Tras la solicitud del presidente Gustavo Petro para que Aurora Vergara renunciara a su cargo como ministra de Educación, la funcionaria se despidió con un mensaje reflexivo a través de sus redes sociales, en donde enfatizo la necesidad de reformas profundas en el sistema educativo colombiano.
En un mensaje emitido en su cuenta de X, Vergara expresó que durante su gestión siempre tuvo como objetivo principal impulsar cambios estructurales que permitieran a todos los colombianos acceder a una educación de calidad desde los primeros años de vida.
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“Como lo expresé en diversos debates sobre el proyecto de ley estatutaria, nuestro país requiere cambios estructurales en el sistema educativo y una base sólida que les permita a todas y todos los colombianos, desde los primeros años de vida, acceder a educación de calidad como derecho fundamental para cerrar las brechas que excluyen y marginan de un futuro promisorio a millones de compatriotas”, destacó Vergara en su post.
La ministra saliente también destacó que su trabajo estuvo siempre enfocado en garantizar a la niñez y juventud colombiana la posibilidad de llevar a cabo una trayectoria educativa completa, continua, de calidad y pertinencia. Además, agradeció a al presidente Petro y a la vicepresidenta Francia Márquez Mina y a su equipo de trabajo por la oportunidad de ocupar el cargo ministerial.
“Hemos dejado las semillas para una bella primavera de la educación en Colombia”, agregó Vergara en su mensaje.
Aurora Vergara estudió Sociología en la Universidad del Valle, obtuvo una maestría y un doctorado en Sociología en la Universidad de Massachusetts Amherst en Estados Unidos y realizó una investigación postdoctoral en la Universidad de Harvard. Además, fue profesora titular en la Universidad Icesi y dirigió el Centro de Estudios Afrodiaspóricos de la misma institución.
En 2022, formó parte del equipo de empalme del gobierno de Gustavo Petro y fue nombrada viceministra de Educación Superior. En 2023, asumió el cargo de ministra de Educación tras la salida de Alejandro Gaviria, y allí tuvo varios desafíos.
Ley estatutaria a la educación
La gestión de Aurora Vergara estuvo marcada por diversos retos y controversias, siendo uno de los más destacados el fracaso de la reforma estatutaria educativa. Inicialmente concebida como un proyecto de ley que buscaba concebir la educación como un derecho fundamental, la propuesta terminó generando descontento entre los sindicatos de maestros, que la consideraron una amenaza a sus derechos laborales y llevaron a cabo protestas que paralizaron temporalmente el sector educativo.
A lo largo de su mandato, Vergara intentó mediar entre las demandas del Gobierno y las expectativas de los actores educativos, pero la falta de consenso y los retrasos en la aprobación de la ley estatutaria erosionaron la confianza en su gestión. La percepción de que no se habían logrado avances sustanciales en la reforma educativa fue un factor clave en la decisión de su remoción.
Búsqueda por autonomía universitaria
Sectores de la oposición criticaron su manejo de la crisis en la Universidad Nacional, en cuento a la elección del rector, describiendo como “peligroso” su respaldo a la decisión del Gobierno de nombrar a un ministro ad hoc mientras el Consejo Superior Universitario deliberaba una nueva decisión, bajo el argumento de que esto comprometía la autonomía universitaria.
Construcción de comunidades energéticas
Durante su gestión en el Ministerio de Educación, se entregaron las primeras 23 ‘Comunidades Educativas Energéticas’ en el Chocó, un hito alcanzado mediante la colaboración con el Ministerio de Minas y Energía y el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (Fenoge).
Las comunidades energéticas son iniciativas que permiten a los ciudadanos agruparse para producir, gestionar y consumir energía renovable de manera conjunta. Estas comunidades promueven la autonomía energética y fomentan el uso de fuentes de energía sostenibles, como la solar o eólica.
En el ámbito educativo, las comunidades energéticas tienen un impacto significativo al proporcionar oportunidades para el aprendizaje práctico sobre energías renovables y sostenibilidad. Además, fomentan la conciencia ambiental entre estudiantes y docentes, que impulsan proyectos educativos que integran la gestión energética en el currículo escolar y motivan a los jóvenes a involucrarse en la transición energética, de acuerdo con el proyecto.
Como consecuencia de estos y otros episodios de disenso, el presidente Gustavo Petro decidió oficializar el nombramiento de Daniel Rojas Medellín como nuevo ministro de Educación. El funcionario, que anteriormente se desempeñaba como director de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), entidad encargada de administrar bienes incautados por actividades ilegales y pertenecientes a estructuras criminales, asume ahora el desafío de liderar una de las carteras más cruciales para el futuro educativo del país.