A golpes y para ganar ‘likes’, mujeres se enfrentan en cercanías a Barranquilla: la ganadora se lleva una salchipapa

Por ganar likes, seguidores y una porción de salchipapa, varias jóvenes se involucraron en una batalla campal en el parque principal de Malambo, municipio ubicado a treinta minutos de Barranquilla, según se conoció a través de las redes sociales.

Así lo denunciaron las mismas protagonistas del enfrentamiento en entrevista para Sin carreta, del Canal 1, advirtiendo que la pelea se dio contra un grupo de jóvenes de Soledad.

“Para seguir haciendo más videos y tener más seguidores... más likes. Las chicas ‘influ’ dicen que este es su territorio, entonces si alguna les cae mal y la ven por ahí mal parqueada le van a salir pegando y yo no lo encuentro bien, porque se supone que esto es un lugar para la recreación”, protestó Liseth Arias.

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Pero no fue la única lo denunció. También vecinos de la zona unieron su voz de denuncia con el argumento que, aunque trataron de intervenir, quienes grabaron el video para compartirlo en redes sociales se los impidieron, con todo y que mujeres armadas se encontraban en el lugar.

“Cuando uno se iba a meter, ninguno lo dejaba meter para apartar ni nada, sino que se dieran ellas hasta que una salió partida... botando sangre. Aquí sacan cuchillos, sacan machetes y comienzan a darse”, mientras, los testigos del enfrentamiento impiden que otras personas intervengan, incluso para frenar la pelea.

El influencer Brayan Ospina explicó que “más que todo van es por los seguidores y porque tienen Facebook monetizado o están monetizando y (los videos de conflicto) les genera más ingresos. A la gente ahora le gusta es el problema, que si tú haces un video tirano, pues esperan la respuesta de aquel, a ver qué pasa. Se pueden citar, nuevamente, y ya la audiencia, entre los seguidores, crece la expectativa por el problema”.

Mientras, el propietario del restaurante que “ofreció” la salchipapa a la ganadora de la pelea, Velvin Pineda, se excusó en que “al ver esto, yo dije bueno... vamos a ver que el público decida, yo solamente hice la publicación preguntando si se la merecía o no, y la gente en Malambo dijo que la merecía, entonces, al ver que la gente la ´pedía yo cedí”.

En los últimos años, las redes sociales han cobrado mayor relevancia y cada vez más niños y adolescentes están presentes en Facebook, Instagram y TikTok, exponiéndose a los peligros que acechan en Internet sin una adecuada supervisión adulta. Entre estos riesgos se encuentran los denominados ‘challenges’ o retos virales, que incentivan a los usuarios a realizar actividades que, en algunos casos, pueden poner en peligro su salud e integridad.

Uno de los desafíos más peligrosos es el ‘reto del clonazepam’, también conocido como ‘el que se duerma al último, gana’. Este reto consiste en ingerir clonazepam—un fármaco que debe ser usado solo bajo prescripción médica—, lo que puede resultar en graves consecuencias para la salud e incluso la muerte. “Los niños y adolescentes todavía no están en la capacidad de evaluar las consecuencias a futuro, solo ven el resultado inmediato”, advirtió la psicóloga clínica y profesora de la Pacífico Business School, Sandra Céspedes.

Miguel Armesto, sociólogo y docente de la Universidad San Martín de Porres (USMP), describió el fenómeno para Infobae como parte de ‘la era de la viralización’. Armesto menciona que muchos jóvenes de entre 14 y 20 años logran monetizar sus actividades en redes sociales, lo que los hace aún más propensos a participar en estos retos. “A esa edad son manipulables... si un niño de 13 años ve que a otro le funciona algo, buscará repetirlo por la aceptación de su grupo”, comentó el sociólogo.

Céspedes explicó que el sentido de pertenencia a un grupo es crucial durante la adolescencia. Los likes y reacciones en redes sociales se convierten en una meta para sentirse valorados y reconocidos. “Las redes sociales tienen una gran influencia sobre el sentido de pertenencia y valoración”, sostuvo Céspedes, y añadió que esto lleva a muchos jóvenes a actuar de forma automática, sin considerar los riesgos.

Ante estos peligros, se recomienda que los padres, profesores y tutores mantengan una estrecha vigilancia sobre las actividades en redes sociales de los niños. Armesto afirmó que es fundamental que los padres observen cualquier cambio en el comportamiento de sus hijos, ya que estos podrían indicar problemas graves. “Estamos viviendo en una era de tanta rapidez, movimiento e intensidad que nos descuidamos como padres”, señaló Armesto.

Ambos expertos coinciden en que prohibir el uso de Internet no es la solución. Céspedes sugiere en cambio establecer una buena comunicación basada en confianza: “Lo mejor es tratar de comunicarse, hacerles de conocimiento estas situaciones de riesgo y generar controles específicos”, afirmó. En la misma línea, Armesto destacó que, aunque es crucial establecer límites, se debe evitar la prohibición total, ya que “es complicado decirle a un niño que no tenga redes, porque su mundo está conectado al teléfono”.

Céspedes recomienda que los padres conozcan al círculo de amigos de sus hijos. Esto puede ayudar a identificar cambios de comportamiento que puedan indicar problemas, como aislamiento, aumento en el tiempo de conectividad o secreto sobre sus actividades. “Debe generarse un espacio donde padres e hijos puedan compartir y comunicarse”, sugirió la psicóloga.

Las instituciones educativas también juegan un papel esencial. Céspedes indicó que se deberían incluir conocimientos sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la malla educativa para enseñar a los jóvenes a manejar los riesgos asociados a las redes sociales. “El entorno protector es el colegio y la casa. Ambos son responsables en el desarrollo, crecimiento y fortalecimiento del niño y el adolescente”, argumentó.