Las disidencias de las Farc confirmaron la construcción del internado llamado Gentil Duarte en San Vicente del Caguán, Caquetá. El comandante alias Calarcá Córdoba informó que la obra tuvo un costo estimado de $3.000 millones de pesos y habría sido financiada a través de recursos obtenidos por extorsión y narcotráfico.
De acuerdo con declaraciones de ‘Calarcá Córdoba’ a Semana, el internado, ubicado en medio de la selva, cuenta con polideportivo, baños y otras instalaciones para los menores. El comandante aseguró que “como entre nosotros no hay corruptos, ese internado costó unos $3.000 millones. No hemos hecho las cuentas como tal, pero no costó más de esa cifra”, como comunicó el medio nacional.
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Esta institución educativa se erige en las profundidades del Yarí, en una zona apartada de San Vicente del Caguán, Caquetá, y su construcción está generando una serie de controversias y reacciones de diversos sectores del Gobierno y la sociedad.
Inicialmente, se pensaba que la comunidad había financiado la construcción del internado a través de peajes y apoyos de ganaderos y comerciantes. Esta información fue proporcionada por el alcalde de San Vicente, Luis Trujillo Osorio, quien afirmó que “los dineros provenían de peajes, apoyos de ganaderos, comerciantes, entre otros”. Sin embargo, ‘Calarcá Córdoba’ desmintió esta versión, y confirmó la participación directa de las disidencias de las Farc en la construcción y “financiamiento” del internado.
“Las Farc lo financiaron, hemos hecho puentes, carreteras, baterías sanitarias, parques infantiles”, añadió el comandante. Aunque, de acuerdo con lo informado por la casa periodística, el dinero provendría de actividades ilícitas como la extorsión, el comandante de las disidencias prefirió identificar un sistema de “financiamiento”.
“Quién no sabe que las Farc se financian de esa manera? Todo el mundo lo sabe, que se hagan ahora los locos es otra cosa, no entiendo por qué vienen a armar escándalo ahora?”, confesó.
Así se financiaron
En relación con la reunión de los recursos para hacer el internado y otros proyectos, el subversivo explicó que las disidencias cobran un porcentaje a los contratistas estatales según contratos firmados en el territorio. “Nosotros les cobramos a las contrataciones estatales. A algunos contratistas les decimos que les corresponde pagarnos el 5 o el 1 por ciento, eso se socializa”. También indicó que estos recursos no solo benefician al grupo armado sino también a la comunidad local.
La construcción del internado, que lleva el nombre de Gentil Duarte (Miguel Botacha Santana), exjefe de las disidencias fallecido en 2022 en la frontera entre Colombia y Venezuela, complicó las relaciones con las autoridades regionales. En su momento, causó furor y controversia, y más cuando la ceremonia de apertura del internado agropecuario y ambiental, que tuvo lugar el 12 de abril en la vereda El Triunfo, sector El Diamante, contó con la asistencia de más de 200 personas.
El colegio fue abierto públicamente a pesar de la oposición previa del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Ruiz, quien semanas antes había declarado a Blu Radio que no permitiría la inauguración de la obra. En el evento se instalaron una estatua de Gentil Duarte y se interpretaron himnos, incluido el nacional, el de las Farc y la guardia campesina. Tanto, generó una amplia polémica en redes sociales.
Entre los primeros en pronunciarse estuvo la periodista Vicky Dávila, quien calificó el evento como “una vergüenza mundial” y criticó a las autoridades locales y al gobierno del presidente Gustavo Petro a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter).
La Gobernación del Caquetá no aceptó el proyecto
Aún, la Gobernación de Caquetá se ha negado a recibir el internado, argumentando que es una obra financiada con dineros provenientes de extorsión y narcotráfico. La Gobernación del Meta también mostró una fuerte oposición a la financiación de los docentes para esta institución. La mandataria del Meta, Rafaela Cortés, declaró: “No voy a recibir un colegio construido por estos delincuentes. Además, edificado con dineros del narcotráfico, con plata de extorsión, de secuestros y demás actividades ilícitas que hace ese grupo”.
El sustentamiento de las disidencias tampoco es un secreto. Según el comandante, cada guerrillero recibe cerca de 900,000 pesos mensuales para cubrir sus necesidades básicas, como comida, medicina y transporte. Con más de 2,000 guerrilleros bajo su mando, el presupuesto mensual supera los 2,000 millones de pesos, según los datos que confesó a Semana.
El futuro del internado es incierto. Mientras Calarcá espera que el Estado sea el que asuma la financiación de los docentes y se apropie de la infraestructura, el Ministerio de Educación está examinando la vía jurídica, dado que la construcción se realizó con dineros ilícitos. Calarcá Córdoba indicó que las disidencias no solo planifican instituciones educativas, sino también hospitales y centros geriátricos.
En su visita al internado, la periodista Salud Hernández-Mora encontró una infraestructura moderna y de alta calidad ubicada en la frontera entre Caquetá y Meta, lo que evidencia la magnitud del proyecto y el interés de las disidencias en controlar esta región.