Dicen que el amor no tiene hora, ni fecha en el calendario, y esta parece ser la historia entre Gabriel Pardo y Ximena López, dos colombianos que se enamoraron mientras él estaba en la cárcel. Se conocieron en la universidad mientras estudiaban Zootecnia y cada uno hizo su vida. Él se casó con una americana y se radicó en los Estados Unidos y ella formó su vida junto a su esposo y sus dos hijos.
Él, un exitoso empresario colombiano que mientras se desplazaba por una carretera de Estados Unidos atropelló a un ciclista y debió pagar una condena en la cárcel. De acuerdo con su relato, un día salió a un restaurante en la ciudad de Delaware, donde vivía, se tomó unos tragos, pero se sentía bien y emprendió la rutina: recoger a sus hijos, ir al mercado, aunque la suerte no lo acompañó del todo en ese momento.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
De regreso para su casa, tomaron la ruta que comúnmente hacían por una carretera estrecha y con poca visibilidad a las afueras de la ciudad. Según contó, los hechos se presentaron el 12 de septiembre de 2014 y agregó: “no pude frenar porque pasó en un segundo, pero yo si lo ví cuando ya iba en el aire, yo sabía que había atropellado a una persona”, contó para Los Informantes.
Estando a 300 metros de su casa, con el miedo de llevar a sus hijos a bordo, haber consumido licor y siendo un inmigrante, su condena era más que premonitoria. Según contó al programa antes citado, ese momento lo resume entre una mezcla de egoísmo y cobardía, incluso, el mero instinto de supervivencia “que sigue siendo egoísmo”.
Recordó que el ciclista iba invadiendo su carril y probablemente, bajo los efectos de la marihuana, por lo que no vio el carro que venía detrás. Las alarmas se encendieron aún más en su familia, cuando la noticia salió en medios de comunicación y recibió la llamada de su exesposa, ahí supo que ya no podría esconderse de las autoridades.
Lamentablemente, el ciclista falleció, ahí tomó la decisión de entregarse a la Policía local y fue condenado en un juicio que tuvo, además de la presión mediática, la indignación del pueblo. Su condena: homicidio culposo, lo que lo llevó a cumplir el tiempo en una prisión de máxima seguridad, como si se tratara de uno de los prisioneros más peligrosos.
Todavía lamenta lo que ocurrió con la persona, pues insiste en que no lo vio, incluso, hizo un mea culpa de no haber tomado las precauciones del caso como no haber conducido, así el último trago lo hubiese tomado cuatro horas antes o, no haber asistido a la persona que se atravesó en el camino.
Cómo se enamoraron Gabriel y Ximena
Cuando pensó que ya nadie se acordaría de él, Gabriel recibió la primera carta de Ximena en plena pandemia y en ese momento comenzó su historia de amor. Videollamadas e intercambio de palabras por texto fueron suficientes para que su excompañera de universidad alistara maletas y se fue a Delaware para estar más cerca del hombre que la hizo creer una vez más en el amor.
Según contó Ximena a Los Informantes, se enamoró de las ganas de seguir de su compañero sentimental. El tiempo pasó y Gabriel cumplió su condena, enderezó su camino y ahora vive feliz junto a su actual pareja, lejos de lo que un día cambió su vida para siempre, un error del que se arrepiente cada día.