El anuncio del nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, sobre la propuesta de convocar una Asamblea Nacional Constituyente liderada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, generó un intenso debate dentro del panorama político colombiano. La insistencia en que se lleve a cabo esta idea provocó reacciones diversas entre los líderes de los diferentes partidos, especialmente del excandidato presidencial Jorge Enrique Robledo, que por medio de una columna rechazó la iniciativa.
Juan Fernando Cristo, en una declaración pública, delineó la idea de iniciar un proceso constituyente que no se concretaría durante el actual mandato, sino que se pospondría para el próximo gobierno, al destacar la necesidad de un amplio diálogo nacional que abarque a todos los sectores políticos y sociales del país.
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Ante este anuncio, Jorge Enrique Robledo compartió un artículo en donde aborda el tema y señala que: “A los cuatro meses de andar Gustavo Petro echando cuentos sobre montar una constituyente en su administración, cambió ese cañazo por otro. Ahora la constituyente será en el gobierno que empieza en 2026 y él no será el presidente porque no va por la reelección, según ratificó su nuevo ministro del Interior (sic)”.
Robledo añadió en su artículo: “Aunque le sobren las ganas, Petro no pudo intentar reelegirse porque nunca ha tenido la fuerza suficiente en el Congreso para cambiar el artículo de la Constitución que prohíbe la reelección y nada dice que iba a ser tan zoquete de meterse en la aventura de promover un golpe de Estado para quedarse en la Casa de Nariño, porque por ese camino podía terminar hasta en la cárcel”.
El líder político destacó que en una entrevista en la W Radio con la senadora Clara López, del Pacto Histórico, explicó que el “acuerdo nacional” que va con la nueva constituyente tiene el propósito de fortalecer a su partido para el Congreso y la Presidencia en 2026. Señaló que la congresista dijo que era un proyecto sin reelección y de “cara a las próximas elecciones, sin lugar a dudas, porque esto se decide es con votos y a lo que aspiramos es a que el proyecto del cambio continúe en los próximos cuatro años”.
Robledo también recordó el anuncio del presidente Petro el 15 de marzo de 2024, cuando por primera vez habló de una Asamblea Nacional Constituyente. A pesar de que, en 2018, en ceremonia pública, había firmado en piedra que no haría nada en ese sentido. “Hablé de cañazo porque, como ya señalé, nada me decía que Petro saliera bien librado de meterse en esa aventura, que sí podía devolverse en su contra”, señaló Robledo.
El excandidato presidencial también comentó: “Petro salió a dar coba hablando de ‘constituyente primario’, término que puede significar un alzamiento popular que, como el del 20 de julio de 1810, cambia la legalidad vigente por otra diferente. Palabras muy mayores en las que no veo a Petro, porque ese acto lo pondría en una muy profunda contradicción con muchos en el país y además con Biden, a quien tanto ha cortejado desde antes de ser presidente de Colombia”.
Robledo argumentó que la confusión sobre las verdaderas intenciones reeleccionistas de Petro persistió porque algunos lo compararon con Hugo Chávez, por lo que ignoró diferencias determinantes: “no son iguales la Venezuela de 1999 y la Colombia de 2024 ni haber sido coronel del ejército venezolano en vez de guerrillero colombiano”.
Según Robledo, el discurso de Petro sobre cambiar la Constitución de 1991 tiene un propósito claro: “Todo se reduce a que concluyó que en el ‘gobierno del cambio’ los únicos cambios de importancia son los de los poquísimos petristas que pasaron a ‘vivir sabroso’, muy sabroso. Porque en cuanto a las gentes del común, poco o nada, más allá de oír discursos flojos y lo que les toque de asistencialismo clientelista”.
Robledo concluyó su artículo al destacar que: “Y entonces Petro, astuto, sale a decir que no ha hecho ‘el cambio’ porque las normas constitucionales no se lo permitieron, con lo que mata dos pájaros de un tiro: que él no tiene la culpa de su mal gobierno y que hay que elegir a uno de los suyos en 2026 y cambiar la Constitución para, ahí sí, cumplir las promesas”.