El caos que se originó en la final de la Copa América 2024, celebrada en el Hard Rock Stadium de Miami, provocó una ola de reacciones, especialmente tras el comunicado emitido por la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) sobre los incidentes que terminaron con el arresto de su presidente, Ramón Jesurún Franco, y su hijo Ramón Jamil. La representante a la Cámara Catherine Juvinao se manifestó en contra de las declaraciones contenidas en dicho comunicado, al destacar lo que considera una justificación inaceptable de las acciones del ejecutivo.
Según reportes de medios locales y registros judiciales, el arresto se produjo tras un altercado que tuvo lugar en un elevador del estadio después del partido, el cual estuvo marcado por la presencia masiva de aficionados sin entrada que lograron ingresar al recinto, lo que provocó desórdenes y caos generalizado en las instalaciones.
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En ese sentido, el comunicado de la FCF, que buscaba esclarecer los hechos ocurridos antes y después del evento deportivo, describe una serie de altercados y medidas de seguridad de última hora que tuvieron lugar para garantizar la integridad de los asistentes. Se señala que la organización deportiva relató que, desde tempranas horas del domingo 14 de julio, se presentaron situaciones tensionantes y confusas en el estadio, lo que derivó en la implementación de nuevas medidas de seguridad.
En relación con el incidente específico que involucró a Ramón Jesurún y su familia, el comunicado señala que, después del partido, durante la ceremonia de premiación, hubo impedimentos por parte de la seguridad privada del estadio para que la delegación colombiana accediera a la gramilla, a pesar de estar debidamente identificada. Este obstáculo generó un reclamo vehemente por parte de algunos integrantes de la delegación.
Uno de los reproches, según el comunicado, fue expresado por un familiar del presidente de la FCF, lo que provocó una respuesta de uno de los guardias que desencadenó una serie de agresiones y momentos de alta confusión. La reacción del presidente Jesurún fue justificada en el comunicado como un “impulso paternal”, dado que uno de los reclamantes y posteriormente reducido por los guardias era su hijo Ramón Jamil.
“El presidente de la Federación, Ramón Jesurun impulsado por su instinto paternal, pues uno de los reclamantes y posteriormente reducido por los guardias fue su hijo Ramón Jamil, se apresuró a reclamar por lo sucedido, pero terminó desbordado por la situación, al encontrarse en el corredor con su esposa, hijos, hijas y nietos menores de edad”, se leyó en el documento de la FCF.
Esta justificación fue duramente criticada por la representante a la Cámara Catherine Juvinao, miembro del partido Alianza Verde, que por medio de su cuenta de X (antes Twitter) comparó esta afirmación con el controvertido término “crimen pasional”, que históricamente ha sido utilizado para justificar actos de violencia, específicamente hacia las mujeres.
“De los mismos creadores de ‘crimen pasional’, llega… ‘instinto paternal’ 🤦🏼♀️”, escribió la congresista, por lo que generó una amplia discusión en redes sociales sobre la terminología y las implicaciones de tales justificaciones.
Cabe destacar que, el término “crimen pasional” tiene una larga y polémica historia en Colombia. Un estudio de la Universidad Nacional de 2020 detalló que, durante el periodo entre 1890 y 1936, el aparato judicial colombiano utilizaba este término para mitigar la responsabilidad y la pena de los agresores en casos donde los celos, la infidelidad o el adulterio eran desencadenantes. El Código Penal de 1890 incluso mencionaba el homicidio legítimo de la mujer sorprendida en actos carnales ilícitos, así como el asesinato del hombre encontrado con una mujer casada.
A pesar de los avances en la legislación, el uso de términos como “crimen pasional” sigue siendo una preocupación, ya que representa una afrenta a la memoria de las víctimas de feminicidio y a sus familias. La crítica de Juvinao resalta la necesidad de evitar justificaciones que puedan trivializar o minimizar actos de violencia, independientemente del contexto en el que ocurran.