Una joven paciente de la Clínica Mar Caribe en Santa Marta ha denunciado un presunto intento de abuso sexual por parte de un enfermero mientras estaba internada en la institución. La víctima, que en diferentes medios de comunicación solicitó mantener su identidad bajo reserva por razones de seguridad, reveló los detalles del incidente que comenzó en la noche del 6 de julio.
Según la joven, ingresó a la clínica tras sufrir una caída que empeoró una fractura previa en su mano. Después de recibir atención de emergencia, le administraron diclofenaco para el dolor y fue hospitalizada a la espera de una cirugía. Más tarde, alrededor de las 9 de la noche, un enfermero no identificado llegó a su habitación con la intención de aplicar una segunda dosis de medicamento.
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La denuncia detalla que el enfermero, nombrado como Jaime por algunos medios, como Blu Radio y Seguimiento.co, solicitó a la paciente que se diera la vuelta para inyectarle el medicamento, argumentando que era dipirona según su testimonio, aunque la clínica sostiene que fue diclofenalco.
Mientras le administraba la inyección, el enfermero comenzó a masajear sus glúteos, supuestamente para “relajar el músculo”. La situación se tornó incómoda y atemorizante, según la denunciante, cuando el masaje derivó en tocamientos inapropiados y preguntas de índole sexual.
La joven narra que en determinado momento sintió que el enfermero se masturbaba mientras continuaba masajeándola y rozándola con sus genitales. Aterrada, la paciente intentó disuadir al hombre diciendo que ya no sentía dolor, pero este continuó con mayor insistencia.
Finalmente, la situación se interrumpió cuando ella solicitó ir al baño. Minutos después, un médico tratante ingresó a la habitación, dando un parte de tranquilidad, momento en el cual la paciente no relató lo sucedido por el miedo que experimentaba.
Tras comunicar el incidente a un amigo, la joven presentó una queja formal en la clínica al día siguiente. Sin embargo, considera que la respuesta de la institución no ha sido adecuada frente a la gravedad del asunto: La clínica únicamente le informó que se estaba llevando a cabo un proceso interno para esclarecer los hechos, sin proporcionar el nombre del enfermero implicado ni detalles sobre las acciones tomadas.
La víctima decidió hacer pública su denuncia a través de medios como Seguimiento.co y Blu Radio, buscando obtener la información necesaria para presentarla ante la Fiscalía y asegurarse de que el presunto agresor no quede impune.
Luis Fernando Ramón, pastor cristiano en Santa Marta, enfrenta acusaciones de abuso sexual
Luis Fernando Ramón, pastor de la Iglesia Comunidad Cristianos GNG en Santa Marta, ha sido acusado por más de cuarenta mujeres de cometer abusos sexuales, según testimonios recopilados. Las denunciantes afirman que Ramón utilizó su posición para ganarse su confianza y aprovecharse de ellas. Algunas de las víctimas aseguran haber perdido la conciencia tras consumir bebidas que el pastor les ofrecía, solo para despertar luego y darse cuenta de que habían sido agredidas sexualmente.
Las acusaciones han sido calificadas por Ramón como parte de una venganza personal. En declaraciones en redes sociales de la iglesia, el pastor argumentó: “Tengo todas las pruebas, tengo audios y comunicaciones donde me decía que me iba a acabar en medio de su dolor. Es el fruto de una mujer despechada que no está midiendo consecuencias”. Ramón admitió haber pasado por momentos de debilidad y pidió perdón por sus acciones, aunque insistió en que todas las relaciones fueron consensuadas.
La Secretaria de la Mujer y Equidad de Género de Santa Marta expresó su apoyo a las presuntas víctimas a través de sus redes sociales. La entidad anunció que proporcionará apoyo jurídico y psicosocial a las afectadas: “Hemos desplegado todas las acciones necesarias de apoyo a las mujeres y cuerpo ministerial”.
Norma Vera, reconocida defensora de derechos humanos, ha asumido un papel activo en el caso. Según declaraciones recogidas por el diario El Tiempo, Vera manifestó que buscan “vías legales y éticas para hacer justicia y proteger a las víctimas”. El objetivo es que se tomen acciones judiciales contra el pastor y se implementen medidas preventivas dentro de la iglesia para evitar futuros abusos.
La gravedad de las acusaciones ha generado una conmoción en la comunidad religiosa y en la sociedad en general. Autoridades locales han ofrecido atención psicológica y asesoría legal a las víctimas para mitigar el impacto emocional y psicológico de los abusos sufridos.
El caso de Ramón ha sido recogido por diversos medios locales y nacionales, que han destacado su papel previo como figura pública y líder religioso en la región. La Asamblea del Magdalena había reconocido su labor pastoral antes de que surgieran las acusaciones, lo que añade un nivel adicional de complejidad y preocupación en la comunidad.
Además de las declaraciones del pastor y los testimonios de las presuntas víctimas, medios como Entérate en Línea han accedido a audios donde Ramón admite dificultades para mantener la abstinencia sexual, argumentando que no posee el “don de continencia” mencionado por el apóstol Pablo.