Cielo Rusinque, superintendente de Industria y Comercio, respondió a la queja presentada por el representante a la Cámara Agmeth Escaf sobre un inconveniente con la aerolínea Avianca. Mediante una comunicación formal, la funcionaria explicó las competencias de la Superintendencia de Transporte y la Superintendencia de Industria y Comercio en estos casos.
El congresista y expresentador de televisión denunció públicamente en su cuenta de X un problema con el servicio recibido de la aerolínea colombiana. Según él, Avianca no cumplió con las condiciones del servicio adquirido, lo que describió como una “estafa”.
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Escaf detalló que, debido a una lesión lumbar, requiere asientos específicos para vuelos largos internacionales. Sin embargo, manifestó que la compañía de transporte aéreo no respetó esta necesidad, pese a haber pagado por un servicio adecuado. En su publicación, Escaf preguntó si alguien “meterá en cintura” a la aerolínea y resaltó que su denuncia era por una cuestión médica. Cabe mencionar que el funcionario eliminó la publicación poco después de la respuesta de Rusinque.
“Lo que pagué / el servicio que recibí. ¿Alguien meterá en cintura a @avianca?. Y ojo, no se trata de arribismo ni de “vivir sabroso”. Por orden médica, dada una lesión lumbar que tengo y que me lleva a terapia e infiltraciones con frecuencia, no debo viajar en sillas como las de la derecha para vuelos largos internacionales. Lo mínimo es que Avianca venda el servicio que en efecto prestará. No hacerlo califica como una estafa”, fueron las palabras del miembro de la Cámara de Representantes a modo de denuncia.
Lo que hace la Superintendencia de Transporte
La funcionaria explicó en respuesta a Escaf que, conforme a la Ley 1955 de 2019 (Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022) y el Decreto 2409 de 2018 (modifica y renueva la estructura de la Superintendencia de Transporte), la Superintendencia de Transporte es la entidad encargada de la vigilancia, inspección y control de la debida prestación del servicio público de transporte, incluyendo a las aerolíneas. Esta entidad se encarga de recibir y atender las quejas y reclamos de los usuarios, así como de tomar las medidas correspondientes para su protección.
Rusinque puntualizó que los afectados por servicios de aerolíneas tienen dos vías de acción: acudir a la Superintendencia de Transporte para investigaciones administrativas y posibles sanciones o a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), que conserva su competencia en protección al consumidor. En el segundo caso, los usuarios pueden interponer una demanda en busca de una declaración de incumplimiento y una indemnización.
Desde inicios de 2023, la Superintendencia de Transporte recibió más de 18.000 quejas por problemas con los servicios de aerolíneas, incluyendo cancelaciones y demoras de vuelos. Estas quejas forman parte de un contexto más amplio de inconformidades que la entidad reguladora ha registrado desde 2019, alcanzando aproximadamente 83.000 reportes, según datos oficiales.
A utilizar las vías legales
La superintendente aprovechó la oportunidad para invitar a los usuarios afectados por aerolíneas a utilizar las vías legales más apropiadas para la defensa de sus derechos. Se recomendó acudir a la Superintendencia de Transporte si se busca que una autoridad administrativa investigue e imponga sanciones. Mientras que, si el objetivo es obtener una declaración de incumplimiento y una indemnización, los usuarios deben dirigirse a la Superintendencia de Industria y Comercio en su rol judicial.
Finalmente, Rusinque recordó que la presentación de una demanda ante la Superintendencia de Industria y Comercio requiere el cumplimiento de requisitos específicos, en contraste con una simple queja que se dirige a la Superintendencia de Transporte.
Las redes sociales también hicieron eco de la situación, con diversas reacciones a la denuncia de Escaf. Mientras algunos comentarios se enfocaron en su desempeño político, otros sugirieron soluciones satíricas, como pedir un helicóptero a la vicepresidenta Francia Márquez. En suma, la queja de Agmeth Escaf destaca un problema recurrente con las aerolíneas y pone en evidencia las opciones legales disponibles para los usuarios inconformes.