Luego de que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos identificara a la organización criminal Tren de Aragua como una creciente amenaza transnacional —con actividades que van desde el tráfico y trata de personas hasta el lavado de activos y el tráfico ilícito de drogas—, poco a poco se conocen más detalles de sus operaciones en Colombia.
Brian Nelson, subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera de Estados Unidos, afirmó el pasado jueves 11 de julio que esta organización, con raíces en Venezuela y Colombia, está incrementando su presencia en las comunidades estadounidenses, convirtiéndose en un gran desafío para la seguridad hemisférica.
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Las advertencias del Gobierno estadounidense se centran en el tráfico de personas y la creación de rutas ilegales hacia Estados Unidos, particularmente hacia Florida, con puntos clave en Miami, aunque entregaron pocos detalles sobre cómo funciona la estructura criminal.
Sin embargo, una investigación realizada por El Tiempo dio a conocer cuáles serían los puntos que el Tren de Aragua tendría en Colombia para fortalecer sus servicios como “coyotes”, que finalmente termina siendo una trampa para cientos de migrantes ilegales.
Una de sus rutas principales sería la de ‘La Piscinita’, que permitiría el ingreso de líderes del grupo criminal a Estados Unidos a través de las costas de Florida, junto con miles de migrantes ilegales.
Según comentaron expertos como Gustavo Azócar Alcalá, líder de la ONG Comité Internacional de Familiares y Amigos de los Migrantes Desaparecidos (Mived) al diario nacional, esta ruta involucra múltiples puntos de tránsito, desde Venezuela y atravesando por Colombia para, finalmente, llegar hasta Estados Unidos. “Los migrantes generalmente son transportados por tierra hacia San Antonio del Táchira, cruzando hacia Cúcuta, Colombia, y de allí son trasladados en vuelos hacia Bogotá y luego a San Andrés”, explicó Azócar.
Una vez llegan a San Andrés, los migrantes son aglomerados en pequeñas embarcaciones artesanales que deben transportar entre 30 y 40 personas, lo que ha llevado a numerosos naufragios y muertes. Fotografías de pasaportes y pertenencias encontradas en las costas son evidencia de esta peligrosa travesía.
“En San Andrés los esperan para llevarlos a posadas. Incluso, hay casos en los que los llevan a casas escondidas en las cercanías de la playa. Sobre la una o dos de la mañana los recogen nuevamente y los llevan al sector de ‘La Piscinita’, donde varias embarcaciones artesanales y pesqueras pequeñas los recogen”, comentó el líder de la ONG a El Tiempo.
El coste de estos viajes es elevado, oscilando entre 1.500 dólares para migrantes latinoamericanos y hasta 5.000 dólares para aquellos provenientes de Asia o lugares lejanos. La ruta incluye peligrosos transbordos entre pequeñas islas y territorios hasta alcanzar Corn Island, Nicaragua, desde donde los migrantes continúan su travesía terrestre hacia Estados Unidos.
La denuncia de Azócar también detalla que la actividad del Tren de Aragua en San Andrés amenaza con un asentamiento criminal en esta región. Mived ha llevado estas denuncias ante las autoridades colombianas desde 2023, sin resultados específicos hasta la fecha. A pesar de acudir a varias fiscalías, incluyendo la de Bogotá y San Andrés, no se han realizado detenciones ni allanamientos.
Sin embargo, una denuncia presentada en Bucaramanga en agosto de 2023 resultó en la detención de 25 personas, entre ellas miembros de la Armada Nacional de Colombia y Migración Colombia, pero la red de tráfico de migrantes parece tomar más fuerza, según información de Homeland Security, revelada en marzo de 2024, que indica que Nicaragua juega un papel crucial facilitando este tráfico ilegal.
“La complicidad del gobierno nicaragüense en la operación de ‘La Piscinita’ es alarmante”, afirmó un informe del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de los Estados Unidos.
Además, estudios realizados por Mived indican que aproximadamente 20.000 migrantes han utilizado esta peligrosa ruta marítima en los últimos cinco años, en parte porque el Tren de Aragua ha extendido sus operaciones con el apoyo de otras organizaciones criminales en San Andrés y Nicaragua, como ‘Los Miquitos’.
A pesar de que el régimen de Nicolás Maduro niega la existencia de esta organización, las actividades del Tren de Aragua han dejado una estela de violencia, extorsiones y amenazas en varios países de la región. En Colombia, además del tráfico de cocaína y la explotación sexual, compiten con el ‘clan del Golfo’ por el control del tráfico de migrantes.