Bogotá construiría un nuevo embalse para asegurar suministro de agua hasta el 2033: dónde sería

Autoridades estudian la construcción de embalses adicionales y la compra de Tominé, para garantizar agua ante posibles déficit en el futuro

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Bogotá analiza opciones de abastecimiento de agua para el futuro - crédito Colprensa
Bogotá analiza opciones de abastecimiento de agua para el futuro - crédito Colprensa

Bogotá viene enfrentando restricciones de agua durante los últimos tres meses debido a la fuerte sequía que se presentó al inicio de año.

Natasha Avendaño, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab), detalló que se espera alcanzar un 70% de nivel en el sistema de embalses de la ciudad para octubre. Esta medida es crucial para enfrentar los próximos meses secos a principios del año siguiente.

Las autoridades proyectan que la ciudad tendrá agua suficiente hasta el 2033, por lo que es esencial planificar nuevas fuentes de abastecimiento.

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“Se deben analizar opciones como adquirir o construir nuevos embalses para entonces”, destacó Avendaño durante una entrevista en Portafolio. Entre las propuestas está la construcción de un nuevo embalse o la adquisición del embalse de Tominé.

Actualmente, la planta Tibitoc trata el agua del río Bogotá, regulada por los embalses de Sisga, Neusa y Tominé, todos gestionados por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).

Comprar embalse Tominé, una de las alternativas más viables que tiene la administración de Bogotá para prevenir futuros racionamientos de agua - crédito CAR
Comprar embalse Tominé, una de las alternativas más viables que tiene la administración de Bogotá para prevenir futuros racionamientos de agua - crédito CAR

El Grupo Energía Bogotá (GEB) podría vender el embalse de Tominé, lo que permitiría a la ciudad tener un acceso más directo y efectivo a sus recursos hídricos. Avendaño señaló: “Uno de los objetivos es asegurar el acceso a un mayor caudal de agua después de realizar estudios adicionales”.

Otra opción en evaluación es el embalse La Playa, ubicado en el sistema de Chingaza. Diseñado originalmente hace 60 años, su función es regular el agua de manera plurianual. Actualmente, un estudio del Banco Mundial analiza su viabilidad para decidir si se retoma esta propuesta y se presenta formalmente a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).

Avendaño agregó: “Estamos esperando los resultados de este estudio para determinar las acciones a seguir”.

Además de la compra de estos embalses, se está considerando el uso de aguas subterráneas. La Secretaría Distrital de Ambiente ha monitoreado estos recursos, pero aún no hay suficiente información para determinar su uso potencial. Avendaño explicó: “Tenemos un acueducto muy viejo y datos insuficientes de pozos monitoreados, por lo que aún no podemos asegurar su viabilidad”.

Sistema de embalses actual podría no cubrir demanda futura - crédito Alcaldía de Bogotá
Sistema de embalses actual podría no cubrir demanda futura - crédito Alcaldía de Bogotá

Las entidades multilaterales también juegan un rol en estos planes. Los estudios realizados por la empresa están en un esquema de priorización con estas entidades, buscando viabilizar las alternativas propuestas. En este contexto, los acuerdos de entendimiento, como el firmado con el GEB el año pasado, son clave para avanzar en la adquisición de Tominé. “Hemos venido avanzando en este tema y consultando a la CAR para obtener un mayor caudal”, afirmó Avendaño.

Respecto a los nuevos embalses o fuentes de abastecimiento, se destaca la importancia de tomar decisiones en los próximos cuatro años, dado que el tiempo necesario para su implementación podría extenderse hasta dos años. Estas medidas buscan preparar a la ciudad para futuras necesidades críticas de agua. “La idea es tener todo en marcha para que se materialicen cuando las necesidades sean apremiantes,” concluyó Avendaño.

Estos esfuerzos también incluyen cooperación internacional y estudios técnicos que podrían proporcionar información valiosa en menos de tres años. Es importante destacar que aún falta sustento técnico y ambiental en algunas propuestas, por lo que se esperan más estudios y colaboraciones internacionales.

Plan de cortes de agua en Bogotá reduce consumo y mejora almacenamiento

El plan de cortes de agua en Bogotá logra reducir el consumo 1 metro cúbico por segundo - crédito Jesús Avilés/Infobae
El plan de cortes de agua en Bogotá logra reducir el consumo 1 metro cúbico por segundo - crédito Jesús Avilés/Infobae

El plan de cortes programados de agua en Bogotá ha obtenido resultados positivos en términos de reducción de consumo, según datos presentados por las autoridades distritales. Los bogotanos demostraron responsabilidad en el uso del recurso hídrico, bajando el consumo promedio en 1 metro cúbico por segundo durante los días sin restricciones. Esto ha permitido a la ciudad transitar a un nuevo esquema de restricción.

El consumo actualmente ronda los 16.5 metros cúbicos por segundo, muy cercano al objetivo de 16.6 metros cúbicos por segundo para esta fase del plan, lo que ha sido posible gracias al compromiso de los usuarios. Desde la Empresa de Acueducto de Bogotá, se destacó que es crucial mantener estos hábitos de ahorro para evitar futuras crisis.

En cuanto a la recuperación de los embalses, después de un periodo seco a finales de junio, se observó una senda creciente en los niveles de almacenamiento gracias a lluvias constantes, aunque por debajo de la media histórica. La recuperación actual es del 20,5%, atribuible a la reducción de consumo en los últimos tres meses. Sin embargo, se advirtió que sin un aumento sostenido en las precipitaciones y una continuación en la tendencia de ahorro, los niveles podrían volver a bajar.

Desde el 1 de junio, Bogotá ha estado utilizando un flujo adicional de 8,3 metros cúbicos por segundo desde la planta de Tibitoc para asegurar el abastecimiento. Este ajuste ha sido posible gracias a la plena capacidad operativa desplegada, informó Natasha Avendaño, directora de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab).

Respecto a la proyección de la demanda hídrica, las autoridades se apoyan en las cifras del Dane para estimar el crecimiento poblacional de Bogotá y sus alrededores. Los cálculos indican que la capacidad de abastecimiento actual sería suficiente hasta 2033, siempre y cuando se realicen expansiones y optimizaciones en el sistema de distribución de agua.

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