Rescatan en México a ocho colombianas víctimas de trata de personas: hay dos capturados

Ocho mujeres de nacionalidad colombiana fueron rescatadas en la ciudad de Mérida, capital del estado de Yucatán, en el sureste de México, como resultado de un operativo coordinado entre la Fiscalía General de la República (FGR) y autoridades colombianas. Las víctimas eran presuntamente explotadas sexual y laboralmente, retenidas por una red de trata de personas, según informó la autoridad mexicana.

La operación, llevada a cabo el viernes 5 de julio y ejecutada por agentes de la Policía Federal Ministerial (PFM) y la Agencia de Investigación Criminal (AIC), incluyó cateos en tres domicilios y tres bares de Mérida. Las autoridades del país azteca contaron con el respaldo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que proporcionó seguridad perimetral durante las intervenciones.

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Con base en el comunicado emitido, la investigación que condujo al rescate fue llevada a cabo por la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra las Mujeres, Grupos en Situación de Vulnerabilidad y Trata de Personas (Fevimtra). Tras las inspecciones, fue detenida Soledad A., identificada como presunta operadora local principal de una célula delictiva dedicada a la trata de personas en la región.

Simultáneamente, y con apoyo de la Interpol, fue capturado en Colombia Cristóbal Paulino F., supuesto líder de la organización criminal. Igualmente, se conoció que actualmente se están llevando a cabo los trámites necesarios para su extradición y posterior presentación ante las autoridades en México. Por otra parte, se aseguraron los seis inmuebles cateados, los cuales serán entregados al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), siempre que se completen los procedimientos legales. Este organismo se encarga de disponer de los bienes decomisados a criminales para desarticular su capacidad económica.

Cabe recordar que, en mayo de 2024, las autoridades mexicanas también rescataron a 17 mujeres, incluyendo 15 argentinas, víctimas de explotación en Cancún, en el estado de Quintana Roo. Además, en enero y abril se llevaron a cabo otros operativos similares en la misma región, en los que se reportaron rescates de 27 y 25 mujeres, respectivamente. Organizaciones civiles expresaron su preocupación por la prevalencia de la trata de personas en estos destinos turísticos. Las operaciones de rescate resaltan los esfuerzos de las autoridades mexicanas y colombianas, así como la colaboración internacional para combatir este delito.

A este operativo se suma el ocurrido el 7 de julio de 2024, cuando la Policía de España desmanteló una de las redes de explotación sexual más grandes del país. Más de 500 mujeres, en su mayoría colombianas, habrían sido explotadas en Málaga. La organización criminal forzaba a las víctimas a trabajar sin descanso, las 24 horas del día, los siete días de la semana, y bajo condiciones extremadamente perjudiciales para su salud.

Las víctimas no podían elegir ni rechazar a los clientes. Además, se les obligaba a realizar los actos sexuales sin preservativo, lo que resultó en la propagación de enfermedades de transmisión sexual. Para mantener el control, las víctimas eran vigiladas constantemente a través de cámaras y solo se les permitía salir dos horas al día con autorización.

La operación policial resultó en la liberación de 11 víctimas y la captura de 25 personas, de las cuales ocho ya se encuentran en prisión. Además, se clausuraron cuatro pisos utilizados como prostíbulos y se incautaron 145.338 euros en efectivo y 1,2 kilos de cocaína. Según informaron las autoridades, la investigación se inició tras recibir tres denuncias a través de los canales de alerta de la policía española para la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual.

Dicha red captaba a sus víctimas principalmente en Colombia mediante falsas ofertas de trabajo en centros estéticos ubicados en España. Una vez en territorio catalán, las mujeres eran informadas de una deuda que debían saldar ejerciendo la prostitución, mientras que el monto de dicha deuda aumentaba constantemente con sanciones y multas injustificadas. Además, la organización obligaba a las mujeres a consumir y distribuir estupefacientes para aumentar la duración de los servicios sexuales y los beneficios económicos, lo que en algunos casos causaba lesiones a las víctimas.