Representante Christian Garcés denuncia amenaza de bomba en el puente Valencia en la ruta de Cali a Popayán

Una amenaza de bomba en la vía que conecta a Cali con Popayán interrumpió el tránsito y obligó a las autoridades a desplegar un operativo en el puente Guillermo León Valencia, según informó el Ejército Nacional. Christian Garcés, representante a la Cámara por el Centro Democrático del Valle del Cauca, se encontraba en ruta hacia Popayán cuando tuvo que detenerse a causa de este incidente. Garcés se pronunció a través de X dando a conocer la situación y expresando su preocupación sobre la seguridad en las vías del suroccidente del país.

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El incidente involucró la aparición de banderas del ELN en las barandas del puente, lo que llevó a las autoridades a pensar que podría tratarse de una amenaza de explosivos, según tanto el Ejército Nacional como la Policía Nacional. La presencia de estas banderas y las sospechas de un artefacto explosivo generaron que unidades de seguridad se desplazaran inmediatamente al lugar para controlar la situación.

Christian Garcés señaló que estos problemas de seguridad afectan seriamente el desarrollo y la prosperidad de la región. “Cuando no es un atentado, entonces son comunidades o cualquier otro sector bloqueando las vías del suroccidente”, dijo Garcés, y añadió: “Tenemos que tomar medidas, tenemos que lograr que el Gobierno nacional, sea cual sea, entienda que las vías principales de nuestro país no pueden ser usadas para protestar”.

El suceso tuvo lugar temprano en la mañana, sobre las 9:00 de la mañana, el tráfico se reanudó bajo estricta vigilancia de las fuerzas de seguridad. No se encontraron explosivos en la zona, pero la intensa presencia militar y policial se mantuvo para garantizar la seguridad de los usuarios de la carretera. Este incidente se suma a una serie de eventos recientes que han incrementado la tensión en la región.

Hace pocos días, guerrilleros del ELN fueron avistados patrullando la vía Panamericana en el sector de Pescador, armados y uniformados. La situación de seguridad se ha visto agravada por la presencia de grupos disidentes y guerrillas como las de Iván Mordisco, que han dejado su marca en áreas periféricas del Cauca y Valle del Cauca mediante grafitis e instalación de banderas.

Además, en un evento relacionado, una bandera junto a un cronómetro apareció en Cali, en el puente peatonal que conduce a la estación Calipso del sistema de transporte MIO, generando alarma entre los habitantes. Según la Policía Metropolitana de Cali, no se encontraron explosivos en dicha bandera, la cual fue retirada de inmediato.

Garcés, analizando la frecuencia de estos bloqueos y amenazas, hizo un llamado urgente para la creación de un frente por la movilidad y el comercio en el suroccidente del país. “Grupos criminales y bloqueos no pueden seguir destruyendo el presente y el futuro de la región”, afirmó enfáticamente. El congresista subrayó la necesidad de garantizar la seguridad en las principales rutas para fomentar la actividad comercial y empresarial, esenciales para combatir la pobreza y generar prosperidad.

Colombia atraviesa un panorama complicado en términos de seguridad debido a los ataques realizados por las disidencias del autodenominado Estado Mayor Central. Los departamentos de Cauca y Valle del Cauca están en el ojo del huracán de esta violencia, generando serias preocupaciones locales y nacionales.

Valle del Cauca es el escenario de preparativos avanzados para la COP16, la conferencia mundial de biodiversidad organizada por Naciones Unidas, que se celebrará del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024. Esta conferencia atraerá a más de 12.000 personas, y representa una vitrina internacional para el gobierno del presidente Gustavo Petro, conocido por su enfoque ambientalista.

Cali, la capital de Valle del Cauca, juega un papel crítico como “capital de facto” de la región pacífica. Sin embargo, “para las disidencias, atacar en una ciudad tan significativa como Cali es una oportunidad para demostrar su fuerza,” según analiza El País.

En el departamento Cauca, la situación es igualmente alarmante, con una alerta humanitaria que afecta tanto áreas urbanas como rurales. La gobernadora de la región ha insistido: “La situación ya se ha salido de las manos de la Policía, convirtiéndose en un problema militar.” Esta violencia, que ocurre principalmente en el nororiente y suroccidente del departamento, destaca que “el 80% de los hechos violentos ocurren en solo 9 municipios.”