Se cumple un año de los diálogos entre Shottas y Espartanos, los grupos delincuenciales aseguraron que su compromiso con la paz urbana sigue adelante, pero pidieron reunirse cinco minutos con el presidente Gustavo Petro.
Las organizaciones criminales emitieron un comunicado en el que señalan: “Nosotros como hijos e hijas del distrito especial de Buenaventura y hoy voceros reconocidos dentro de la mesa sociojurídica que el día de hoy cumple un año de su instalación expresamos la firme voluntad de paz y reconciliación las estructuras ‘Shottas’ y ‘Espartanos’, y conociendo su entrega por la paz de Colombia y la relevancia que usted señor presidente ha dado a la paz urbana, solicitamos un espacio de conversación para ratificar el compromiso que hoy tienen las estructuras ‘Shottas’ y ‘Espartanos’ y expresar dudas e inquietudes. De ante mano muchas gracias por su pronta respuesta”.
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Shottas y Espartanos reconocieron la voluntad del mandatario por mantener la paz urbana en el territorio, y resaltaron su intención de seguir firmes con el proceso. El pasado 5 de julio, la ciudad logró una cifra importante, pues duró dos meses sin homicidios tras la tregua entre ambos grupos. De acuerdo con Alejandro Ocampo, en sesenta días las muertes disminuyeron en un 70%, y las que sucedieron fueron por casos ajenos a la violencia de estos grupos. A raíz de estos registros, el congresista criticó su salida de la mesa de diálogo.
“Iniciamos teniendo a Buenaventura como una de las ciudades más violentas de América Latina y hoy es una de las ciudades con menos homicidios en Colombia. Después de semejantes resultados, nadie entiende por qué Otty Patiño decide cambiar la mesa, en lugar de apoyar el proceso. Solo a él se le ocurre cambiar el equipo”, dijo en entrevista con Colombia+20. Fabio Cardozo es el nuevo jefe negociador en la mesa de paz de Buenaventura.
Ocampo afirmó que hubo reclamos por $2.900 millones para inversión social que la ciudad ha estado esperando. Por otro lado, se cuestionó, desde esta mesa, la falta de acciones de la Fiscalía para frenar los crímenes. “A mí me preocupa la paz de Colombia en manos de Otty Patiño, porque desde que llegó al cargo no ha habido avances”, dijo el congresista en entrevista con El Espectador.
Ante su salida de la mesa, Alejandro Ocampo afirmó que “es sorpresivo porque hemos tenido logros importantes como la disminución del 70 por ciento del homicidio en Buenaventura”. Junto a él, fueron retirados otros seis negociadores, incluyendo al obispo de Buenaventura, Monseñor Rubén Darío Jaramillo, y al superintendente de Subsidio Familiar, Luis Guillermo Pérez.
“En el tema de paz urbana, primero, no quería hacerlo, no creía en el proceso y luego se dedicó a debilitarlo”, agregó el congresista, criticando la falta de cumplimiento de acuerdos por parte de Otty Patiño y mencionando que la situación de paz en el país está colapsada.
Otro de los temas que generan preocupación en Buenaventura son los evidentes casos de extorsión contra la sociedad civil. Ante esto, el obispo de la ciudad, monseñor Rubén Darío Jaramillo, que era el mediador del conflicto con el respaldo de la Iglesia Católica, aseguró que Shottas y Espartanos no han dejado de lado este delito.
“Les pido el favor, en nombre de Dios, que cese la extorsión. Nos están matando a todos con esto. Se los digo a ‘Diego Bustamante’ y a ‘Jorge Papaya’, con los que yo hablo directamente. Estamos cansados, no son justos tantas lágrimas, muerte y el dolor de nuestras personas y que se tengan que ir del territorio donde han nacido para ir a otra parte”, dijo en una eucaristía el pasado 14 de julio.