por Cocorná y Granada, han asistido a varias reuniones de acciones comunales a decirles que van a cuidarlos, que están a la orden por si tienen alguna dificultad, que están es para colaborar con la comunidad”, comentó una fuente enterada a El Colombiano.
48 horas antes ocurrió otra masacre en Antioquia: esto es lo que se sabe
En Titiribí, Antioquia, se reportó un triple homicidio en la noche del viernes 19 de julio de 2024. Las víctimas fueron dos hombres y una mujer, según confirmó el coronel Carlos Andrés Martínez, comandante de la Policía Antioquia. De acuerdo con el oficial, los asesinatos ocurrieron durante un enfrentamiento entre los grupos criminales La Miel y San Pablo.
Las autoridades indicaron que, aunque los asesinatos se produjeron en diferentes lugares, estos están relacionados por la distancia geográfica. El coronel Martínez precisó que los homicidios sucedieron en la vereda La Albania del municipio de Titiribí, en la vía nacional.
Los cuerpos fueron encontrados en dos inmuebles distanciados, pero vinculados por la cercanía. Según las investigaciones, se atribuye la autoría de estos hechos al grupo criminal organizado La Miel, en un acto relacionado con disputas por rentas ilegales.
La Policía confirmó que dos de las víctimas fueron José Fernando Velásquez Molina, de 59 años, y Aída Marcela Echavarría, de 42 años, oriunda del municipio de Andes. Sobre la tercera persona, se conoce que es un hombre de aproximadamente 32 años, cuya identidad aún no ha sido confirmada.
Indepaz, a través de su cuenta de X, comentó sobre la situación en Antioquia: “La estrategia de ocupación adelantada por las EGC y los grupos de crimen organizado en los municipios del Suroeste pareciera ir más allá del establecimiento de un escenario de control de tal magnitud que los convierta en actores decisivos en las dinámicas locales territoriales, ni en la garantía de seguridad, como otrora lo hicieran los grupos paramilitares”.
En lo que va de 2024, Antioquia registra un total de 753 muertes violentas. La mayoría de los crímenes han sido cometidos con armas de fuego y elementos cortopunzantes. Este evento marca la masacre número 39 en el año.