Por presencia de bandas delincuenciales en Bogotá, varios delitos podrían dispararse en 2026, denuncian desde el Concejo

Una denuncia hecha desde el Concejo de Bogotá advierte el riesgo inminente que puede generar para la ciudad la presencia de grupos delincuenciales, y esto podría desembocar en un aumento considerable de los casos en varios de los delitos que más azotan a la capital del país, entre ellos el hurto a personas y la extorsión.

Esta seria advertencia se dio en medio de un debate de control político llevado a cabo en la corporación, y en el cual el concejal de la Alianza Verde, Julián Espinosa, indicó que por la presencia de 55 bandas delincuenciales que hacen presencia en la ciudad, de aquí al 2026 la situación podría tornarse mucho peor.

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El hurto a personas podría llegar a tener un incremento del 39% de los casos, mientras que en los casos de extorsión sería del 28%, aseguró Espinosa, quien explicó en medio de la sesión que por cuenta de 55 bandas delincuenciales que operarían en Bogotá, según la directiva 015 de 2016 y un estudio hecho por la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) en el año 2023, en la ciudad se mueven todo tipo de empresas criminales.

Desde Grupos Armados Organizados (GAO) como el ELN (Ejército de Liberación Nacional), el Clan del Golfo y las disidencias de las Farc; Grupos de Delincuencia Organizada (GDO) como el Tren de Aragua, Los Paisas y Los Boyacos, y Grupos de Delincuencia Común Organizada (GDCO) como Los Espartanos, Los Pelados y Los Motorratones, entre otros, serían algunos de los grupos que, además de subcontratarse entre sí, estarían en una constante guerra por el control del territorio para apoderarse de líneas de microtráfico o zonas para extorsionar.

“En Bogotá, todas estas bandas criminales ejercen el multicrimen de diversas formas. Primero, se disputan los territorios por el control de las economías ilícitas a través de tres ejes fundamentales y corredores estratégicos: la frontera nororiental, principalmente en Suba y Usaquén, con capacidad de expansión hacia los municipios de la sabana; la frontera occidental, en Engativá, Fontibón y parte de Suba; y el suroccidente, en Bosa, Ciudad Bolívar y Kennedy, con un nodo central en Corabastos, conectando también con Usme, San Cristóbal y municipios vecinos” detalló el concejal.

Según las proyecciones que se manejan desde el Concejo, “para 2026, el hurto podría subir un 39.8%, llegando a cerca de 221.000 casos, y la extorsión un 28%, alcanzando los 2.000 casos en Bogotá”, comentó el cabildante, quien aclaró que estas dos delitos son las principales fuente de financiación de esas bandas.

La situación pone en evidencia lo que mencionó el director del Observatorio de Seguridad, Andrés Nieto, en entrevista con CityTV, sobre cómo opera por ejemplo el Tren de Aragua en Bogotá, y que por medio de un outsourcing delincuencial, “lo que hicieron fue identificar bandas más pequeñas que ya están funcionando acá, hacerlas parte de la macroestructura y permitirles usar el nombre (de la organización), en especial para el tema de extorsión, lo que genera miedo, genera zozobra, y les permite controlar”.

Por tal razón, concluye Espinosa, se deben “concentrar nuestras capacidades de inteligencia, investigación y judicialización en una ‘burbuja de inteligencia’ para identificar a los delincuentes, conocer sus ubicaciones y métodos de operación”.

En este punto “es crucial una intervención estructural en los mercados ilícitos, como la receptación de celulares, autopartes y drogas, para erradicar estas actividades ilegales”, para lo que es necesaria la implementación de “procesos que faciliten la identificación y captura de los responsables, mediante un sistema de recompensas e incentivos sociales”, cerró el cabildante.

Durante el primer semestre de 2024, Bogotá experimentó un notable aumento en casos de delitos sexuales, violencia intrafamiliar y extorsión, según cifras del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco).

La extorsión mostró el mayor incremento, con un 79,3 %, elevándose de 627 denuncias entre enero y junio de 2023 a 1.124 en el mismo período de 2024. Gran parte de esto se debe al impacto de las bandas criminales que operan en Bogotá, reflejado en actos violentos como el ocurrido el 26 de junio, cuando un hombre lanzó una granada contra un local comercial en el norte de la ciudad. Aunque el artefacto no explotó, el evento resalta la gravedad del problema y la intimidación hacia los negocios.

Entre las localidades más afectadas por las extorsiones destacan Los Mártires con un 245,3 % de incremento, seguido por Ciudad Bolívar (181,8 %), Teusaquillo (178,6 %), Antonio Nariño (133,3 %), Engativá (126,7 %), Fontibón (112 %), Barrios Unidos (95 %), Suba (93,2 %), Kennedy (70 %), y Santa Fe (66 %), según datos de la Policía Nacional.

La violencia intrafamiliar también registró un incremento significativo del 67,8 %, pasando de 13.292 denuncias en el primer semestre de 2023 a 22.306 en 2024. Los Mártires registró el mayor aumento con 353,8 %, seguido de Teusaquillo (240,3 %) y Fontibón (209 %). Las mujeres constituyeron el 70,6 % de las víctimas, y los picos de violencia ocurrieron durante las madrugadas de domingos a miércoles, con un predominio del uso de armas blancas.

En tanto, los delitos sexuales incrementaron un 19,7% en Bogotá durante los primeros seis meses de 2024, acumulando 3.315 denuncias, comparado con las 2.770 del mismo periodo en 2023. Al igual que en los casos de violencia intrafamiliar, las mujeres registraron el mayor número de denuncias, con un 71,2%, y los días y horarios con más casos reportados fueron las tardes de miércoles a viernes y las mañanas de los lunes.

Localidades como Los Mártires (147%), Chapinero (87,7%), y Candelaria (60,9%) estuvieron entre las más impactadas por este dos delitos.