El representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidad, ONU, en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, se pronunció sobre la importancia de extender el cese al fuego bilateral entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Este cese al fuego, que se estableció inicialmente el 3 de agosto de 2023 por un lapso de 180 días, deberá concluir en dos semanas.
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Ruiz Massieu destacó: “Hemos visto muchos beneficios del cese al fuego entre el ELN y el Gobierno, y sería beneficioso que ese cese se extendiera, se prorrogara y ojalá también se ampliara porque tiene campo para ampliarse, para ser más benéfico para las comunidades y para el país de manera general”. Según publicó EFE, Ruiz Massieu, que también es jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, valora este proceso como fundamental para la paz en el país.
El cese al fuego, el más largo entre el ELN y cualquier gobierno colombiano, ha sido “observado de manera amplia por las dos partes”, explicó Massieu en una entrevista con el medio mencionado. Destacó que esta tregua ha permitido construir confianza no solo en la mesa de diálogos, sino también ha tenido efectos positivos para las comunidades locales. “Esto no hay que perderlo de vista”, enfatizó.
El Gobierno colombiano y el ELN retomaron las negociaciones de paz en noviembre de 2022, lo cual condujo al establecimiento del cese al fuego en agosto del siguiente año. Sin embargo, el estado actual de la negociación se describe como “congelado” debido a diferencias entre las partes. Ruiz Massieu señaló que el malestar del ELN se debe, en parte, a la decisión del Gobierno de intentar iniciar diálogos regionales con una facción de esta guerrilla en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
“A pesar de las tensiones, la mesa ha demostrado en muchas ocasiones su capacidad para resolver problemas y avanzar”, destacó Massieu, y añadió: “Nosotros seguimos confiando en que pueden, a través del diálogo, tanto el ELN como el Gobierno, tratar de resolver sus diferendos y que el proceso se vuelva a encauzar”.
El 3 de agosto de 2023 marcó el inicio del cese al fuego bilateral de 180 días entre el Gobierno y el ELN, como parte de un nuevo esfuerzo de negociación de paz. Según amplió EFE, Massieu considera que, si hay voluntad política, el cese podría prolongarse. “Esperamos que se hagan esfuerzos para prorrogarlo. Todavía quedan algunos días y vamos a ver si eso es posible”, afirmó.
“Es crucial no perder de vista los efectos positivos para las comunidades”, reiteró Massieu. El objetivo es que esta tregua no solo se mantenga, sino que también se extienda y se amplíe.
Los procesos de paz
Carlos Ruiz Massieu explicó la interdependencia entre los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la implementación del acuerdo de paz de 2016 firmado con las Farc. Según Ruiz Massieu, “hay una relación prácticamente de interdependencia” entre ambos procesos. Dijo que los espacios dejados por las antiguas Farc no han sido ocupados por el Estado o instituciones civiles, sino por otros grupos armados.
Ruiz Massieu indicó que esta situación requiere que “la implementación plena del acuerdo de 2016 necesite avanzar en estos diálogos” con el ELN. Además, explicó que para que estos diálogos fructifiquen, es indispensable que la implementación de los acuerdos de paz avance. “Hay una mutua interdependencia”, afirmó, añadiendo que es crucial lidiar con los grupos armados que permanecen activos en el país.
El 11 de marzo, Ruiz Massieu presentó su informe trimestral en la ONU sobre el estado de la implementación del acuerdo de paz con las Farc, y reconoció el compromiso del Gobierno colombiano con este objetivo. No obstante, señaló que “la complejidad de las dinámicas de violencia que afectan a Colombia requiere una respuesta multifacética”. Esta complejidad se refleja en numerosos desafíos, incluyendo la seguridad y la reforma rural.
Uno de los puntos críticos abordados por Ruiz Massieu fue la reforma rural, un área que, aunque priorizada por la actual administración, todavía está muy lejos de alcanzar sus objetivos. El diplomático destacó que “hay motivos de preocupación; además de los avances que reportamos, siempre hay motivos de preocupación por las áreas que todavía requieren más esfuerzo,” siendo la reforma rural uno de estos puntos clave.
En cuanto a las preocupaciones en materia de seguridad, Ruiz Massieu mencionó que, desde la firma del acuerdo de paz en 2016, más de 420 firmantes han sido asesinados, así como centenares de líderes sociales y defensores de derechos humanos. Por eso, destacó la necesidad de “redoblar las medidas de seguridad precisamente para eliminar estos fenómenos.”
A pesar de los desafíos, Ruiz Massieu asegura que ha habido importantes avances en varios aspectos de la implementación del acuerdo de paz. También recordó que la implementación del acuerdo fue proyectada para un periodo de 15 años, de los cuales han transcurrido siete y medio. Durante este tiempo, se han logrado significativos progresos, aunque no siempre al mismo ritmo en todas las áreas. Este progreso desigual se debe a factores como “la falta de recursos” y las prioridades políticas de los tres gobiernos que se han sucedido desde 2016.