Alerta por intoxicados y muertos con alcohol metílico en Bogotá: qué es lo que está pasando

La mayoría de las víctimas comparte características comunes, como la vulnerabilidad socioeconómica, el trabajo en empleos informales y graves daños en su salud, como lesiones cerebrales severas

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En Bogotá ya hay 42
En Bogotá ya hay 42 víctimas fatales de intoxicación por alcohol metílico - crédito Canva

En el más reciente periodo de vigilancia intensificada publicado por el Ministerio de Salud, y que comprende los meses de diciembre (2022) y enero (2023), el consolidado nacional de personas intoxicadas por licor adulterado con metanol, fueron 54 los casos reportados, del total de personas afectadas 41 fallecieron, lo cual representa una letalidad mayor al 70%.

En Bogotá, el aumento de casos, tanto de intoxicados como de muertos, ha prendido las alarmas. La médica Jennifer Cárdenas Romero, especialista en Medicina Forense de la Universidad Nacional, lideró una investigación en la que determinó que en la capital se han reportado 42 víctimas fatales de intoxicación por alcohol metílico.

La experta se planteó el objetivo de seguirle el rastro a los casos que ingresaron entre noviembre de 2022 y enero de 2023, (un mes más acorde a las cifras publicadas por el Ministerio de Salud), a la sede central del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Bogotá.

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Uno de sus descubrimientos es que la mayoría de las víctimas comparte características comunes, como que son personas en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica, trabajan en empleos informales y presentaban graves daños en su salud, como lesiones cerebrales severas y afectaciones en los riñones.

En conversación con el diario El Tiempo, la experta explicó que existe una importante diferencia entre el alcohol etílico y el metílico. El primero está en las bebidas alcohólicas como el vino y la cerveza; aunque su ingesta desproporcionada es perjudicial para la salud, el cuerpo humano lo puede procesar. El segundo, por su parte, es altamente tóxico: “Por eso su uso se reduce a productos industriales como anticongelantes o disolventes, pero nunca debe ser consumido”.

Cárdenas agregó que mientras el etanol produce embriaguez y la mayoría de las veces su consumo no lleva a la muerte, el metanol, incluso en pequeñas cantidades, puede causar ceguera, daño cerebral permanente o la muerte.

Las víctimas fatales del alcohol
Las víctimas fatales del alcohol metílico no tuvieron en cuenta o no se dieron cuenta la precariedad de los envases del líquido que consumieron - crédito Foto Archivo Infobae

Ambos son difíciles de identificar, porque tiene aromas y sabores similares y esto hace que se les facilite el trabajo a las bandas criminales que quieren conseguir ganancias con su adulteración y venta. Los consumidores no pueden distinguir entre un alcohol adulterado y uno sin intervención. “Aunque en Colombia está prohibida la venta de metanol para consumo humano, hay quienes se las ingenian para meter gato por liebre”, indicó la experta.

La investigación duró más de un año e incluyó una exhaustiva revisión de 42 expedientes de necropsia que contenían información sobre los antecedentes toxicológicos, los síntomas, los signos y la atención médica.

La edad promedio de las víctimas fue de 54 años, con una escolaridad que en ningún caso superó el bachillerato, y la mayoría eran trabajadores informales, vendedores ambulantes, comerciantes o personas dedicadas al cuidado del hogar.

De hecho, todas las personas que murieron intoxicadas por metanol eran de estratos 1 y 2, ubicados en el centro y sur de la ciudad. “Los mapas elaborados mostraron una clara concentración en las localidades de Santa Fe y San Cristóbal; además, la mayoría había comprado el licor adulterado en algún sitio y se lo había llevado a beber a su casa”, indica la experta.

Todas las personas que murieron
Todas las personas que murieron intoxicadas por metanol eran de estratos 1 y 2 - crédito Jesus Aviles/Infobae.

Según el estudio, todo parece indicar que las víctimas fatales del alcohol metílico no tuvieron en cuenta o no se dieron cuenta la precariedad de los envases del líquido que consumieron.

De acuerdo con la investigadora, eran botellas de plástico con tapas sencillas, comercializadas a precios muy bajos, entre 2.700 y 3.000 pesos. Por esta razón, la experta hace hincapié en la urgente necesidad de más programas de prevención.

Por otra parte, aclaró que persisten las fallas en el sistema de salud para detectar estos casos. “Algunas personas llegaron inconscientes a los hospitales y los médicos no sospecharon de intoxicación por metanol, y si no se sospecha, no se diagnostica, por eso es importante que el personal de salud esté entrenado para detectar la intoxicación y darle un manejo oportuno”.

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