Denuncian irregularidades en 100 bares de Bogotá: “Se hacen pasar por sindicatos” para ocultar explotación sexual y otros delitos

El concejal Julián Uscátegui advirtió sobre los ‘torcidos’ de los rumbeaderos para evitar la vigilancia de las autoridades locales

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Julián Uscátegui alertó sobre el uso indebido para abrir establecimientos de rumba y evadir los controles de las autoridades distritales - crédito Facebook/En Tinta Negra
Julián Uscátegui alertó sobre el uso indebido para abrir establecimientos de rumba y evadir los controles de las autoridades distritales - crédito Facebook/En Tinta Negra

Julián Uscátegui, concejal de Bogotá, alertó sobre el uso ilícito de la figura de sedes sindicales en establecimientos nocturnos en la capital del país. Según la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog), en el 2023 se identificaron 108 bares clandestinos disfrazados de sindicatos. Actualmente, 96 siguen activos.

Para Uscátegui, personas inescrupulosas se aprovechan de la protección legal que les otorga la ley a las sedes sindicales para “evadir a las autoridades y realizar todo tipo de actividades contrarias a la seguridad y convivencia en Bogotá”, señaló.

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En ese sentido, el concejal dijo que usan la fachada para eludir a las autoridades distritales y ocultar actividades ilegales como explotación sexual, venta y consumo de licor adulterado, venta y consumo de estupefacientes, entre otros delitos.

El concejal Uscátegui puntualizó la importancia de atacar esta problemática que afecta a los habitantes de la ciudad - crédito Concejo de Bogotá
El concejal Uscátegui puntualizó la importancia de atacar esta problemática que afecta a los habitantes de la ciudad - crédito Concejo de Bogotá

Uscátegui también alertó sobre las localidades de Bogotá en las que hay más presencia de bares que se hacen pasar por sindicatos. Entre ellas destacan Ciudad Bolívar, con 18, seguido de la localidad Antonio Nariño, con 10; Chapinero, con 10; Mártires, con 8; y Teusaquillo, con 7.

Según el concejal, el problema radica en las limitaciones que tienen las autoridades para ingresar y desmantelar los centros nocturnos bajo la figura de una sede sindical. Esto, a su juicio, incide en la inseguridad y en problemas de convivencia por la venta de drogas y servicios sexuales, ya que operan sin restricción de horario.

A su vez, afirmó que se deben tomar acciones por parte de las instituciones responsables, pues “es totalmente impresentable que barrios residenciales deban padecer el funcionamiento ilegal de rumbeaderos y las autoridades no puedan hacer nada”. Igualmente, señaló que estar expuesto a este tipo de actividades afecta la calidad de vida de los residentes de las zonas afectadas, ya que “no es calidad de vida vivir entre ruido, alcohol, drogas y prostitución”.

Ante la problemática, Uscátegui hizo un llamado a la Alcaldía Mayor de Bogotá a trabajar con el Gobierno nacional en medidas e iniciativas concretas que marquen la hoja de ruta para el cierre de este tipo de establecimientos, para asegurar la integridad de los ciudadanos y cumplir con los parámetros establecidos en la ley. Además, subrayó que, cuando el derecho de asociación se utiliza de manera fraudulenta, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social podrá imponer multas equivalentes al monto de 1 a 50 veces el salario mínimo mensual más alto legal vigente.

Cierre de La Mansión Chicó

Las autoridades distritales junto con la Policía de Bogotá sellaron La Mansión del Chicó - crédito La Mansión Chicó Oficial LMCO/Facebook
Las autoridades distritales junto con la Policía de Bogotá sellaron La Mansión del Chicó - crédito La Mansión Chicó Oficial LMCO/Facebook

Las denuncias del cabildante son un reflejo de la problemática en torno a los establecimientos nocturnos que se instalan de manera fraudulenta en zonas residenciales y otros sectores de la ciudad. Uno de estos espacios era conocido como La Mansión Chico, que fue clausurada por la Policía Nacional luego de recibir constantes denuncias de los habitantes del sector que aseguraban que la casa era utilizada para realizar fiestas clandestinas en las que dejaban ingresar a menores de edad para explotarlos sexualmente.

Fiesta en 'La Mansión de Chicó' realizada en el año 2019 - crédito @junabernal.10/Instagram

En el operativo del 3 de julio de 2024, la Policía de Bogotá, la Alcaldía Local de Usaquén y la Secretaría de Gobierno (SDG) encontraron a más de 160 jóvenes consumiendo sustancias prohibidas como alcohol y drogas. Según las autoridades, luego de cerrar el establecimiento, “los menores de edad fueron entregados a sus familiares y se procedió a suspender la actividad económica del inmueble”.

A pesar de que el lugar había sido sellado por el distrito, se seguían realizando fiestas que empezaban a las 10 de la noche y podían durar hasta las 11 de la mañana del día siguiente. La Policía dio a conocer el modus operandi del establecimiento, que utilizaba las redes sociales, en especial, TikTok e Instagram, para atraer a los jóvenes.

Para frenar estas actividades ilícitas, el secretario de Seguridad, César Restrepo, aseguró que se llevarán a cabo inspecciones permanentes en el área y se considerarán medidas como la extinción de dominio.

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