No han sido pocas las reacciones provocadas por el nombramiento de Daniel Rojas Medellín como nuevo ministro de Educación, en reemplazo de Aurora Vergara.
Al exdirector de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) le han desempolvado varios trinos en X, utilizando lenguaje soez y descalificando, con improperios, a contradictores o contrarios políticos.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Debido al calibre de varios de sus pronunciamientos algunos lo han comparado con Levy Rincón, uno de los activistas de izquierda más famosos en las redes sociales y, entre chiste y chanza, han sugerido que Rincón puede ser sucesor de Rojas en la cartera educativa.
Sin embargo, no solo con Levy Rincón han comparado al funcionario. También lo han equiparado (por las mismas razones de uso del lenguaje) con el ingeniero Rodolfo Hernández, excandidato presidencial, recordado por sus múltiples improperios registrados en videos y llamadas a lo largo de su vida pública. El congresista Inti Asprilla escribió en X un post al respecto:
“Un campesino que recibe tierras, que le fueron arrebatadas a los mafiosos, no les produce emoción alguna, no les interesa en lo más mínimo. Pero leer groserías en algunos trinos, les produce un mar de indignación y rabia. Posdata: A la vez aplaudían los putazos de Rodolfo Hernández”, escribió.
Los trinos de Daniel Rojas
Luego de que el presidente Gustavo Petro designara al director de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Daniel Rojas, como nuevo ministro de Educación, en reemplazo de Aurora Vergara Figueroa, hubo voces a favor y en contra frente a este nuevo cambio en el gabinete ministerial.
Por un lado, congresistas del Pacto Histórico celebraron la designación del mandatario nacional, y aseguraron que a la cartera de educación llega alguien que se alinea con las políticas de Gustavo Petro.
“¡Gran designación! El proyecto de cambio para Colombia, necesita de personas leales, íntegras y que trabajen como Daniel Rojas. Lo hizo excelente en la SAE y confío en que lo hará igual en el Ministerio de Educación”, escribió Alfredo Mondragón, representante a la Cámara del Pacto Histórico.
De igual manera, la senadora Sandra Jaimes, quien hace parte de la Comisión Sexta, encargada de la educación en Colombia, indicó que Rojas “con total seguridad desempeñará una función excepcional, porque asume grandes retos, como la reforma de la ley de educación superior, la consecución de la educación como un derecho fundamental, el incremento de los recursos para el sector, a través de la reforma al SGP y por supuesto la universalidad del derecho con garantías y dignificación para todas las y los maestros del país”.
Desde la oposición al Gobierno Petro catalogaron el nombramiento como irrespetuoso, y sostienen que Daniel Rojas no tiene la formación académica requerida para el cargo. Una de ellas fue la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, quien se refirió al nuevo ministro como “poco educado”.
“Educado el ministro de Educación. Un reflejo de una “clase” política que encuentra en el insulto el argumento que no tendrán con ideas”, mencionó.
De igual manera, su compañero de bancada, el senador Miguel Uribe, criticó que el Gobierno imponga a los activistas por encima de los profesionales. “Le prometieron a las profesionales con doctorado oportunidades en el gobierno de Gustavo Petro, para terminar nombrando activistas sin ninguna experiencia ni idoneidad. Pasó en el DNP hace unos meses y ahora pasa en el Ministerio de Educación. De esta mala hora vamos a salir y lo haremos unidos”, dijo en su cuenta de X.
Daniel Rojas es economista de la Universidad Santo Tomás y maestrante en Ciencias Económicas, y ha ocupado diversos roles en el ámbito público como gestor territorial juvenil en el Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal (Idpac) de la Alcaldía de Bogotá, así como su desempeño en la Secretaría Distrital de Integración Social y en el Senado de la República.
No obstante, el nuevo jefe de la cartera de educación ha enfrentado varios escándalos como la suspensión de su cargo en la SAE por incumplimientos en contratos, o una acusación de recibir presuntas coimas por parte de grupos narcotraficantes.