La creciente incertidumbre y temor que se vive en el suroccidente de Colombia debido a la operación de los frentes guerrilleros Carlos Patiño, Dagoberto Ramos, Jaime Martínez y Adán Izquierdo, especialmente después de que el Gobierno nacional anunciara el fin del cese al fuego con el Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, ha llevado a las comunidades locales a encontrar en la música un medio de expresión y resistencia.
Recientemente, ha circulado en redes sociales una canción titulada Un grito de libertad, cuya autoría e interpretación se mantienen en el anonimato por motivos de seguridad. Sin embargo, la canción ha resonado profundamente en las comunidades afectadas y denuncia la violencia y la coacción ejercida por las disidencias de las Farc en la región.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Uno de los fragmentos más destacados menciona: “En los campos de Colombia la sangre corre sin cesar, bajo la sombra oscura de las Farc, campesinos sufren en silencio, sus tierras tomadas, su libertad secuestrada”, dejando expuesto el dolor y la impotencia de muchas familias campesinas que han perdido a sus seres queridos y su autonomía.
También se hace un fuerte rechazo al reclutamiento forzado de menores, un problema grave que ha afectado el futuro de muchos jóvenes: “Niños arrancados de sus sueños, convertidos en guerrilleros de una causa cruel, inocencia violada, risas apagadas en un infierno donde sus madres mueren de dolor”.
La situación de las poblaciones indígenas también tiene un lugar prominente en la canción. Un verso señala: “Indígenas encadenados en sus propias tierras, sus culturas pisoteadas sin piedad. La guerrilla no conoce de respeto, solo trae destrucción y maldad”.
La presencia del narcotráfico es otro problema grave mencionado en el tema Un grito de libertad. La letra denuncia cómo las disidencias de las Farc utilizan el comercio de la cocaína para financiar sus actividades, engañando a los campesinos con promesas engañosas.
“A las Farc compran coca y cambian por balas, engañando al campesino con promesas falsas, alimentan el cáncer de destrucción y tristeza, nuestro grito se alza: basta ya Farc”, se escucha en la canción que se ha convertido en sinónimo de protesta y fiesta, especialmente en los departamentos del Valle del Cauca y Cauca.
La canción se ha convertido en una herramienta poderosa para las comunidades, canalizando su frustración y su deseo de cambio. Aunque los responsables de la canción prefieren mantenerse en el anonimato, el impacto de sus palabras ha trascendido en las tiendas de barrio, bares y discotecas de la región, convirtiendo a la música en una voz colectiva que busca justicia y libertad.
Explosivo de las disidencias de las farc impactó hogar comunitario del Icbf en Argelia, Cauca
Un explosivo impactó en un hogar comunitario del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en la zona rural de Argelia, Cauca, sin causar víctimas ni heridos, pero dejando daños materiales, según informó la institución.
Los hechos ocurrieron durante el 17 de julio y la directora general de la institución, Astrid Cáceres, hizo un llamado a los actores armados para que respeten los espacios donde conviven niños y niñas, destacando la vulnerabilidad de estos lugares en medio del conflicto armado.
La situación en Cauca también ha llevado al desplazamiento masivo de cerca de 1.900 familias debido a los combates entre el Ejército, el Estado Mayor Central de las Farc y la Segunda Marquetalia en varios corregimientos del municipio. El alcalde de Argelia, Osman Guaca, describió el escenario actual como un “drama humanitario” con una afluencia continua de desplazados y recursos limitados para atender la crisis.
En Popayán, la personera Lina Muñoz confirmó la llegada de desplazados a la capital del departamento, derivada de los enfrentamientos. “La situación es compleja debido a los enfrentamientos entre grupos al margen de la ley. Lo que nos compete es brindar el apoyo,” manifestó Muñoz.
En respuesta a la gravedad de lo ocurrido, se llevó a cabo un consejo de seguridad en Popayán donde se discutieron nuevas medidas para restaurar el orden público y asistir a la población afectada. Por su parte, el Icbf anunció que todas sus sedes en Cauca y el litoral pacífico nariñense desplegarán una bandera blanca con su logo como símbolo de la campaña por la paz y un llamado a los actores armados a evitar acercarse a estos espacios.