Por choque simple, conductor de bus y vehículo particular terminaron destrozando sus vehículos entre sí

Episodios de ir al volante de este tipo habrían ocasionado problemas a pacientes con enfermedades cardiacas, según un estudio realizado por Harvard

Guardar
En vista de los golpes,
En vista de los golpes, el conductor de servicio público decidió embestir en reversa al particular - crédito @ColombiaOscura / X

Un nuevo episodio de intolerancia al volante ha estado acaparando los principales portales de denuncia ciudadana en Internet y es que, lo que inicio como un choque simple entre un conductor de servicio público y un particular en la capital de Antioquia, terminó con ambos vehículos destrozados, por cuenta de la riña que ambos conductores protagonizaron al no llegar a un acuerdo.

Así habría quedado registrado en múltiples videos compartidos a través de las redes sociales, en los que se ve a la buseta de la empresa Coopetransa con los vidrios de ventanas y puertas completamente destrozados, luego de que el particular decidiera romperlos con una varilla de metal.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

Entre varios intentaron detener al conductor de la buseta, pero este logró darse a la fuga - crédito @ColombiaOscura / X

Según testigos, los destrozos ocurrieron en medio del enfrentamiento entre ambos conductores, que escaló a tal punto en que uno de los vehículos quedó tendido en la calle sin poder ponerse en marcha, mientras el otro huía para evitar mayores afectaciones económicas.

La grabación no registró la discusión que desencadenó el ataque, pero sí el momento en el que otros conductores decidieron intervenir para ayudar al particular, pues, tras el choque, quedó anclado a una de las llantas de la buseta.

En vista de los golpes proporcionados al vehículo de servicio público, su conductor decidió dejar la escanea, pero no sin antes embestir al particular, causándole daños millonarios en la parte delantera, entre los que alcanzó a descolgar el bumper, también conocido como babero.

¿Qué efectos tiene en la salud de los conductores los episodios de ira al volante?

Los episodios de ira al volante pueden tener consecuencias graves para la salud. Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard en 2014 reveló que los brotes de ira, ya sea dentro o fuera del vehículo, pueden desencadenar ataques cardíacos y derrames cerebrales en las horas siguientes. La relación entre la ira y los problemas cardiovasculares se debe al aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que podría causar la acumulación de grasa en los vasos sanguíneos.

Las personas con antecedentes cardiovasculares son más propensas a sufrir estos eventos. Según el estudio de Harvard, quienes presentan un bajo riesgo cardiovascular y tienen dos episodios de ira al día, podrían experimentar unos 63 eventos cardiovasculares adicionales por cada 10.000 personas al año. En cambio, aquellos con un mayor riesgo inicial podrían ver un incremento de hasta 268 eventos adicionales en el mismo período y con la misma frecuencia de episodios.

Episodios de ir al volante
Episodios de ir al volante podrían afectar a personas con enfermedades cardiovasculares - crédito iStock

La Fundación AAA realizó un estudio que estimó que unos 8 millones de conductores en Estados Unidos participaron en actos extremos de ira al volante en el 2018, incluyendo choques intencionales y confrontaciones fuera del vehículo. Dichas acciones incrementan el riesgo de incidentes fatales, como choques y peleas que pueden involucrar armas.

Según Steindl, psicólogo experto, existen diferentes niveles de ira al volante que pueden ser peligrosos. La ira extrema puede conducir a una mayor toma de riesgos y a un aumento en la probabilidad de accidentes. Además, los niveles elevados de ira pueden resultar en impulsos violentos y agresión verbal o física.

En un año, hasta 8
En un año, hasta 8 millones de estadounidenses llegaron a protagonizar conductas extremas por episodios de ira al volante - crédito shutterstock.com

Incluso si un individuo no presenta comportamientos impulsivos al conducir, la ira al volante puede seguir siendo significativa si es frecuente o persistente, generando hostilidad constante. En estos casos, se recomienda implementar técnicas para manejar la ira de manera más efectiva.

Para ayudar a alguien a gestionar su ira al volante, es aconsejable hablar del tema en un momento adecuado y con permiso. El estrés acumulado es un detonante común de la ira, por lo que controlar el estrés general puede ser esencial para reducirla. Técnicas como la respiración lenta, la música relajante y cambiar las rutas de conducción pueden ser útiles, según Steindl.