Conozca dos lagunas imperdibles cerca de Bogotá para el avistamiento de aves

El avistamiento de aves ofrece una de las experiencias más cautivadoras para aquellos que buscan conectarse con la naturaleza. Este pasatiempo no solo involucra el deleite de escuchar su melodioso canto y admirar sus coloridas plumas, también observar cómo estas especies se organizan en su hábitat natural. Los entusiastas de la fotografía también encuentran en esta actividad un enclave perfecto para capturar imágenes impresionantes de la vida silvestre.

Una excelente manera de disfrutar de esta experiencia es visitando las lagunas cerca de Bogotá, donde los cuerpos de agua no solo son vitales para la región, también sirven como refugio para una diversificada avifauna de la Zona Andina del país.

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Las Lagunas de Siecha, ubicadas en el municipio de Guasca, Cundinamarca, al norte del Parque Nacional Natural Chingaza, forman un conjunto de tres lagunas - Fausto, América y Siecha. Siecha en la antigua lengua muisca significa “Hombre de agua”. Este sendero es parte del Parque Chingaza y está a una hora al nororiente de Bogotá, en pleno corazón de la cordillera oriental.

Este lugar sagrado, recorrido por los muiscas en homenaje al agua, permite a los visitantes aproximarse a una gran variedad de aves mientras exploran el territorio ancestral. Además, las lagunas son consideradas templos sagrados donde los antiguos pobladores practicaban diversos ritos y ofrendas a sus dioses. Contratar servicios de empresas de turismo que operan en la zona es clave para disfrutar plenamente de la experiencia de explorar estas aguas ancestrales.

Por otro lado, las Lagunas de Buitrago en Chingaza se despliegan en la vasta extensión del Parque Nacional Natural Chingaza. Este parque, un tesoro de biodiversidad y patrimonio cultural ubicado en el centro de Colombia, ofrece la posibilidad de descubrir dos cuerpos de agua que drenan hacia el Orinoco y el Magdalena.

Chingaza alberga no solo especies de fauna y flora andina, sino también conserva secretos y tradiciones heredadas de los muiscas y guayupes, pueblos indígenas que históricamente protegieron este territorio, junto a comunidades campesinas que lo habitaron hace unas pocas décadas.

El recorrido por Chingaza dura aproximadamente cinco horas y atraviesa un ecosistema de páramo, pasando por quebradas, miradores y farallones rocosos de origen glaciar. Este entorno proporciona al visitante la oportunidad de observar una asombrosa biodiversidad, en especial durante las visitas guiadas por los senderos del parque.

Chingaza resulta ser un lugar ideal para el turismo de observación de aves. Entre las especies que se pueden avistar destacan los patos barcinos, también conocidos como anas flavirostris, pato paramuno, pato jergón o cerceta barcina, y muchas otras aves que habitan el páramo.

Para visitar las lagunas y avistar aves de manera óptima y responsable, se recomienda:

• Equipo y vestimenta adecuada: llevar ropa y calzado apropiados para caminatas y clima variable, preferiblemente en colores neutros.
• Binoculares y guías de aves: utilizar binoculares para observar aves a distancia y llevar guías para identificarlas.
• Planificación previa: informarse sobre rutas, horarios y regulaciones. Consultar con guías locales o agencias de turismo puede ser beneficioso.
• Respetar el entorno: seguir senderos marcados, no recolectar flora o fauna, llevarse la basura y no alimentar a los animales.

• Uso de dispositivos electrónicos: Mantener dispositivos en silencio y apagar el flash de las cámaras.
• Hidratación y alimentación: llevar suficiente agua y snacks, asegurándose de no dejar residuos.
• Hora ideal: visitar en las primeras horas de la mañana o final de la tarde para maximizar avistamientos.
• Guías locales: contratar guías locales para una experiencia enriquecida y segura.
• Conocimiento previo: informarse sobre los comportamientos y hábitats de las aves a avistar.
• Seguridad personal: respetar normas de seguridad, informar a alguien sobre el plan de visita y llevar un botiquín básico.