Gustavo Petro, pese a duras críticas y abucheos, calificó ambiente en instalación del Congreso como “atmósfera mágica”

Luego de su intervención ante el Congreso de la República, en la ceremonia de instalación del tercer periodo legislativo, el presidente Gustavo Petro hizo en la tarde del domingo 21 de julio de 2024 una participar reflexión acerca del ambiente que se vivió en el Salón Elíptico del Capitolio. E, incluso, con sus acostumbrados términos metafóricos, indicó que había una “atmósfera mágica” en el recinto.

Petro, que por más de una hora hizo un fuerte llamado a los legisladores para aprobar las reformas que serán impulsadas por el Gobierno, en especial la reforma agraria y a la salud, además de que defendió los logros de su administración, le restó importancia a los fuertes señalamientos en su contra. Y, también, a los abucheos de los que fue blanco a su salida del Congreso, por congresistas opositores.

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En su perfil de X, y con un tono más reposado, ajeno a la evidente tensión que supone para él comparecer ante el Congreso, Petro tuvo algunas palabras para resumir cómo fue su 20 de julio: el segundo como mandatario, luego de ganar los comicios de 2022 y convertirse en el primer mandatario de izquierda en el país. De hecho, durante su discurso, recordó que él solía estar en los pupitres y no desde el atril.

“Me pareció cuando fui al recinto de la Cámara de Representantes, que allí, con todas las energías de Colombia cruzadas y hasta antagónicas, lo más sublime y el lodo más lodo, que habría una atmósfera mágica para recibir el discurso presidencial”, afirmó Petro en su mensaje, que como era de esperarse, causó opiniones a favor y en contra de la percepción que tuvo sobre esta jornada.

En el complemento de su publicación, a su vez, destacó cómo el Congreso es más plural, con participación de diferentes grupos poblacionales que responden, en su concepto, a los intereses generales del pueblo.

“El parlamento cada vez más es de mujeres, de negros, de indígenas y trabajadores, no es la vieja élite de terratenientes y familias llamadas ‘de bien’ ya no es un parlamento de élites, debe ser y será un parlamento del pueblo”, manifestó el jefe de Estado; aunque algunos de esos grupos políticos hoy estén alejados de su proyecto, a dos años del final del periodo constitucional.

Asimismo, en otra de sus publicaciones, en las que explicó el motivo de su tardanza por casi tres horas al desarrollo del desfile militar por las calles de Bogotá, Petro aprovechó para pasar factura a la oposición, por lo que consideró un fracaso en las movilizaciones que fueron convocadas en la capital de la República y en otras partes del país; todo esto en pro de manifestarse contra las políticas del Ejecutivo.

“La oposición fracasó en su movilización social, salieron fueron las campesinas y campesinos a exigir una reforma agraria; en las calles, salió el pueblo a felicitar a los jóvenes de un Ejército del pueblo, en donde muchas mujeres comandaron los regimientos de desfile. Armas, mujeres y pueblo, una nueva base de la protección de la nación”, afirmó el primer mandatario, que tuvo una impresión positiva de este día.

Sin embargo, no hizo énfasis que, durante su discurso, en el que pidió perdón por los graves actos de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (Ungrd), y en el que endilgó responsabilidades sobre el exdirector Olmedo López, Petro evitó referirse al momento en que algunos de los parlamentarios se burlaron de él, cuando quiso sacar pecho por su trabajo calificándolo de “eficiente”.

Tampoco del instante en el que abandonó el recinto y un buen número de congresistas le gritaron “fuera Petro”, lo que causó hilarantes reacciones no solo en el Salón Elíptico, sino también en redes. En especial de uno de sus más fuertes críticos: el representante Miguel Polo Polo, que tuvo la intención -también cuestionada- de referirse a aspectos personales del presidente, como su relación con Verónica Alcocer.