El cierre de por lo menos tres pasos fronterizos en la región del Darién, que es el área limítrofe entre Colombia y Panamá, ha generado críticas por las implicaciones que la decisión podría tener para los miles de migrantes que cruzan por la zona. Además, la determinación del Gobierno panameño, al parecer, no fue consultada con las autoridades colombianas.
De acuerdo con el director de Migración Colombia, Carlos Fernando García, hay cinco caminos terrestres que las personas suelen utilizar para llegar a Panamá, de los cuales no son tres, sino cuatro, los que están completamente cerrados. En todo caso, el cierre de los puntos de cruce “no fue acordado”. No obstante, al parecer, se estarían utilizando alambres de púas para evitar el traspaso de la frontera en estos puntos.
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Frente a esta situación, el funcionario explicó a Noticias Caracol que con el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y sus asesores se había pactado adelantar una discusión al respecto. También acordaron reunirse con las comunidades de diferentes territorios porque las poblaciones se han visto seriamente afectadas por el flujo migratorio, sobre todo, los indígenas.
Con respecto al uso de los alambres de púas para impedir el paso de los migrantes, indicó que, aunque no han recibido videos oficiales sobre estos, probablemente fueron instalados en los puntos fronterizos luego de que las autoridades panameñas anunciaran su cierre. No obstante, indicó que, posiblemente, los ciudadanos están encontrando otras zonas para cruzar, puesto que todavía no se ha evidenciado una acumulación de personas.
Según detalló el director de la entidad al medio, son cientos de personas las que diariamente cruzan la frontera para entrar a Panamá de manera ilegal, por lo que el gobierno panameño indicó que repatriará a cada uno de los migrantes que llegue por el Darién.
En ese sentido, explicó que tiene planeado reunirse con las autoridades de Panamá para establecer de manera conjunta cuál será el paso que quedará abierto entre los países. Aseguró que si no se llega a un consenso, no será posible tampoco impedir que las personas se atrevan a cruzar; lo harán y pondrán en riesgo sus vidas por recurrir a otros caminos que podrían ser más peligrosos.
El representante legal del Consejo Mayor de Comunidades Negras de la Cuenca del Río Acandí y Zona Costera Norte (Cocomanorte), Emilio Pertuz, explicó que hay personas que están optando por cortar árboles para ponerlos sobre las cercas con púas para poder pasar por encima de ellas. En consecuencia, afirmó que la decisión de Panamá resulta problemática.
“Debemos decir que nos parece una decisión equivocada, peligrosa, irresponsable, que va a generar muchas muertes, que va a generar muchas desgracias. Definitivamente, el migrante no se va a detener con ese alambre”, indicó el representante legal, citado por el medio.
La Defensoría del Pueblo también se pronunció al respecto, alertando posibles consecuencias humanitarias debido a que las personas que intenten cruzar la frontera, podrían quedarse estancadas, enfrentando violaciones a sus derechos. Además, aseguró que la integridad física de los ciudadanos también está en riesgo por la instalación de las cercas de púas.
“Cerrar al menos tres de los cruces inhóspitos en el también denominado tapón del Darién aumentará el represamiento de personas en los municipios receptores de migrantes, concretamente en los cascos urbanos de los pueblos que forman parte de la subregión del Urabá antioqueño y chocoano. Además, incrementará las necesidades de protección, dada la afectación a los derechos fundamentales de la población en movilidad humana, las comunidades en tránsito y las colectividades étnicas que perviven en esa zona limítrofe”, explicó la Defensoría del Pueblo en un comunicado.