Por robarle la patineta eléctrica, lanzaron a un joven deportista desde un puente peatonal en Bogotá

En medio de la lucha del joven por recuperarse en una UCI en la capital de la República, los allegados del joven denuncian la falta de avances en la investigación y exigen medidas de seguridad

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El joven de 26 años, que soñaba con ser entrenador deportivo, señaló que dos sujetos lo arrojaron del puente de la calle 153 para robarle - crédito Alcaldía de Bogotá / El Espectador / Archivo Particular
El joven de 26 años, que soñaba con ser entrenador deportivo, señaló que dos sujetos lo arrojaron del puente de la calle 153 para robarle - crédito Alcaldía de Bogotá / El Espectador / Archivo Particular

Felipe Roble, un joven de 26 años, fue asaltado en la madrugada mientras regresaba a su casa en Bogotá en una patineta eléctrica tras ver un partido de fútbol. El ataque sucedió en el puente de la calle 153 con autopista Norte, lugar señalado por presentar alta incidencia de delitos violentos.

En la madrugada de ese día, Roble, que recientemente había regresado al país para continuar su carrera como profesor de deportes, fue brutalmente atacado hasta quedar malherido.

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Según declaraciones de su suegro, Javier Galvis, recogidas por El Espectador, “Felipe recibió un golpe en la cabeza y tiene un pulmón estallado. El sábado lo sacaron del coma inducido y logró escribir en una tabla que fueron dos los sujetos que le hicieron esto”.

Felipe se encontraba en la casa de un amigo, viendo el partido de Argentina contra Ecuador la noche del 4 de julio, y salió, alrededor de las 12:20 de la madrugada del 5 de julio. Galvis indicó que las cámaras del Distrito captaron al joven dirigiéndose hacia el puente a bordo de su patineta eléctrica, pero “las cámaras son giratorias y cuando vuelven a enfocar, solo se observa a un sujeto subiendo la patineta a un taxi”.

El joven fue encontrado gravemente herido por un vigilante de una obra cercana, quien dio aviso a la Policía. Galvis también habló con Caracol Radio y explicó: “Mi yerno había caído en la parte norte de la Autopista en el carril de Transmilenio. Ahí estaba el vigilante de una obra y dio aviso a la policía. A la 1:05 am fue ingresado a la unidad de urgencias del Hospital Simón Bolívar”.

El reporte inicial del ingreso al hospital indicaba que se trataba de un intento de suicidio. No obstante, al recuperar la consciencia, Felipe desmintió esa versión, afirmando que había sido arrojado del puente por dos individuos que lo atacaron para robarle su patineta y su celular. Según declaraciones obtenidas por Alerta Bogotá, Galvis subrayó: “Lo forcejearon dos personas y lo tiraron del puente a la autopista para robarle la bicicleta, la patineta y el celular”.

Galvis, enfatizando la gravedad del ataque, añadió: “Su estado es crítico y tienen que hacerle una cirugía de reconstrucción de la mandíbula porque quedó pulverizada, tiene roto el pómulo e inflamación cerebral, no lo han podido operar”. Además, explicó que Felipe tiene una infección que los médicos están tratando y necesita un tubo circular para la cirugía.

El ambiente de inseguridad en la zona se ha intensificado en las últimas semanas. Galvis denunció a El Espectador, que “Esta zona del puente de la 153 se ha vuelto muy vulnerable ante la delincuencia. Hace 20 días ocurrió un atraco en el que a un conocido le dieron un batazo para quitarle la bicicleta. También en Mazurén, en el puente de Toberín, son zonas muy complicadas”.

Las autoridades han sido criticadas por su lenta respuesta. La familia de Felipe enfrenta dificultades para avanzar en la denuncia y en la investigación del caso. Galvis declaró: “Hasta hace unos días pudimos hacer el trámite y en la Fiscalía nos dicen que siendo tan grave el asunto, es raro que las autoridades no hayan avanzado. El fiscal lo asignarán en un plazo que puede durar dos semanas”.

Felipe se encuentra aún en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) luchando por su vida. Su familia y seres queridos han pedido mayor seguridad en la zona para evitar que tragedias similares sigan ocurriendo. Galvis remarcó en conversaciones con los medios ya mencionados que, “Deben reforzar la seguridad para que casos así no le ocurran a nadie más”.

La familia de Felipe está solicitando justicia y la captura de los responsables del violento ataque. Insisten en que la ola de inseguridad en Bogotá debe ser abordada de manera efectiva por las autoridades para evitar más víctimas.

Felipe, quien había estado entrenando a jóvenes en deportes como el tenis en Los Ángeles, regresó a Bogotá para continuar con su carrera y contribuir a su comunidad. Ahora, su sueño de ser un destacado entrenador deportivo se encuentra en riesgo debido a la violencia desmedida presente en su ciudad natal. Galvis concluye, “Está vivo de milagro”.

Según las declaraciones de los familiares de la víctima, hechos de inseguridad también se han registrado en el puente de la estación de Toberín y Mazúren - crédito archivo Colprensa
Según las declaraciones de los familiares de la víctima, hechos de inseguridad también se han registrado en el puente de la estación de Toberín y Mazúren - crédito archivo Colprensa
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