En lo corrido del 2024, al menos 10 menores indígenas han fallecido por desnutrición en el departamento de Risaralda, según informó la Defensoría del Pueblo. Las autoridades locales y departamentales fueron instadas a tomar acciones en materia de seguridad alimentaria para prevenir más decesos.
De acuerdo con el informe, estos casos se concentran en el municipio de Pueblo Rico y afectan principalmente a menores de entre uno y cinco años de las comunidades indígenas de Santa Cecilia. Por eso, Leonardo Gómez Franco, defensor del Pueblo en el departamento, señaló que la falta de atención en salud de primer nivel en estos territorios es un factor determinante en estas muertes.
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El funcionario explicó que se trata de “niños entre uno y cinco años que cuando llegan a un servicio de urgencias infortunadamente ya no hay nada que hacer para salvarles la vida, pero ¿por qué es demasiado tarde? Porque no sé les está prestando el servicio de atención en salud de primer nivel en su respectivo territorio, como ya lo había ordenado el Gobierno colombiano, y es exactamente el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, cuando visitó este territorio y conoció de primera mano las necesidades que en materia de salud tienen las comunidades nativas y afrodescendientes”.
“Este es un hecho muy lamentable que no se puede seguir registrando”, agregó Gómez Franco, el cual mencionó que esperan que la nueva gerente del hospital San Rafael de Pueblo Rico acate las instrucciones del ministro de Salud, las cuales consisten en prestar el servicio de salud en Kemberdé, Santa Cecilia y Gitó Dokabú.
Por otra parte, el informe semanal del Instituto Nacional de Salud (INS) reveló que, hasta el 29 de junio, Risaralda se ubicó en el cuarto lugar en el país con más muertes de niños menores de cinco años por desnutrición, con cinco casos confirmados. Solo Chocó (14), Antioquia (12) y La Guajira (11) registraron más fallecimientos en este grupo etario.
La mayoría de las muertes por desnutrición en Risaralda ocurren en la población indígena, especialmente en Pueblo Rico, y en menor medida en Mistrató. En 2023, las defunciones por desnutrición o causas asociadas en el departamento risaraldense sumaron seis casos, según datos de INS.
Un estudio realizado por la Defensoría del Pueblo y la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia evidenció que las poblaciones indígenas, particularmente los embera, embera katíos y embera chamí, son las más afectadas por la desnutrición aguda y severa. En 2023, ocho menores de cinco años pertenecientes a estas comunidades fallecieron en Risaralda, ubicando al departamento en el sexto lugar con más defunciones de niños indígenas.
La falta de acceso a agua potable y alimentos ricos en nutrientes son factores cruciales en esta situación. Con corte a abril de 2024, el INS reportó 901 notificaciones por desnutrición aguda moderada y severa en niños menores de cinco años en Colombia. La variación porcentual respecto a 2022 fue del 14.3%, con 3,031 casos adicionales registrados en 2023.
El informe recomendó al Gobierno nacional y las autoridades departamentales adoptar medidas y políticas públicas que promuevan condiciones para garantizar una alimentación saludable. Además, sugirió fortalecer la vigilancia y el control de los servicios de salud para la atención de la desnutrición en menores.
El sector privado también fue instado a implementar espacios como salas de lactancia y horarios flexibles para fomentar la lactancia materna. Asimismo, se promovió la biodiversidad alimentaria y la producción local como estrategias para mejorar la seguridad alimentaria y diversificar la dieta, beneficiando así a los agricultores locales y la economía nacional.