Carne y gaseosa suben cada vez más de precio: comerciantes culpan a un impuesto por la falta de control a los costos

Preocupa nuevamente el aumento de la inflación en junio, sobre todo en el precio de los alimentos, que subió 0,3%, cuando en junio del año pasado fue -0.53%, lo que indica que la inflación no está controlada.

Así lo señaló el presidente de la Federación Nacional de Empresarios Comerciantes (Fenalco), Jame Cabal, que explicó que mientras que el costo de vida de los colombianos sigue elevado, países que tuvieron un significativo aumento de la inflación después de pandemia del covid-19 como México, Perú, Chile, Brasil y Ecuador ya llegaron a niveles inferiores al 5%. Colombia, con excepción de Venezuela y Argentina, es de los pocos países de América Latina, que no lograron derrotar la inflación después de la pandemia del coronavirus.

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El vocero de los comerciantes insistió que en esta difícil coyuntura inflacionaria y ante la perspectiva de un bajo crecimiento de la economía colombiana, “el Banco de la República tiene que ser muy cauteloso al seguir bajando las tasas de interés, como lo hemos indicado desde Fenalco”.

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en junio se explica principalmente por la variación de los grupos alojamiento (arriendos), servicios públicos, alimentos y bebidas no alcohólicas. En contraste, la división de muebles y artículos para el hogar y el grupo de vestuario y calzado no sufrieron aumento de precios, lo que se puede atribuir a la Primatón, iniciativa liderada por Fenalco durante la última semana de junio.

De igual manera, el dirigente expresó su preocupación por el fuerte incremento de los precios de los llamados ultraprocesados, como consecuencia del impuesto a estos productos, y a las bebidas azucaradas establecido en la reforma tributaria de 2022.

Mientras que en los últimos 12 meses los precios de los alimentos subieron 5,27% y el IPC total un 7,18%, los precios del grupo “golosinas” suben 37,28%. Las bebidas azucaradas registran un incremento de precios del 10,82% y las carnes procesadas sufren un reajuste acumulado del 16,23%, es decir, tres veces más que el grupo de alimentos.

“Este comportamiento en los precios afecta notoriamente el bolsillo de los consumidores de bajos ingresos, pero principalmente las finanzas de los tenderos de barrio, integrantes de primer nivel de la llamada economía popular que supuestamente defiende el Gobierno”, añadió el presidente de Fenalco, Jaime Cabal.

De igual manera, la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, anotó que ante el desafío de crecimiento que tiene Colombia, una inflación al alza genera mayores presiones a la proyección de crecer 1,7% y a la capacidad de compra de los hogares colombianos.

Adicionalmente, apuntó que los cierres viales que han tenido lugar en los últimos días generan una alerta en el riesgo del aumento de los precios de la canasta familiar.

“Desde AmCham Colombia hacemos un llamado al Gobierno nacional sobre la importancia de mantener un diálogo abierto con los diferentes actores de la cadena productiva. Al tiempo de la inminente urgencia que tiene la economía de un plan de choque integral, en sectores estratégicos de reactivación como comercio y manufacturas, que permita dinamizar la oferta y demanda nacional”, manifestó.

Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), Luis Fernando Mejía, explicó que el estancamiento en la reducción de la inflación en mayo y junio obedece al aumento en la inflación de alimentos.

“La inflación núcleo (sin alimentos ni regulados) continúa a la baja (6,13% a 6,01%), lo que indica que aún hay espacio para continuar reduciendo las tasas de interés”, indicó el experto.

Por su parte, el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, dijo que el dato de inflación no es bueno y lleva tres meses estancado en un valor alto. Para él, es clave identificar las razones y actuar conforme.

De acuerdo con el exfuncionario, para hacerle la vida más fácil al banco central en bajar tasas de interés y la credibilidad de su política monetaria, es necesario controlar el exceso de gasto público innecesario (derroche) y tener cuidado a un escenario de inflación y bajo crecimiento.

“No ayudan costos de electricidad, sector de alimentos (en parte por el impuesto ‘saludable’ que sabíamos era ‘poco saludable’ para la inflación y fenómenos de clima), arrendamientos por un efecto de indexación, restaurantes (efecto alimentos) y transporte”, precisó.

Apuntó que hay mucho desafío en el próximo par de meses en precios. “Con respecto al plan de reactivación que se anuncie el 20 de julio en el discurso al Congreso, tiene que ser un plan de reactivación más por la vía de la oferta que de la demanda para no presionar más los precios. Es entonces aún más urgente trabajar en consenso con el sector privado”, finalizó José Manuel Restrepo.