Capturado suboficial de inteligencia del Ejército en Antioquia: habría filtrado información a las disidencias de las Farc

La Policía de Medellín capturó al sargento Édgar Egidio Garzón Lozano, apodado como Kevin, un suboficial activo de la Contrainteligencia del Ejército Nacional, y que es señalado de participar en la filtración de información reservada frente a los movimientos del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc en territorio antioqueño.

Según información oficial, el miembro de inteligencia militar fue detenido en una vivienda del barrio El Pesebre, de Medellín, y le fueron imputados los delitos de concierto para delinquir agravado, asesoramiento a grupos ilegales y tentativa de homicidio agravado.

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La investigación detalla que el sargento les vendía información clasificada a los integrantes del bloque Magdalena Medio de las disidencias de las Farc, cuyos frentes están repartidos en los departamentos de Norte de Santander, Santander, Antioquia y Bolívar, así como en Venezuela, respectivamente.

Dentro de los documentos que filtró a la organización armada, se encuentra la Apreciación de las Capacidades Críticas de la Amenaza (Accam), un informe que describe la manera en que están estructurados los grupos criminales, con su ubicación territorial, fotos, identidad de los integrantes y organigramas con la jerarquía, y que se realiza anualmente.

También, se le investiga por la presunta filtración de documentos judiciales con las órdenes de captura en contra de alias Ramiro y alias Firu, presuntos cabecillas de los frentes 18 y 36 de la estructura armada que hacen presencia en Antioquia, respectivamente.

A su vez, el Ejército mencionó que, al parecer, conspiró con los disidentes para sacar del camino, mediante amenazas y montajes judiciales, a otros integrantes de la Inteligencia Militar y de la Fiscalía que investigaban a los cabecillas de dichos frentes.

Las autoridades aseguraron que, durante su estadía militar, Garzón Lozano estuvo en el Batallón de Inteligencia Militar de la Séptima División (Baimi 7), el Batallón de Contra Inteligencia Militar de la misma división (Bacim 7) y en la actualidad el Batallón de Contra Inteligencia Militar de la Segunda División (Bacim 2).

En el operativo, la Policía también capturó a Karen Margarita Dávila Sánchez, alias Karen Giros, quien sería la líder de finanzas y logística del frente 4 del Estado Mayor Central, que delinque en el sur de Bolívar y el Nordeste de Antioquia, respectivamente.

“La investigación resalta que la mujer coordinaba el pago de nóminas en el frente y recibía dinero para la compra de equipos médicos y otros insumos. También, se presume que alias Karen Giros se encargaba de recibir en Medellín a los combatientes heridos o enfermos, y gestionar los medios para su recuperación”, explicaron las autoridades en un comunicado.

Tanto el suboficial del Ejército como la líder de las disidencias fueron llevados ante un juez de control de garantías, donde no aceptaron los cargos imputados por la Fiscalía, por lo que les dictó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario. La decisión fue apelada por la defensa de los acusados.

Este no ha sido el único caso donde integrantes de la Fuerza Pública están involucrados en los negocios ilegales de grupos armados en el país. En el mes de abril, el Gaula de la Policía Nacional capturó en Minca, corregimiento de Santa Marta, a César Gustavo Becerra, conocido con el alias de Camilo, quien sería el cabecilla político de ‘Los Pachencas’ o también llamadas Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (Acsn).

De acuerdo con la investigación oficial, el hombre había integrado las filas del Ejército Nacional por más de diez años, tiempo en el que habría conocido a alias Muñeca, el principal jefe de dicho grupo armado ilegal. “La investigación detalla que alias Camilo habría sido designado como cabecilla de extorsión en la zona rural, especialmente en el corregimiento de Minca, y coordinaba el reclutamiento de personas para este grupo ilegal”, señalaron las autoridades.

El sujeto, al que le fue imputado el delito de concierto para delinquir con fines extorsivos, cuenta con una trayectoria criminal de cinco años en la organización armada Los Pachencas.