Investigan caso de estudiante que se disparó con un arma de fuego en el baño de su colegio

Una niña de 16 años ingresó un arma de fuego a su colegio y en medio de la jornada se dirigió hasta el baño y se propinó un disparo, lo que le ocasionó la muerte ante la gravedad del impacto. El ruido alertó al personal educativo que acudió rápidamente para auxiliar a la joven.

Pese a los intensos esfuerzos por salvarle la vida a la menor de edad, los miembros de la institución educativa Francisco Antonio de Ulloa confirmaron que murió en el lugar de los hechos.

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La versión fue confirmada por el coronel Jhon Freddy Zambrano, comandante de la Policía de Popayán, que indicó lo siguiente: “Se trata de una menor de 16 años, quien se autolesiona con un arma de fuego en el baño del colegio”, según información revelada en entrevista con la revista Semana.

Del mismo modo, se confirmó que los hechos se presentaron sobre las 10:30 a. m. del martes 16 de julio de 2024, por lo que las alertas se encendieron y las directivas del colegio se comunicaron con las autoridades que acudieron de inmediato al lugar para verificar la situación.

Cabe mencionar que, la adolescente se dirigió hasta el baño de la institución aprovechando la soledad en las diferentes zonas del plantel educativo, teniendo en cuenta que la mayoría de sus compañeros se encontraban en los salones de clases para tener una jornada de aprendizaje normal, pero esta intención se vio interrumpida por el trágico hecho.

Ante la gravedad de esta situación, las autoridades adelantan las averiguaciones correspondientes para determinar los motivos que llevaron a la menor de edad a autolesionarse, por ejemplo, si tenía problemas en su casa o con sus compañeros y también se espera confirmar de dónde sacó el revólver.

Hasta el momento, no se tiene un pronunciamiento oficial por parte de la alcaldía de Popayán ni la Secretaría de Educación de la ciudad, por lo que se espera que entreguen más detalles sobre lo sucedido en los próximos días.

Este caso vuelve a poner en conversación la importancia de prestar atención a la salud mental de los menores de edad y jóvenes en todo el territorio nacional, teniendo en cuenta que pasan por bastantes presiones por la edad y cambios en su entorno.

En 2023, Medicina Legal reportó un total de 230 suicidios de niños, niñas y adolescentes en Colombia. La cifra alarmante se acentúa con 140 casos registrados solo en el primer trimestre de 2024. Estas estadísticas han generado una alerta significativa en diferentes entidades de salud y de protección social del país.

Diversos factores contribuyen a este fenómeno, entre los cuales se encuentran: la violencia en los entornos familiares y sociales, el conflicto armado, el acoso escolar, y el consumo de sustancias psicoactivas, según informes de la Procuraduría General de la Nación ha manifestado su preocupación por el incremento de los trastornos mentales en la población joven, indicaron medios locales.

De manera específica, el Ministerio Público advirtió sobre el aumento de síntomas de depresión, ansiedad y trastornos de comportamiento. Estas afecciones no solo afectan la calidad de vida de los menores, sino que también incrementan los riesgos asociados como la deserción escolar, los intentos de suicidio, y los casos de suicidio consumado.

Además, las estadísticas evidencian una relación entre los trastornos mentales y el abuso de sustancias psicoactivas. Según los expertos, el consumo de estas sustancias puede actuar como un escape temporal, pero podrían agravar la situación mental de los jóvenes.

Ante este panorama, es fundamental que el gobierno y las instituciones correspondientes fortalezcan las políticas de prevención y atención en salud mental para niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Expertos en salud coinciden en que se necesitan medidas integrales que incluyan la identificación temprana de problemas, el fortalecimiento de redes de apoyo, y el acceso a servicios de salud mental adecuados.