Maleta con unos zapatos viejos y basura fue confundida con explosivos: autoridades acordonaron el área

Una alerta máxima por parte de la ciudadanía se mantiene en el país, debido a los actos terroristas que últimamente son noticia y que ha dejado heridos, víctimas fatales y daños estructurales, especialmente, en el suroccidente del país.

La situación de orden público no es ajena en los habitantes Bucaramanga (Santander), quienes, hacia las 11:30 a. m. del sábado 6 de julio, reportaron que una maleta sospechosa reposaba en una vía principal de la ciudad.

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El objeto estaba abandonado a la altura de la carrera 22 del barrio San Francisco, en pleno Boulevard Bolívar. Por ello, la zona tuvo que ser acordonada y hasta ahí llegó un Grupo Antiexplosivos de la Policía Metropolitana de Bucaramanga que, con sus equipos especializados, inspeccionaron la maleta de manera cautelosa.

Pasaban los minutos y los transeúntes y curiosos que esperaban sobre la cinta amarilla que indicaba zona restringida en 200 metros a la redonda, estaban expectantes y ansiosos a que desactivaran el supuesto artefacto explosivo, sin pensar los riesgos que podría acarrear la sola presencia en el lugar.

Finalmente, para ejecutar la labor con total seguridad y precaución, los agentes antiexplosivos requirieron de la presencia de caninos especializados; además, procedieron con instalar una pequeña carga de explosivos para hacer detonar la supuesta maleta bomba de manera controlada.

“Mandamos primero el perro antiexplosivo para que olfateara, no encontró nada; luego con el traje se dirigió hasta el punto e instaló una carga controlada disruptiva para hacer una detonación controlada y remota de la maleta”, indicaron las autoridades a Vanguardia.

Afortunadamente, lo que contenía la maleta eran un par de guayos viejos y una bolsa de basura, lo que permitió que los habitantes aledaños retornaran a sus actividades con total normalidad. “En la maleta había unos guayos y otros zapatos, nada de riesgo”, complementaron al medio mencionado. Se presume que la maleta pertenecía a un habitante de calle, que la habría dejado abandonada un momento, pero no volvió por ella.

Una explosión de alta intensidad se registró en la mañana del 6 de julio en zona rural del corregimiento de San Antonio en Jamundí, específicamente en el sector El Tablón y la vereda Cascarillal. Habitantes del área señalaron la presencia de minería y sospechan que la detonación pudo estar relacionada con un campo minado.

Los residentes locales expresaron a El Tiempo su preocupación por la seguridad, ante el temor de transitar por la presencia de campos minados. Según declararon, las minas podrían haber sido instaladas por las disidencias del frente Jaime Martínez de las Farc.

El Ejército Nacional, a través de la Tercera Brigada del Batallón de Infantería N° 8 ‘Batalla de Pichincha’, confirmó el hallazgo y detonación controlada de dos artefactos explosivos en la vereda Cascarillal. Estas operaciones se realizaron con apoyo de expertos en explosivos y demoliciones, así como de unidades caninas especializadas.

La Policía Nacional también informó haber recibido reportes de múltiples explosiones en la misma área. Las autoridades locales, incluyendo la alcaldía de Jamundí, expresaron su rechazo frente a estos actos y reafirmaron su compromiso con la seguridad de los ciudadanos. En un comunicado, la alcaldía mencionó que los explosivos encontrados representaban un peligro significativo para la comunidad, pero fueron neutralizados a tiempo.

Cabe recordar que en la zona también se reportó la presencia de la bandera del grupo guerrillero ELN, específicamente en la vía Panamericana, en un punto cercano al puente Valencia.

La Tercera División del Ejército confirmó que no se encontraron artefactos explosivos cerca de esta bandera, desmintiendo las versiones que alertaban sobre posibles explosivos en el área. Operaciones conjuntas entre el Ejército y la Policía Metropolitana de Cali permitieron la remoción segura de dicha bandera.