Los residentes de los barrios Girardot, Santa Lucía y Versalles en Magangué, Bolívar, están alarmados por la posible ruptura de los jarillones del río Magdalena. La Procuraduría General de la Nación ha pedido al alcalde Pedro Alí que informe sobre las acciones urgentes para proteger a la comunidad.
De acuerdo con la Procuraduría Provincial de Magangué, la ruptura de estas barreras podría inundar entre el 30% y el 40% del municipio, poniendo en riesgo a numerosas familias.
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La entidad de control comunicó que funcionarios se reunieron con las familias más vulnerables para supervisar las medidas adoptadas por la alcaldía. Asimismo, la Procuraduría exigió al alcalde que aclare las acciones tomadas después de las inundaciones del 9 de julio, provocadas por intensas lluvias que afectaron muchas viviendas.
El gobernador de Bolívar, Yamil Arana, ha proporcionado asistencia a las familias, pero ahora estas enfrentan la amenaza de un colapso por las lluvias que han ocasionado inundaciones. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) advirtió en un informe técnico sobre las posibles pérdidas humanas y daños significativos en la infraestructura.
El reciente comunicado por parte de la Ungrd dirigido al gobernador de Bolívar, advierte que el deterioro de la estructura podría provocar graves inundaciones en cuestión de minutos.
Las áreas más afectadas serían los barrios Girardot y Versalles, que podrían inundarse en menos de treinta minutos, mientras que el resto de la zona urbana de Magangué podría ser alcanzada por el agua en un máximo de dos horas. El informe de la Ungrd detalla que la rapidez del avance del agua y su profundidad complicarían las operaciones de rescate.
El director de la Ungrd, Carlos Carrillo, anunció desde Montería que se están revisando los diseños de las obras en Magangué para tratar los puntos críticos de inundación identificados en la región de La Mojana. Carrillo explicó que cerrar el flujo de agua en un punto incrementa la presión en otras áreas del dique, elevando el riesgo de inundación en el municipio.
En declaraciones a Blu Radio, el alcalde Pedro Alí subrayó la falta de recursos para abordar la situación y pidió apoyo al Gobierno nacional. “Estamos ante una posible catástrofe que el Gobierno nacional no ha abordado seriamente”, afirmó. Destacó la necesidad de una intervención inmediata del gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego para reubicar a las familias en riesgo.
Debido a la gravedad de la situación, el alcalde solicitó una intervención urgente y efectiva: “Estamos a punto de ahogarnos si no tomamos medidas inmediatas”, enfatizó en su mensaje al presidente Petro. Además, resaltó que más de siete mil familias y más de 40 mil residentes de 40 barrios podrían estar en peligro.
El gobernador de Bolívar visitó la zona afectada y se comprometió a gestionar recursos y apoyo para afrontar la crisis. Arana solicitó al Ministerio de Medio Ambiente y al Instituto Nacional de Vías (Invías) un diagnóstico inmediato y la asignación de fondos para las reparaciones necesarias.
No solo en el departamento de Bolívar se han tomado medidas para el posible colapso del río. Las autoridades del Atlántico también están llevando a cabo diversas intervenciones en áreas urbanas y rurales, así como en canales y arroyos de los municipios, anticipándose al esperado Fenómeno de la Niña.
La atención se ha centrado en el Canal del Dique, el Embalse del Guájaro y el río Magdalena, que actualmente presenta un nivel de 6.70 metros en la estación San Pedrito, en el municipio de Santa Lucía. Según los cálculos, para agosto el río podría alcanzar los 9.30 metros, lo que activaría la alerta roja por riesgo de desbordamiento.
Eduardo Verano, gobernador del Atlántico, ha señalado que se están realizando reuniones con los alcaldes, el equipo de la administración departamental y las comunidades para coordinar las actividades necesarias y monitorizar las intervenciones ya realizadas. “Estamos haciendo una reunión con todos los alcaldes, el equipo de la administración departamental y las comunidades”, señaló el gobernador.
Las fuertes lluvias han elevado los niveles del Río Magdalena, generando una presión adicional sobre el dique, por lo que las autoridades están considerando evacuaciones preventivas y la instalación de campamentos temporales para los habitantes.