El asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia se ha convertido en uno de los principales temas de atención en España, esto se debe a que el confeso asesino es Daniel Sancho, hijo de las celebridades Silvia Bronchalo y Rodolfo Sancho.
Además de estar al tanto de las actualizaciones en el proceso que se cerró el 2 de mayo y sobre el que se conocerá el veredicto final y la condena que recibirá Sancho el 29 de agosto, Rodolfo y Silvia han intentado ayudar de diferentes formas a su primogénito.
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Una de estas acciones fue expuesta el 9 de julio en España, puesto que en el programa Socialité Club se reveló que Rodolfo se comunicó con el sacerdote Miguel Garaizabal, que reside desde hace varios años en Tailandia.
Garaizabal tiene la vocación de visitar presos en Tailandia con el objetivo de conectarlos con Dios y de esa forma hacer que su permanencia en los centros penitenciarios sea apacible, pero en esa ocasión fue contactado por Rodolfo Sancho para que le ayudara a gestionar más frecuencia en la comunicación con su hijo.
En su testimonio con el medio citado, el sacerdote reveló que debido a que Daniel está recluido en la isla de Koh Samui, no fue posible su intermediación, debido a que por su edad, el traslado hasta ese lugar no era factible.
“Era por la noche, estaba durmiendo. Fue una llamada corta. Me dijo si podía ir y yo le dije: ‘Francamente, me queda lejos, estoy muy ocupado, soy mayor, no podré ir’. Me dio pena, pero mis posibilidades de ayudar son limitadas”, indicó Garaizabal.
Sobre otros aspectos de la conversación que sostuvo con Rodolfo, el sacerdote indicó que el actor no le argumentó que su hijo fuera inocente y expuso que desde su opinión esto se debe a que está más enfocado en buscar el bienestar de su familiar de que la resolución del caso.
“A mí me dio la impresión de que entendía perfectamente la situación. No había negación de nada. Yo nunca le oí que su hijo era inocente. No lo dijo. Se lo cree, o esperaba probarlo, pero nunca se lo oí decir… Yo creo que él está un poco aturdido, y el pobre está en la luna, está más preocupado que otra cosa”.
La posible condena que recibirá Sancho fue otro tema mencionado por el religioso. Miguel Garaizabal indicó que ha seguido el caso y teniendo en cuenta su conocimiento sobre hechos similares en Tailandia, podría descartar la pena de muerte.
“Creo que seguramente le darán cadena perpetua. Pero la cadena perpetua aquí no es perpetua. Al año o a los dos años, si te portas bien, te la rebajan a toda la vida, que son cincuenta años, y luego te la vuelven a rebajar, porque cada año se dan amnistías, entonces te van rebajando la pena hasta que, por fin, a los ocho o nueve se te termina la condena. Para la condena de muerte tiene que haber muchas pruebas. Como no pruebes la intención de matar a la otra persona al cien por cien, no puede estar condenado a pena de muerte. Y aquí las condenas son muy largas, pero no se cumplen”, declaró Garaizabal a Socialité Club.
Sobre el tiempo que ha permanecido en prisión Sancho, el sacerdote afirmó que ya debe estar acostumbrado a las rutinas de la cárcel, pero resaltó que el idioma puede ser algo que lo podría perjudicar mentalmente.
“En la cárcel como tal estarán desde las tres de la tarde hasta las nueve de la mañana. Lo peor es la soledad, en la cárcel, donde está no hay nadie que hable español. Luego, es la comida. Te dan una bolsa de plástico donde te echan el arroz y una sopa, y eso es para todo el día, te lo organizas para todo el día. Y el aburrimiento, no hay nada que hacer”.
Por último, Garaizabal descartó que Daniel Sancho pueda estar preocupado por la incertidumbre sobre la actualidad de su familia, ya que reveló que en Tailandia existe un beneficio que reciben todos los presos, incluyendo al español.
“Ahora hay un servicio nuevo que es fenomenal. Cada preso tiene derecho a quince minutos al mes para el uso del internet para hacer una videollamada a su familia”.