Con el objetivo de mitigar el impacto y poder que tienen los “narcos invisibles” en el país, en los últimos meses se han registrado múltiples operativos que han terminado con la captura de algunos de estos delincuentes que mantienen una imagen de empresarios en algunas ciudades del país.
El último de estos casos es el del alemán Patrick Schmitz, que fue capturado por la Policía Nacional el 8 de julio en una mansión en Santa Marta, en un operativo que se registró en conjunto con la Homeland Security Investigations (HSI), puesto que el extranjero es requerido por la Corte Distrital de Nueva Jersey, señalado de ser el cabecilla de una estructura de narcotráfico y lavado de activos.
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De acuerdo con lo expuesto por las autoridades colombianas, un detalle que llamó la atención de los uniformados fue que Schmitz tenía en el sitio que se escondía un altar satánico, con el que se presume buscaba, por medio de “fuerzas oscuras”, estar a salvo de ser capturado.
De la misma forma, se informó que el alemán sería el nexo de conexión entre el Clan del Golfo en Colombia y algunas de las células del cartel de Jalisco Nueva Generación en México; el extranjero era referenciado como un experto en el uso de la dark web y se confirmó que en la vivienda que estaba había instalado un circuito cerrado de televisión, monitoreado las 24 horas del día.
Las autoridades informaron que Schmitz se escondía en Colombia desde 2015, en donde utilizaba métodos como el “espejo” o “token” para facilitar el pago de servicios ilegales con las organizaciones criminales en el país, Centroamérica y Estados Unidos.
“Era propietario de varios portales en la dark web, con alta reputación criminal, a través de los cuales comercializaba en Norteamérica cocaína en diferentes presentaciones y tamaños, pornografía infantil, documentos falsos, servicios de hacking, drogas sintéticas como el fentanilo y accesorios para ocultar dispositivos de almacenamiento de información ilícita”, informó la Policía Nacional al respecto.
Otro comportamiento que tenía el extranjero para intentar pasar desapercibido ante las autoridades era invertir en la compra de muebles e inmuebles, hacer negocios en el sector hotelero de Magdalena y La Guajira y otro tipo de acciones con las que buscaba pasar como un empresario.
La investigación adelanta para conocer el paradero puntual del alemán, permitió que las autoridades reconocieran que el criminal tenía encuentros en hoteles de lujo con narcos en Santa Marta y La Guajira; además, fue vinculado a crímenes por hacking, robo de información personal y corporativa y fraude cibernético.
“Alias Patrick tenía estructurado un andamiaje criminal de colaboradores, quienes le facilitaban el envío de estupefacientes hacia Estados Unidos, en la modalidad de contaminación de contenedores”, señalaron las autoridades en Colombia.
Así cayó Patrick Schmitz
Por medio de la investigación adelantada por autoridades de Colombia y Estados Unidos, identificaron que había similitud entre algunas transacciones realizadas por un usuario llamado William Gibson y otro referenciado como PapaLegba, puesto que la ubicación IP aparecían en un sector de la costa Caribe colombiana.
Tras varios meses de investigación, los uniformados lograron identificar a un sujeto que cumplía con las características del ciudadano extranjero que estaban buscando.
“En las actividades de control a los desplazamientos realizados a esta persona se logró conocer que sostenía reuniones con personas quienes serían integrantes de organizaciones criminales para fortalecer sus actividades delincuenciales en hoteles ubicados en sectores exclusivos de la ciudad de Santa Marta y La Guajira, en donde se encontró una pista clave para su identificación”, señala el informe publicado por El Tiempo.
Antes del operativo que terminó con la captura del extranjero, el medio citado informó que las autoridades lograron infiltrar a una mujer que tuvo un contacto cercano con Schmitz, conociendo detalles del accionar criminal del narco, contactos de interés y aspectos de las comunicaciones que este tenía con sus hombres de confianza.