El Ejército Nacional se encuentra en una intensa búsqueda, después de que dos soldados identificados como Jhon Ferney Rosales y Yilver Solarte adscritos al Batallón de Ingenieros No. 12 “Gr. Liborio Mejía”, en Florencia (Caquetá) en las últimas horas.
Según la información conocida hasta el momento, los uniformados emprendieron la huida con dos fusiles de dotación, además de cargadores y munición de estas, por lo que la institución desplegó un equipo especializado para encontrar a los dos militares.
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Los dos soldados se fugaron el sábado 13 de julio, mientras el resto de sus compañeros ya estaban descansando, por lo que aprovecharon el relajamiento en la seguridad de la base para escapar de la institución.
La Base Militar de San Antonio de Atenas fue el escenario de la fuga, de acuerdo con las fuentes. Por ahora, las autoridades judiciales militares también investigan si la huida de los uniformados estaría relacionada con alguna irregularidad en la pérdida de armamento dentro del Ejército Nacional.
De hecho, el presidente Gustavo Petro pidió al comandante del Ejército, mayor general Luis Emilio Cardozo, que se asegure de que no haya personal comprometido con la desaparición de armas y municiones dentro de la institución. La solicitud de Petro se dio durante la toma de mando de Cardozo el 31 de mayo de 2024, señalando que discutiría este tema directamente con el jefe de Estado en una próxima reunión
Además, Cardozo expresó su intención de gestionar las instituciones públicas con transparencia y enfatizó la importancia de judicializar a quienes incurran en actos de corrupción. “Es una intención muy clara, que las instituciones públicas tienen que ser manejadas con transparencia. Nosotros permitimos la corrupción acá, no solamente sacamos a esas personas que hacen mal uso de los bienes públicos, sino que también los judicializamos y los ponemos a las órdenes de la Fiscalía”, comentó el general.
En Caquetá, disidencias de las Farc confirmaron que construyeron el internado ‘Gentil Duarte’
San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá, ha sido escenario de una controversia después de que se conociera sobre la construcción del internado “Gentil Duarte.” A pesar de que el alcalde Luis Trujillo Osorio aseguró en su momento que esta obra fue emprendida por la comunidad, el comandante Calarcá Córdoba, perteneciente a las disidencias de las Farc, sostuvo que su grupo fue el responsable de la edificación.
El internado, valorado en alrededor de $3.000 millones, se encuentra ubicado en medio de la selva y está equipado con instalaciones que incluyen un polideportivo y baños para la comodidad de los menores. Según ‘Calarcá Córdoba’, entre su grupo “no hay corruptos”.
El nombre del internado rinde homenaje a alias Gentil Duarte, un líder disidente de las Farc fallecido en 2022 en un área entre Colombia y Venezuela. Calarcá Córdoba mencionó que además de este internado, también han financiado la construcción de puentes, carreteras y parques infantiles. Detalló que una parte del financiamiento proviene de cobros a contratistas estatales quienes pagan un porcentaje acordado, y también de un “impuesto” a los compradores de coca.
Por su parte, la Gobernación de Caquetá se ha negado a recibir la construcción, argumentando que los fondos utilizados provienen de actividades ilícitas como la extorsión y el narcotráfico. “No podemos legitimar construcciones financiadas con dinero sucio”, argumentaron autoridades locales.
El rechazo de la Gobernación se acentuó al conocer que dichas obras no solo representan un dilema ético, sino que también revelan la profundidad de la influencia de grupos disidentes en áreas rurales. Estas obras, aunque mejoran ciertas condiciones locales, están intrínsecamente ligadas a prácticas ilegales que perpetúan un ciclo de crimen y corrupción.