La Policía Nacional de Ecuador anunció la liberación de 49 personas que habían sido secuestradas por dos colombianos quienes serían presuntos integrantes del grupo delictivo conocido como Los Lobos.
El rescate se logró tras un operativo en el municipio Camilo Ponce Enríquez, ubicado en la provincia andina de Azuay. La operación se llevó a cabo el jueves 4 de julio, según un informe de seguridad nacional. El municipio Camilo Ponce Enríquez es conocido por ser un enclave minero que recientemente fue escenario de un hallazgo macabro: ocho cadáveres con signos de tortura.
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Las autoridades ecuatorianas detallaron que en el operativo fueron detenidos dos colombianos identificados como Jhon Freddy G.P. y Wilver Ferney G.B., quienes presuntamente están vinculados al hecho ilícito.
Según las autoridades ecuatorianas, al momento del arresto, estos sujetos no tenían antecedentes penales. Entre los indicios recogidos, la policía mencionó armamento diverso, incluyendo cuatro fusiles, una carabina, cerca de 2.000 cartuchos, cinco alimentadoras, 81 tacos de dinamita, 32 teléfonos celulares y una radio.
La la Policía Nacional de Ecuador publicó en su cuenta de X: “#LIBERAMOS A 49 SECUESTRADOS POR EL GRUPO ARMADO ORGANIZADO LOS LOBOS EN #AZUAY Tras allanamientos en el cantón Camilo Ponce Enríquez, fueron liberados 49 ciudadanos quienes fueron víctimas de secuestro en áreas mineras del sector y aprehendidos 2 antisociales vínculados a este ilícito, que tenían en su poder 7 armas de fuego (fusiles, pistolas y carabinas). Entre los indicios: 32 dispositivos móviles, 5 alimentadoras, 1835 cartuchos y 81 tacos de dinamita. Intervención ejecutada junto al #BloqueDeSeguridad”.
La situación de los secuestrados fue extremadamente grave. Según los agentes, 46 hombres y 3 mujeres, incluida una adolescente, fueron encontrados atados de pies y manos: “Las víctimas manifestaron que se encontraban secuestrados desde el 2 de julio”, señaló un portavoz policial.
Durante el operativo de rescate, 23 individuos abrieron fuego contra los agentes, quienes descubrieron un campamento clandestino armado con plástico negro y palos, utilizado para retener a las víctimas. Según las Fuerzas Armadas, cinco personas fueron encontradas asesinadas, cuatro de ellas desmembradas.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, declaró el “conflicto armado interno” en enero pasado y catalogó a las bandas criminales como “terroristas”. Esta declaración marcó un cambio significativo en la política de seguridad del país, que enfrenta una grave crisis de violencia.
Según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (Oeco), Ecuador alcanzó una tasa de homicidios de 47.2 por cada 100.000 habitantes en 2023, situando al país en un lugar preocupante en cuanto a seguridad. Los grupos delictivos, principalmente relacionados con el narcotráfico, extendieron sus operaciones a otras áreas como la minería ilegal, la extorsión y el tráfico de armas.
La operación de rescate también reveló la existencia de criminales armados y diversos artefactos utilizados para mantener a los secuestrados en condiciones inhumanas. Las imágenes y videos del operativo, difundidos a través de las redes sociales por la policía, muestran a los rehenes, pero no proporcionaron detalles sobre su estado de salud tras el rescate.
Un portavoz de la Policía Nacional de Ecuador explicó: “Los agentes encontraron a las personas secuestradas en un campamento clandestino, donde estaban de rodillas con las manos en el cuello secuestradas por el grupo criminal”. La complicada operación no solo significó un éxito en términos de liberación, sino también en la captura de los supuestos perpetradores, que ahora enfrentan procesos judiciales.
Desde inicios de año, la política de seguridad del presidente Noboa ha sido endurecida en respuesta a los crecientes actos de violencia y crimen organizado. Este enfoque ha suprimido la tradicional clasificación de estas bandas delictivas, tratándolas ahora como actores beligerantes no estatales.
En palabras del presidente Noboa: “Debemos abordar estas amenazas como un conflicto armado interno, dada la sofisticación y el alcance de estas bandas criminales”.
Las cifras alarmantes de homicidios y la diversificación de las actividades delictivas destacan la urgencia de estas medidas. Las autoras del operativo aseguran que continuarán con estas acciones para desarticular las redes criminales operando dentro del territorio ecuatoriano. El rescate y posterior detención en Camilo Ponce Enríquez es solo una instancia de los numerosos desafíos que enfrenta Ecuador en su lucha contra el crimen organizado.